Este análisis ha sido realizado gracias a una copia versión 1.02 facilitada por Meridiem Games, título ya disponible en Nintendo Switch, PlayStation 4 (versión analizada), Xbox One y PC.

Sayonara Wild Hearts es una especie de juego de recreativas de acción y ritmo, conforme avanzaba en los niveles, empecé a deleitarme con los distintos sabores que ofrece. En términos de videojuegos, sentí que era una curiosa combinación entre Thumper, con una pizca de Fe, Superhot y Persona 5 (esto en cuanto a presentación).

Es bastante inusual que un juego rítmico se sienta tan fluido e interactivo como Sayonara Wild Hearts, lo cual ha cambiado ligeramente mi opinión sobre los juegos del género.

Me había visto tráilers y me había robado la atención, mas, estamos en días donde muchos juegos están siendo lanzados y fácilmente un juego tan modesto como el que hoy les platico se puede perder.

Debo decir que los vídeos en YouTube no le hacen justicia al título, es necesario experimentarlo y jugarlo directamente. Ahora, llego al Sayonara Wild Hearts sin expectativas y con mucho entusiasmo.

Una historia de amor sin la melancolia

Al comienzo Wild Hearts se siente con una atmosfera de cyberpunk o quizá como esos vídeos que vemos en YouTube de música synthwave, inmediatamente está claro que estamos ante un juego de video musical interactivo. La estética cyberpunk está combinada con un neón purpura, escenarios futuristas que coquetean con escenas del presente y una fantástica banda sonora.

Al ser un juego de ritmo musical, la banda sonora cuenta con ritmos y efectos de sintetizador de alta calidad. Me ha molado que el estilo de juego empieza a lanzarnos pequeñas curvas de dificultad con cada nivel que superamos, haciendo que se sienta un cierto nivel de progresión y no solo la vacía superación del nivel sin sentido con una puntuación elevada.

La narrativa del juego sigue de forma baja la historia de una protagonista que ha sufrido un corazón roto, y avanzamos en un su camino a través de una patineta, motonetas y Eventos de Tiempo Rápido, a persecuciones en movimiento lateral.

A pesar de tener sus raíces en el género del ritmo, Sayonara Wild Hearts es menos rígido en comparación con otros similares, se siente mucho más orgánico, y el movimiento es bastante fluido. La mayoría de la jugabilidad nos emplaza a recolectar series de corazones para conseguir un alto registro y, en consecuencia, entrar en una tabla de clasificación al final de cada nivel.

Jugabilidad sencilla con dificultad en aumento

Ahora, si bien es cierto que no morimos ni perdemos vidas, nuestra progresión se puede ver cortada de forma estrepitosa. Verbigracia, no movernos a tiempo para poder atravesar un callejón o por caer en un abismo. Reapareceremos no muy lejos para repetir la escena, mas, las posibilidades de sufrir un deterioro en nuestra clasificación empezarán a afectarnos.

Si fallamos de forma continua o más de tres veces una sección, el juego nos ofrecerá la posibilidad de saltar la sección y dejar de sufrir, lo cual nos puede dar cierta libertad de terminar la corta historia y no seguir sintiendo el estrés del fracaso.

Sayonara Wild Hearts no es un juego particularmente difícil. Básicamente es cuestión de sincronización y hacer la mayor cantidad de puntos al recolectar corazones, u obtener puntuaciones perfectas en los Eventos de Tiempo Rápido cuando enfrentamos a enemigos.

La dirección de arte es una verdadera delicia, se complemente de forma idónea con la banda sonora. La mayoría de las piezas musicales son instrumentales de electro-wave con vocalización ocasional. El tema principal es el desamor, las canciones no son melancólicas, aunque no son particularmente optimistas ni muy pegajosas.

Ritmos bastante divertidos

Sin embargo, cuando fallaba de forma consecutiva, me costaba trabajo volver a encaminarme al ritmo del juego donde la canción se cortaba abruptamente,  a pesar de que la canción y la vocalización se repetía sin parar al momento de mi reaparición.

El cortón entre cada fallo no rompe el ritmo del todo, es como cuando pausamos el juego, aunque si me hizo repetir las escenas en muchas ocasiones. Si los juegos de ritmo no son lo vuestro, lamentablemente la pasarás un poco mal en agarrar el ritmo.

La duración de Sayonara Wild Hearts es bastante corta. Fácilmente lo podemos completar en una sesión de juego, alrededor de una o dos horas dependiendo la pericia. El título tiene su merecida rejugabilidad aunque, en mi opinión, al superarlo no quedan tantas ganas de rejugarlo, y es más un juego para sesiones cortas entre juegos extensos.

En cuanto al idioma, con gran alegría os comparto que cuenta con textos y subtítulos en español y español latinoamericano. La narración es obligatoriamente en inglés, con la voz de la cantante y actriz Queen Latifah.

Su duración está por debajo de su alta calidad

En su rendimiento, Sayonara Wild Hearts es bastante estable. El título corre a 30 fotogramas por segundo a una resolución de 1080p y no detecte ninguna caída en los fps, algo bastante importante cuando hablamos de juegos de ritmo donde la fluidez es lo más importante.

Por otra parte, este juego se habría beneficiado mucho del uso de los cascos de Realidad Virtual de PlayStation, ya que su atmósfera radical y descafeinada habría enriquecido la experiencia. Debo decir que hubo momentos que sentí muy desconcertante algunas de las misiones, ya que el ritmo musical me desconectaba de lo que hacía en la escena.

El mando está muy bien calibrado al ritmo del juego, la vibración se siente muy natural al nivel de las canciones que vemos y escuchamos en pantalla. Demostrando que se ha hecho una competente adaptación al DualShock 4. Me ha gustado que se puede jugar con el joystick o el pad direccional, pero, la precisión es más evidente con la palanca del mando.

Conclusión

En general, Sayonara Wild Hearts es una vibrante y positiva experiencia. El maniobrar de nuestro personaje es correcto. No cuenta con muchas dificultades y se siente que el público objetivo es el casual, la posibilidad de desbloquear mejores registros de clasificación le agregan un cierto nivel de reto. Dejando esto por un lado, no hay mucho contenido adicional.

El gusto de escuchar las canciones y visualizar el estilo de arte, vale mucho la pena rejugarlo, como ya dije, es un juego muy corto ideal para jugarlo cuando deseas relajarte antes de ir a la cama.

Lamentablemente no cuenta con un apartado multijugador que me parece le iría bien. La mezcla entre varios estilos de juego lo vuelven un juego de ritmo que destaca un poco entre otros parecidos. La propuesta de Wild Hearts va por el camino correcto y me gustaría una secuela que expanda las ideas propuestas aquí.

Dónde comprarlo

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