Estamos ya muy cerca de caer de bruces con el 14 de febrero, El Día de los Enamorados, esa fecha especial donde millones de enamorados declararán su amor hacia la otra persona.
Y en esa tesitura se encuentra el nuevo título de Echo Chamber Games. ¿Conseguiremos triunfar en nuestra primera cita o será un auténtico desastre? ¿Somos unos cracks en el mundo de los citas o más bien estamos para que nos echen de comer aparte?
Vamos a averiguarlo. Bienvenidos al análisis de Table Manners.
First dates… digo: Table Manners
Esto de las primeras citas siempre me ha puesto muy nervioso. La mayoría de las veces cometo tantos errores que, al final, acaban siendo un desastre. Pero esta vez era diferente. Ella era diferente. La primera vez que la vi en la aplicación de citas del teléfono móvil no pude evitar sentir un interés especial.
Es por ello por lo que, en la primera cita, no quería meter la pata. La invité a un bar de moda donde las luces están a media potencia y la música jazz acompaña las veladas románticas.
Nada podía fallar, lo tenía todo planeado. Es por eso que, cuando estábamos los dos sentados, un uno frente al otro, dejando que nuestras tímidas miradas se cruzasen brevemente, hicieron acto de presencia los nervios, esos invitados incómodos que nadie quiere. Fue ahí donde los movimientos de mis manos se volvieron torpes e incoherentes. Ella, sonriendo, me pidió que encendiera la vela. Yo, con movimientos nada decididos, conseguí encender una cerilla y, finalmente, la vela que haría brillar nuestra historia de amor. Unos centímetros más cerca y ella habría ardido.
Ella me pidió que le llenase la copa de vino. Yo, torpemente, conseguí hacerme con la botella y verter su oscuro contenido en el interior de su copa. Todo iba bien, los nervios estaban controlados y nuestras miradas continuaban encontrándose tímida pero decididamente.
Hasta que ella me pidió que le pusiese sal a la carne y a las patatas. La sal saltó alegremente por toda la mesa, llenándolo todo de perlas preciosas. Pero el auténtico desastre llegó con la sangre... digo... con el ketchup. Nunca hubiera imaginado que una velada romántica, una primera cita, podía acabar de aquella manera. Nos bañamos en esa substancia roja. Pero, aún y con todo, ella no se enfadó. La mujer que tenía frente a mí comprendió que los intentos de quemarla, de atravesarla con el tenedor y de romperle la botella de vino no fueron más que fruto de los nervios.
Básicamente esto es lo que nos ofrece este simulador de primeras citas: la oportunidad de cometer los peores errores que se pueden hacer en un primer encuentro con la persona a la que amamos.
Iremos recibiendo mensajes en nuestro teléfono móvil con proposiciones de citas. Las aceptaremos y nos citaremos con esas personas en diferentes escenarios. Cada una de nuestras citas tendrá gustos y necesidades diferentes, así que tendremos que ser hábiles y rápidos a la hora de cumplir con todo lo que nos piden. Dependiendo del éxito de la velada conseguiremos mayor o menor puntuación, lo cual nos ayudará a conseguir todas las estrellas de cada una de las citas.
También decir que podremos “progresar” con nuestras relaciones a través del chat de la aplicación, o bloquear aquellas personas con las que no queramos tener ninguna segunda cita.
Que torpe soy, no eres tú, soy yo
La clave de todo la tiene el sistema de control. Moveremos la mano con el ratón y el teclado, pudiendo girarla a derecha y a izquierda, subirla y bajarla, acercarla y separarla y coger objetos. Si un objeto de cae de la mesa volverá a aparecer en pantalla. Digo esto porque es muy fácil que todo acabe por los suelos. Y básicamente esto es todo. Esto y la física de los objetos, que hace que todo sea un poco más complicado de lo normal.
Al principio todo parece estar bajo control, pensamos cada uno de los movimientos, los ejecutamos con la precisión de un cirujano y conseguimos los objetivos marcados. El problema es cuando el tiempo aprieta o cuando nos ponemos nerviosos de verdad ya que será cuando cometamos los mayores errores en nuestras citas.
A todo esto hay que añadir que todo está diseñado para que cada cita sea un auténtico desastre, con lo cual no te preocupes si la cita acaba en fracaso. En tal caso siempre podrás pensar que el resultado se debe a los nervios y no a tus dotes de ligar.
El aspecto gráfico es muy cartoon, algo que encaja a la perfección con el estilo humorístico que impregna el título. Todo está muy cuidado y la música encaja perfectamente creando un ambiente muy propicio para este tipo de encuentros.
Pero, ¿consigue ser divertido? A medias. Divierte un rato, pero al final, el juego consigue más ponerte nervioso que no divertirte. Y esto no me acaba de convencer. Con lo cual recomendó jugar con más personas a nuestro alrededor, que es ahí realmente donde puedes llegar a divertirte, disfrutando en grande del desastre que ocurre en pantalla. Otra opción es dedicarte a boicotear la cita.
Conclusión
Lanzar un simulador de citas el 14 de febrero coincidiendo con el Día de los Enamorados o San Valentín es una jugada maestra. El producto podría haber sido mejor. Divierte un rato, pero te acaba poniendo muy nervioso. Pero tampoco es un mal juego, da para lo que da. Entiendo que a cierto sector de jugadores y youtubers les divertirá mucho, pero da para poco más, a no ser que realmente te lo tomes como algo muy serio e intentes superar todos los retos y citas que presenta el juego. Si vas por esta línea, te encontrarás con un reto exigente.
De momento sólo llega a PC. Está traducido al castellano y funciona en la mayoría de PC's ya que como requisitos mínimos pide un i5 760 y una tarjeta gráfica Nvidia GTX 460 o equivalente, aunque se recomienda un i7 6600 y una tarjeta gráfica Nvidia Geforce 1060 o equivalente. El juego ha sido analizado en un ordenador portátil con i7 y una Nvidia 1050 en ULTRA sin ningún tipo de problema.
