Recuerdo las navidades de 1991 de una manera muy especial. Ese año, en esas fiestas, una mascota hizo su aparición en casa de mis padres para quedarse para siempre en mi corazón. Al árbol de navidad, a la decoración típica de tiras y luces de colores colgadas por todas partes, al pesebre montado sobre el recibidor de casa, un pequeño erizo azul se unió a la fiesta.

Debajo de una manta descubrí la caja que contenía la Sega Megadrive. Cuando la abrí me encontré con una maquina de diseño casi futurista, dos mandos con formas de medias lunas, un montón de cables y dos videojuegos de regalo; Altered Beast, al que le eché muchísimas horas y con el cual pude decir la aquella frase de: "la recreativa en casa" ; y Sonic the Hedgehog, la nueva mascota de la gran SEGA.

A partir de ahí ya te puedes imaginar el resto de la historia; miles de horas jugadas a Sonic, buscando cada uno de los secretos que ofrecía mientras descubría los diferentes caminos que cada fase escondía y disfrutaba de unas melodías que se han quedado para siempre grabadas en mi cerebro.

Desde entonces han ido apareciendo varias entregas del juego del erizo azul, siendo las mejores las de Sega Megadrive y las peores muchos de los engendros que salieron a posteriori. Es por eso que, cuando en su día anunciaron la aparición de un Sonic 4 dividido en dos partes y aseguraron sus creadores que volvían oficialmente a los inicios de la saga, no pude más que alegrarme y esperar esperanzado...

... y la esperanza se convirtió una vez más en decepción. SEGA casi acabó con su mascota. Tiempo después anunciaron ese Sonic Generations, en el cual los fans más antiguos de Sonic y los más nuevos íbamos a disfrutar por igual y, esta vez si, el juego iba a suponer una vuelta a sus inicios. Esta vez el experimento no salió del todo mal, pero Sonic Generations sigue estando lejos de ese primer Sonic y sus secuelas más inmediatas.

Y finalmente, después de varios intentos por parte de Sega de volver a poner a Sonic en el lugar donde se merece estar, hizo algo inteligente; ya que ellos no estaban al nivel necesario para hacer un buen juego de Sonic plataformero (Sonic All-Stars aparte, siendo éstos de carreras estilo Mario Kart, muy buenos por cierto) echaron mano de los fans, aquellos verdaderos defensores de la esencia y del significado de Sonic.

Y es así como contactaron con el programador independiente Christian "Taxman" Whitehead quien ya había modificado los primeros Sonic mejorándolos y ampliándolos. Y para acompañar a "Taxman" en este nuevo intento de resucitar a Sonic, Sega contó también con los estudios indies Headcannon y PagodaWest Games, que habían trabajado en diferentes mods para juegos de Sonic, para que realizasen todo el trabajo de arte, diseño de niveles, audio y programación adicional.

Así que Sega creó un equipo de fans de Sonic para crear un nuevo videojuego de Sonic para los fans. La compañía nipona, a través de su filial americana, les ofreció todo el material que tenían (niveles descartados, diseños de escenarios modificados, animaciones que no habían podido integrarse en el producto final...) y les dio libertad creativa para modificar y crear todo lo que tuvieran que modificar y  conseguir programar el mejor Sonic desde el lanzamiento de Sonic the Hedgehog en 1991.

¿Lo han conseguido? Vamos a verlo.

La historia

Este Sonic Mania se sitúa justo después de los sucesos que tuvieron lugar en Sonic the Hedgehog 3 & Knuckles. Sonic y Tails están tranquilamente relajándose, cuando de repente Tails detecta una extraña energía desde lejos. ¿Una nueva Esmeralda del Caos?

Así que Sonic y Tails usan el Tornado para ir en busca de la fuente de dicha señal y se encuentran con la sorpresa de que el Doctor Robotnik también la había detectado y se ha hecho con ella. Sonic, Tails, y su nuevo aliado, Knuckles, deberán enfrentarse al Dr. Eggman y a los nuevos Hard Boiled Heavies en la lucha por esta nueva fuente de poder.

En este sentido nos os perdáis la magnífica introducción realizada con un estilo de serie animada que nos detalla todo esto y más. Podrás verla al cargar el juego si no aprietas ninguna tecla. En caso contrario te la saltarás siempre.

¿Cuántos mundos podré recorrer?

Una de las cuestiones que más me han gustado es cómo están dispuestos y entrelazados los niveles que forman los diferentes mundos que podremos recorrer en este Sonic Mania. Me gusta comenzar en la Green Hill Zone, donde el primer Sonic de 1991 hace su acto de aparición después de cantar el famoso SEEEEGAAAA y apretar un botón.

Aquí sucede lo mismo. El mismo cántico, los mismos gráficos pixelados (muy bien pixelados, por cierto) el fondo dando vueltas en vez de avanzar de derecha a izquierda y la entrada en la Green Hill Zone. Nada ha cambiado, ¿o si?.

Esto es lo mejor de todo. Sin que, en un principio, parezca que nada ha cambiado, iremos descubriendo pequeños cambios que irán haciéndose más perceptibles hasta encontrarnos en una fase totalmente diferente a lo que recordamos.

Los chicos detrás de este proyecto han conseguido cogernos de la mano y llevarnos desde lo clásico y antiguo a lo nuevo y moderno casi sin darnos cuenta, sonando las mismas melodías pero que van evolucionando entre los samples y la "falsa orquestación" sin que casi nos enteremos, viendo los mismos gráficos pixelados pero que realmente tienen mucho más detalle que el original y haciéndonos avanzar por infinidad de niveles clásicos y modernos al mismo tiempo, clásicos modificados y ampliados y otros modernos que tendremos que ir descubriendo.

Y esto es otra de las cosas que más me han llamado la atención; sin darme cuenta, casi por la inercia de los primeros títulos, me encuentro repitiendo niveles y buscando caminos alternativos por los que avanzar, y localizando las entradas secretas a las fantásticas fases de bonus que están inspiradas en los primeros juegos, pero también en el Sonic CD, aportando un cambio hacia el 3D pixelado muy llamativo.

Decir en este sentido que recorreremos mundos ya vistos en el pasado como el ya mencionado Green Hill Zone o Chemical Plant Zone, Flying Battery Zone, Stardust Speedway Zone, Hydrocity Zone, Oil Ocean Zone, Lava Reef Zone, Metallic Madness Zone, combinados con los nuevos Studiopolis Zone, Mirage Saloon Zone, Press Garden Zone o Titanic Monarch Zone.

Otro detalle a tener en cuenta respecto a los títulos originales es que las fases son de larga duración, es decir, las fases son largas, lo cual le añade más interés por encontrar esos secretos ocultos y los caminos alternativos.

Y a esto añado otra sorpresa que realmente me gusta mucho; es el echo de que cuando acabas un nivel directamente este nivel no se acaba, no hay ninguna pantalla de corte en medio, sino que el siguiente nivel es seguido, sin pausas, sin cortes extraños, sin interrupción de la partida, lo que hace que se note una continuidad entre un nivel y otro. Es algo que agradezco mucho. Me gustan estos enlaces, le da dinamismo al juego.

Finalmente decir sobre los diferentes mundos y niveles que la acción se desarrolla a través de 12 mundos y 24 niveles, que podremos repetir hasta encontrar todos los secretos disponibles e incluso reventarlos en el modo contrarreloj. Para ello podremos hacerlo con Sonic, con Tails, con Knuckles o con una combinación entre ellos.

¿Y los "píxeles" qué?

En este sentido hay que decir varias cosas. Primero: que los ojos no sangran al ver este juego en una pantalla HD de 40 pulgadas. Al contrario, ganan mucho y nos ayuda a ver cada uno de los detalles de cada gráfico que aparece en pantalla.

Se han incluido varios modos de visualización, para ver el juego como en los años noventa, es decir con una especie de cuadraditos negros formando una especie de malla o con franjas negras que atraviesan toda la pantalla (las resoluciones de las pantallas de aquél tiempo no tienen nada que ver con las actuales) para emular lo que sería jugarlo en un televisor antiguo de tubo.

También hay opciones de suavizado. Yo recomiendo dejarlo en la opción por defecto que es una extraña pero resultona mezcla entre lo antiguo (pero sin malla) y lo moderno.

Lo segundo que quiero destacar es el amor que desprenden cada uno de los diseños. Se nota el mimo, el cuidado, el amor (sí, lo repito), la pasión de los programadores por Sonic, y cómo han cuidado hasta los detalles más nimios o pequeños. Nada queda al azar. Todo está creado con sumo cuidado, respetando y exaltando todo lo bueno que puede aportar un título de estas características.

Esa melodía me suena, pero...

Otro gran acierto que han conseguido con este Sonic Mania es trasladarnos todas esas melodías que tenemos en nuestra cabeza a los tiempos modernos, conservando toda la magia que transmitían las partituras originales, así que disfrutaremos de las músicas originales con pequeñas modificaciones que las irán actualizando y modernizando sin perder la esencia de las originales.

Y para ello se han conservado también los diferentes efectos de sonido distintivos de Sonic, como el característico sonido al recoger los anillos o el particular sonido del salto que tiene el erizo azul. Con lo cual todo se mantiene pero al mismo tiempo evoluciona de manera muy sutil pero a una velocidad adecuada. Así que, sin darnos cuenta, estaremos disfrutando de las nuevas composiciones y de los cambios tanto o más que de las originales.

El control, otro gran acierto

Así es. El control de Sonic es simplemente perfecto. Los saltos, las inercias, los continuos giros, los impactos contra los enemigos y los saltos (otra vez) son como han de ser.

Estoy un poco cansado de algunos juegos modernos indies que intentan imitar los juegos de antaño y una de las cosas que suelen hacer es diseñar un control, sobre todo en los saltos, un tanto complicados de realizar por la poca precisión que tienen. En cambio, en este Sonic Mania todo está calculado al milímetro, todo funciona como ha de funcionar.

Esto es muy importante en un juego de plataformas, sobre todo que los saltos sean precisos y aquí lo son. Eso nos ayuda mucho en la lucha contra los Jefes medianos que aparecen entre fases, y sobre todo contra los jefes finales, que irán aplicando mecánicas cada vez más complicadas que tendremos que estudiar para poder derrotarlos. Y eso también lo encuentro muy positivo, ya que estarás continuamente a la expectativa diciendo: "a ver con qué nueva y mortífera mecánica me sorprenden ahora los programadores".

Rejugabilidad

La verdad es que Sonic Mania nos invita a jugarlo una y otra vez para descubrir los diferentes caminos, completar retos de tiempo o anillos, encontrar fases de bonus, desbloquear personajes y conseguir todas las medallas de plata y de oro.

A esto hay que añadir la inclusión del modo contrarreloj, con clasificaciones online, y el modo competitivo en el que podremos enfrentarnos a otro jugador (aunque también podremos jugar el título de manera cooperativa).

Así que, ¿cuánto puede durar el juego? La mejor respuesta es: todo lo que tú quieras, porque incluso cuando ya lo hayas descubierto todo y has conseguido todas las esmeraldas, querrás seguir jugando, no sea que te falte algo, no sea que haya un nuevo camino por descubrir, no sea que puedas llegar a descubrir una nueva fase que hayas pasado por alto en las anteriores visitas.

Conclusiones

Esta vez sí. Sega of America junto a Christian "Taxman" Whitehead, Headcannon y PagodaWest Games han conseguido crear el mejor Sonic de todos los tiempos (con permiso del primer Sonic the Hedgehog).

Con este título consiguen volver a poner a Sonic en el pedestal que se merece y del que nunca debería haber caído. Gráficos "perfectos", composiciones musicales llenas de magia, escenarios inteligentes que nos harán pensar y descubrir sus secretos, jefes medios y finales que nos pondrán a prueba a la hora de enfrentarnos a ellos, un control exquisito solo a la altura de los mejores del género, arte pixelado cargado de detalles y amor. Esto es todo lo que ofrece Sonic Mania junto a centenares de horas de juego.

Como decía dos párrafos atrás, esta vez sí que lo han conseguido. Este título lo ha conseguido. Por fin ha vuelto Sonic junto a sus amigos para hacernos disfrutar de lo mejor del género de plataformas en 2D. Un título del todo imprescindible.