En el mundo de los indie puedes encontrarte cualquier cosa, desde juegos que rozan el aprobado (o ni llegan) a verdaderas obras de arte. Shu es un título que se queda entre medias, está lejos de ser una obra maestra, pero es un juego bastante interesante. Se trata de un plataformas 2.5D con mucho arte en su diseño, que no te dejará indiferente.
Ha sido desarrollado por Coatsink, un estudio escocés de apenas 35 personas, que desarrolla juegos para móviles y tabletas, además de consolas y PC. Actualmente se encuentran trabajando en la realidad virtual, según afirman en su página web. Conforme empezamos el juego, veremos que el juego será simple y algo plano, pero a pesar del tamaño de la desarrolladora, es un juego entretenido, con una dificultad justa y bonito.
Acompáñanos en Sonyers a través de este análisis para que te puedas acercar al juego y conocer todos sus entresijos.
Historia principal
Tomaremos el control de Shu, un joven aldeano cuyo hogar se siente amenazado por un monstruo en forma de tormenta. Tras el augurio del sabio del pueblo, que intenta retener todo lo que puede a dicho engendro. Será en ese momento cuando nuestro héroe tomará parte de la situación y comenzará su andadura para encontrar a todos los aldeanos del pueblo, y librarlos de las nubes del mal.
El mapa se compone de 5 mundos, con 2, 3 o 4 fases en las que tendremos que demostrar nuestra valía. Cada mundo es diferente, y tiene sus propias características. En cada fase, para completarlas al cien por cien, debemos hacer varias cosas: primero, la más obvia, llegar al final, después capturar a todos los babies (son como pingüinos pequeños, hay 6 por nivel, y están escondidos), coger el trozo del mapa, y terminar dicho nivel sin morir.
Puedes hacer cada cosa por separado (y tendrás que hacerlo), porque es tremendamente difícil coger todos los babies sin morir, o llegar hasta el mapa. Deberás repetir varias veces cada fase para lograr todos los ítems. No obstante, no necesitarás hacer todo esto (es una tarea algo ardua y pesada) para progresar con la historia principal. Solo con llegar al final, podrás pasar a la siguiente fase.
Al final de algunas fases, tendremos un visita de cierto monstruo nuboso con el fin de hacernos correr como nunca, pues nos perseguirá y tendremos que poner a prueba los movimientos que hemos aprendido durante las fases anteriores.
Si quieres conocer algo más de la historia, que se explica de una forma algo escueta, deberás recoger todas las partes del mapa. Es difícil de explicar sólo con palabras, así que en Sonyers os hemos preparado un vídeo en el que podréis ver algo más sobre el juego.
Jugabilidad
En cuanto a jugabilidad se refiere, el juego tiene un detalle que me ha gustado bastante. Tu personaje originalmente sólo podrá saltar y planear por las ráfagas de viento, y de forma muy simple. Lo lógico es que, siendo un plataformas en 2D moderno, tuviéramos más movimientos.
Pues así es, aprenderemos más movimientos conforme avancemos en la historia, pero será de forma temporal. Conforme vamos rescatando a los aldeanos, éstos nos acompañarán a lo largo de lo que queda del mundo en el que estaban, y nos proporcionarán nuevas habilidades (dos en cada mundo) que solo podremos utilizar cuando estén con nosotros. Si cambiamos de mundo, no tendremos esas habilidades.
Esta forma de avanzar me ha parecido curiosa, pues lo que han hecho es centrar todas las fases a dos únicos movimientos, y de una forma bastante buena. El juego no se te hace repetitivo, y esta es la característica que distingue al juego de los demás del mismo género. No te quedará más remedio que aprender bien los nuevos movimientos para cuando te ataque, como pasará en numerables ocasiones, el gran malo de la nube morada.
Dificultad
El juego en sí tiene una dificultad moderada. Como comentábamos antes, pasárselo al cien por cien ya es harina de otro costal, pero si nos centramos en disfrutar con calma de la historia y de los niveles, no ofrecerá un reto demasiado alto. Con esto no quiero decir que no os quedéis atascados en algún punto y debáis volver a empezar la partida, pues muy probablemente os pasará.
Empezaremos cada nivel con 5 vidas, y no serán acumulables. Tendremos distribuidos bastantes puntos de control desde los que volveremos a empezar si caemos o chocamos con algún objeto que no debemos. La idea es que en cada punto de control volverás a tener las 5 vidas, por lo que, en definitiva, tendrás cinco vidas para cada tramo del nivel.
La baja dificultad de la mayoría del juego radica en el número de puntos de control. Hay demasiados, pero esto hace que la experiencia sea agradable, como comentaré en el siguiente apartado.
Apartado visual y sonoro
Digo visual y sonoro, porque prácticamente es uno. No son un apartado del juego, son la esencia del juego. Los elementos sonoros son increíbles, brindando de una ambientación y recreación exquisita. Si queremos encontrar todos los elementos ocultos de cada nivel, deberemos estar pendientes de las pistas sonoras, pues la música cambiará cuando tengamos un trozo de mapa cerca.
Además, la banda sonora es bastante completa y bonita. En el conjunto, el juego te lleva a un estado de relajación de bastante calidad (excepto cuando seamos atacados por el malísimo del juego). Durante todas mis partidas tenía la sensación de que los desarrolladores del juego querían que me ahorrara mis ratos de meditación, y lo han conseguido.
En cuanto al aspecto visual, sin duda, es llamativo. El juego luce con un aspecto muy bonito y agradable. En cierto modo, me ha recordado a dos juegos muy diferentes, y por supuesto, salvando las distancias: el clásico The Legend of Zelda: Wind Waker y un juego de Rayman para smartphones y tablets llamado Rayman Jungle Run (pareciéndose mucho más al segundo, incluso en la mecánica del juego).
Conclusión
En definitiva, el juego es un plataformas, y en este género parece que está todo inventado. Es muy difícil innovar y ser diferentes. Pero tiene una esencia propia, transmitiéndote paz y sosiego en la partida. Como hemos dicho antes, los efectos sonoros y la música son maravillosos y los gráficos, llamativos.
Además de esto, el hecho de limitar las mecánicas del juego a dos tipos en cada mundo me ha parecido, cuanto menos interesante, explotándolas al máximo, pero durante poco tiempo. Esto aporta variedad al juego, proporcionando diferencias claras entre los mundos.
La mayor pega es la duración. Si no te interesa demasiado coleccionar los objetos, no te proporcionará más de 5 horas (si vas bastante lento, todo hay que decirlo), pero si lo que buscas es un apartado visual vistoso, una banda sonora magnífica y relax, este juego podría estar dentro de los candidatos a estar en tu biblioteca particular.
En definitiva, el juego no es una obra de arte, pero en Sonyers pensamos que es importante dar una oportunidad a los pequeños desarrolladores que se esfuerzan y se implican en hacer las cosas bien, y sin duda, este juego es un gran ejemplo.
