Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Meridiem Games, título disponible en PlayStation 5 (versión analizada) y PC a partir del 24 de marzo.
En esta ocasión me pongo rumbo a la mitología china para traeros el análisis de uno de los títulos que esperaba con más ganas dentro del panorama nacional, nunca me cansaré de las aventuras de Sun Wukong, y de las diferentes historias que se generan a través de él. Aquí os contaré todo lo que necesitáis saber sobre The Crown of Wu, sin desentrañar lo importante para que os sorprenda.
El equipo de desarrollo de Red Mountain, afincado en Madrid, y junto con el apoyo de PlayStation Talents y la escuela Trazos, nos trae una aventura en tercera persona con tintes de acción, plataformas, varios puzles, y el alma de un soulslike en su planteamiento del combate, pero, ¿Cómo ha quedado la mezcla dentro de la coctelera?
Cuenta con gran inspiración en la mitología china, pero nos encontramos ante un mundo futurista gracias a todos los añadidos tecnológicos, lo cual suma frescura al planteamiento de la historia.
La odisea de Sun Wukong
En esta ocasión, nos adentramos en la historia de Wu, un ser mitad mono, mitad humano, quien es condenado en una cárcel perpetua debido a las atrocidades cometidas en el pasado, ya que su comportamiento era cruel y delictivo, todo ello bajo la influencia de la corona de Wu, un artefacto de gran poder.
Al despertar de nuestro letargo, nos encontramos con un mundo desolado y en decadencia, y sin nuestra corona. La misión de Wu consiste en recuperar su corona para que no caiga en malas manos, y eso es justamente lo que va a ocurrir, un hecho que puede acabar con la extinción del mundo tal y como se conoce.
La historia no es de lo más impactante, y sirve como telón de fondo para ir avanzando por las diferentes fases y zonas de las que consta el título. Uno de sus puntos más interesantes es la obtención de fragmentos narrativos al encontrar unos monolitos dispersados por el mundo que nos darán información sobre la historia de Sun Wukong, por lo que merece la pena dedicarle tiempo a la exploración para encontrar estos textos ilustrados con un diseño de arte sobresaliente.
Nos acompañará una voz en off de un antiguo conocido que nos guiará por nuestro periplo, ya sea para aportar consejos, contar parte de la historia, o simplemente como recordatorio de las habilidades de Wu.
Plataformas y exploración
Sin duda se trata de una de las partes más divertidas de The Crown of Wu, su parte plataformera, la cual suma dificultad, pero interés a la hora de explorar e ir avanzando en la historia. Nos toparemos con saltos ajustados, diferentes superficies a estudiar en cada salto, así como trampas y enigmas por resolver para incrementar el desafío que supone. De forma temprana desbloqueamos el doble salto, lo cual nos permite acceder a superficies más elevadas, y en ocasiones medir de forma más precisa nuestra sucesión de saltos.
Los niveles parecen sencillos a priori, tanto en diseño, como en distribución, pero varios de ellos aguardan varias capas de dificultad a la hora de realizar los diferentes saltos, o afrontar los combates que se nos presentan. Su inspiración souls le lleva a integrar una barra de estamina que disminuye a medida que realizamos diferentes acciones como correr, esquivar o atacar, la cual no se puede mejorar con un sistema de habilidades pasivas, y aquí entra esa parte arcade que recuerda a títulos como Jack & Daxter, o los primeros Tomb Raider, gracias a este planteamiento de plataformas y acción sin mejoras.
Los puzles no resultan especialmente complicados de resolver, pero algunos de ellos nos tendrán un buen rato debatiendo sobre sus componentes, y la forma de dar con la solución. A ello se suma la obtención de poderes elementales como el viento, el fuego, el rayo, o la tierra, que iremos desbloqueando a medida que avanzamos en la historia.
Estos poderes nos servirán tanto para resolver puzles o avanzar en diferentes mecánicas de plataformas, así como para el combate en contadas ocasiones. Echo en falta más profundidad y variedad a la hora de usar habilidades elementales, ya que se asocian a un tipo de mecánica concreta (por ejemplo, el fuego hace explotar determinados gases tóxicos), y no se han utilizado para realizar golpes elementales, o incrementar su uso con diferentes acertijos asociados a ellos.
Con todo esto, sus diferentes fases de plataformas y de parkour son gratificantes, y, sobre todo, divertidas, que nos llevan a medir bien nuestros saltos, y a validar lo aprendido una vez lo dominemos por completo, aunque siempre tratan de ir innovando al introducir elementos distractores u obstáculos, como drones vigía, plataformas que se activan durante un tiempo determinado, o trampas de láseres que ponen a prueba nuestra paciencia.
No pueden faltar los objetos coleccionables a la cita, y podemos encontrar algunos de ellos tirados por el suelo o en cofres, ya sean pinturas, jarrones, monedas o objetos importantes del emperador, que amplían parte del lore del mundo de Sun Wukong gracias a sus píldoras informativas.
Combates a golpe de bastón
Durante nuestra aventuras tendremos disponible el famoso bastón mágico de Sun Wukong, fiel compañero y amigo que nos permite realizar golpes ligeros y otro más potente que consume más estamina. La energía para usar las habilidades elementales se asocia a un tipo de barra única para ello, independiente de la estamina, que debemos recargar mediante el golpeo a cristales esparcidos por los niveles del mismo color, en este caso el magenta.
Los combates son tipo souls en toda regla, usamos estamina para atacar, esquivar o protegernos de los ataques enemigos, y debemos estudiar los patrones de cada uno de ellos para salir airosos, no vale con machacar el botón de ataque para superarlos. Los enemigos por su parte también hacen uso de habilidades especiales, o golpes potentes que nos infringen mas daño en caso de acertar, por lo que no hay que confiarse y siempre hay que prestar atención al enemigo.
Uno de los fallos que encuentro en este punto es la falta de sensación de golpeo y de feedback en la reacción del enemigo ante estos, es verdad que en los golpes fuertes se nota, pero en ocasiones es un poco lioso tratar de realizar un combo y leer los golpes enemigos para esquivar o protegerse.
Para curar la salud de Wu, disponemos de una habilidad de curación que consume la barra de energía de nuestro personaje, no es tan rápido como beberse un frasco de estus, pero nos permite recuperar salud y fuera del combate.
No hay mucha variedad de enemigos, ni de jefes finales, pero la suficiente para mantener la alerta ante el tipo de enemigo que nos encontremos, ya sean expertos en artes marciales, enemigos con escudo, con katanas o lanzas, además de varios hechiceros que saben cómo agotar nuestra tolerancia a la frustración.
Los movimientos de Wu se sienten ágiles y dinámicos, el combate en sí es satisfactorio, y genera un buen nivel de dificultad, sobre todo si nos topamos con varios enemigos a la vez, un factor que pone a prueba nuestras habilidades a los mandos.
Apartado gráfico y sonoro
A nivel visual se observa a la legua el buen hacer de Red Mountain, con buenos acabados a nivel de texturas e iluminación, además de incorporar un buen número de elementos en pantalla sin ralentizaciones a nivel de fluidez, ya que corre a una tasa de 60 fps sin bajadas, ni cortes abruptos.
El diseño de los diferentes niveles es rico en contenido, y son variados en su presentación, pasaremos por zonas selváticas, ruinas, o espacios más urbanos de la época, lo cual suma inmersión, y sabe compaginar todo ello de forma acertada con la ambientación futurista. Todo lo jugado con Sun Wukong me trae muchos recuerdos de juegos clásicos de plataformas, y eso es una buena señal.
A nivel sonoro cuenta con una banda sonora que pasa a un segundo plano, sin destacar en la exploración o en la acción, pero que sabe acompañar durante las casi 7 horas que dura la historia principal. El título cuenta con localización al castellano, y las pocas voces que hay presentes son inventadas para la ocasión, con un idioma propio.
Conclusiones
The Crown of Wu es una amalgama de buenas ideas que nos traslada a los juegos de plataformas clásicos de forma acertada y bien ejecutada, pero falla en no mostrar un mayor abanico de posibilidades jugables con los elementos, y en la escasez de habilidades a la hora de afrontar los combates, con todas la gama de acciones que podría aportar un bastón mágico.
Es un juego que sabe divertir, y sabe que te enfrentas a zonas de plataformas que hacen que pienses cada salto y cada movimiento, porque en ocasiones hay que repetir todo el proceso para alcanzar nuestro objetivo, y eso es todo un homenaje a todos esos videojuegos de plataformas que no nos lo quisieron poner fácil.
Vine por su planteamiento souls, y me quedé por su sistema de puzles y plataformas, que han conseguido diversión directa y sin tapujos, ojalá hagan una segunda parte con todos los elementos pulidos, porque tiene mucho potencial.
