Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por PLAION España, título disponible para Xbox One, Xbox Series X|S, Playstation 4, PlayStation 5 (versión analizada), Switch y PC.
Square Enix es una compañía cuyo nombre para muchos jugadores lo relacionan directamente con juegos de RPG y de JRPG. En realidad,a Square Enix le gusta mucho salir de su zona de confort muy a menudo, pero eso si, esta compañía ama darle su giro a las cosas y siempre trata de inyectar elementos RPG a sus juegos, se puede decir que esta es su verdadera marca de maestría, y para The DioField Chronicle no fue diferente.
La historia de The DioField Chronicle se centra en un continente ficticio con el nombre de Rowetale. En este lugar existe algo que se le conoce como magia moderna, una herramienta y habilidad utilizada para distintas cosas, incluyendo el combate, pero para utilizarla se necesita un recurso llamado Jade, el cual sirve como un catalizador para distintos conflictos entre el imperio gobernante y las naciones y facciones que habitan en este lugar.
Importante: esta reseña no contiene spoilers, pero toma en cuenta todo su desarrollo para explicar ciertos apartados. No hay nombres, ni eventos, ni secuencias nombradas de manera directa más allá de las primeras horas del juego.
Muy buen fundamento, pero una trama creada de la misma tela genérica - Historia
Nuestros héroes entran al escenario cuando un día de sus travesías se encuentran con un grupo de bandidos emboscando a una carroza de una alta comandante, con el nombre de Lorraine, de un grupo de mercenarios. El ágil soldado Andrias Rhondarson, el jinete Fredret Lester y la poderosa Izelair Wigan logran defender a Lorraine.
Ella los mira como excelentes soldados y les extiende la invitación a unirse al ejército de mercenarios donde ella trabaja, Blue Foxes. Los héroes, Andrias, Fredret e Izelair aceptan y aquí la historia es donde inicia.
El juego se toma todo el Capítulo 1 en establecer las relaciones entre los personajes. Cómo interactúan Andrias, Fredret e Izelair entre ellos y también con Lorraine y el duque a quien pertenece el grupo, Hende. Por lo demás, vamos a ver los tonos que la historia maneja en cuanto a su desarrollo con los conflictos bélicos, socio políticos e inclusive toca temas socioeconómicos, y también vemos como nuevos personajes van entrando a nuestro grupo y cuál es la dinámica que traen tanto a la historia y la jugabilidad.
Durante el desarrollo de la historia vamos conociendo personajes de todos los caminos de la vida; nobles, mercenarios, funcionarios, religiosos, reyes, etc. Primero se establece que el jade es un material muy valioso, lo que fundamenta el arranque de esta historia, pero a lo largo de la narración, muchos (y otros) elementos simplemente se resuelven rápidamente y la historia brinca a otra trama, y así hasta concluir con la historia.
El juego toma muchas ideas de Juegos de Tronos, Final Fantasy (específicamente del 6 y del 9) e inclusive un poco de Fire Emblem y combina elementos de sus respectivas historias, y al final resulta en una trama muy genérica y simple. El juego ignora muchos de los fundamentos que planteó al principio en cuanto a su mundo y reglas.
La historia no es mala, pero me refiero a que intenta muy duro llenar la lista de requisitos que todos los juegos ambientados en una época medieval tiene: lucha contra el gobierno, lucha contra el imperio, derrotar a los que fueron tus aliados, acabar con la iglesia reinante, etc.
Conocimiento, posicionamiento y manejo, las claves para la victoria - Jugabilidad
Los fundamentos de la jugabilidad de The DioField Chronicles son muy fuertes y excelentes, tomando ideas similares a utilizar tu posición de manera inteligente similar a como lo hacen los RPG tácticos (Fire Emblem y Final Fantasy Tactics, por ejemplo), agregando un giro de estrategia en tiempo real (Age of Empires y Starcraft) y una pizca de función de habilidades como lo son de los MOBA (en donde tienes que saber qué hace tu habilidad y manejar su enfriamiento), este título logra hacer una diferencia en el vasto mar de juegos similares.
En el juego existen 4 clases: Soldier, Cavaliers, Sharpshooters y Magickers. Cada clase tiene sus ventajas y desventajas y estas son dictadas por las ramas de habilidades que cada clase tiene. Por ejemplo, en la clase de Soldier se puede apreciar que existen 3 ramas distintas, una de asesino, otra de tanque y otra de luchador. Cada rama contiene las habilidades básicas y cada rama tiene su propia sub-rama que puedes explorar y adaptar en cuanto a las necesidades y composiciones de tu equipo.
Cada clase y rama tiene sus propias armas y una razonable profundidad para explorar, pero explicado de manera sencilla, existe una ramificación principal de armas y, bajo esas mismas, existe una subclase de arma, cuyas funciones principales son para intercambiar una estadística por otra. De nuevo, todo esto depende de la misión que te encuentres, las necesidades que debas de cubrir y tu preferencia en composición.
El juego no solo espera a que conozcas cuales son las fortalezas y debilidades de una clase, también busca que utilices tanto como el terreno para emboscar a las unidades enemigas para causar más daño en cada ataque, o que en ocasiones verifiques cuando un enemigo esté canalizando una habilidad para que uses una de las habilidades de tus personajes de manera reactiva y así cancelar la habilidad enemiga; pero hay que tener cuidado, dado que todo lo que acabo de decir, los enemigos pueden hacer lo mismo contigo. Los enemigos son lo suficientemente inteligentes para decidir cuándo atacar a una unidad que esté mal posicionada o que tenga ventaja de su clase.
Cabe resaltar que cada misión está planeada para que tenga cierto nivel de rejugabilidad, pues el juego cuenta con un New Game Plus y puedes jugar misiones de capítulos anteriores (incluyendo las misiones secundarias). Esto te deja hacer pruebas de distintos escenarios con distintas composiciones de equipo, viendo cuál es el mejor y a qué personajes resultaría mejor enfocar tus recursos.
Algo que aprecié mucho de este título es que el sistema no hace que la misión termine o que tengas que volver a jugarla si cometiste un error. Por ejemplo, en cada misión tienes ciertos criterios principales que son obligatorios, el más común es derrotar a todos los enemigos, pero tienes criterios secundarios que no son obligatorios, pero te dan excelentes recompensas. El juego divide las misiones en secciones a las que puedes regresar si es que fallaste algún objetivo y es de manera instantánea, la acción no se detiene por ello, lo cual en consecuencia que esto refuerza en poner primero la jugabilidad que algo más.
Arte, música y presentación
En el departamento de arte tenemos al maestro Taiki (Lord of Vermillion III y IV) con los diseños de personajes junto con Isamu Kamikokuryo (Final Fantasy XII y XIII) quien es el artista de concepto, estos grandes juntan sus ambiciones creativas junto con Ramin Djawadi y Brandon Campbell, conocidos por sus composiciones musicales en Juego de Tronos, para traer el mundo de Rowetale a la vida.
Para la presentación, el juego utiliza mucho relato visual mediante dibujos altamente estilizados y en contadas ocasiones, escenas en 3D. El reparto de voces en inglés es excelente, lograr su cometido de traer a los personajes a la vida, pero en ciertos momentos (especialmente en las misiones secundarias) se nota la falta de interés de los directores de voz, pero en general, las actuaciones son muy agradables y no se siente muy cursi o dramático.
Conclusión
Al final del día, The DioField Chronicle es un juego muy disfrutable, a pesar de tener una historia de “fantasía medieval” muy genérica. Los interesantes sistemas creados son una buena idea dado que enfatiza la rejugabilidad de ciertas misiones y la presentación es algo lindo y digno de apreciar.
El juego completo toma alrededor de 30 a 40 horas para terminarlo al 100% (incluyendo misiones secundarias y los trofeos/logros), esto juega a su favor dado que concluye de una manera satisfactoria la historia dado que no deja ningún cabo suelto y no deja que las mecánicas se conviertan en algo absurdo o trivial al final del juego dado que llegas con un nivel relativo al oponente.
