Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Bandai Namco, título actualmente disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S, y PC.
Hoy os traigo uno de esos análisis que he disfrutado de principio a fin, tanto jugando, como escribiendo, una aventura divertida y desenfadada, y llena de personajes entrañables, en el análisis de Sand Land, acompañaremos a Beelzebub, Thief, y Rao en su viaje a través de dunas, escarpados cañones, y surcando historias para encontrar el manantial legendario.
Este título de ILCA y Bandai Namco proviene directamente del manga de Akira Toriyama, y su gran visión para crear historias y personajes, que vio la luz allá por el año 2000, y que llegó a nuestro país en un tomo único en 2008, el cual también tiene su anime recién estrenado en Disney +, pero, ¿Qué tiene esta historia para querer descubrirla?
Aunque no quiero adelantaros mucho, nos adentraremos en un viaje lleno de diversión, gracias a las batallas de vehículos, el tono de contestación del protagonista, y a una buena ristra de personajes muy característicos que tienen el sello del padre de Dragon Ball.
El manantial legendario
Los demonios viven “apartados” del resto de seres vivos dentro de Sand Land, la inhóspita tierra que queda tras la gran sequía, pero como cualquier habitante de estas tierras, necesitan agua para sobrevivir, así que, entre otras labores, se dedican al pillaje de las reservas de agua del Rey para sobrevivir. Y aquí es donde entra nuestro protagonista, Beelzebub, príncipe de los demonios, e hijo del mismísimo Lucifer.
Un día cualquiera, mientras jugaba con sus consolas, se acercó a su poblado el Sheriff Rao, quien, preocupado por la escasez de agua en su pueblo, decide emprender la búsqueda del manantial legendario que salvaría a todo lo que cubre el sol. Y aquí es donde comienza todo, con la petición de ayuda de un humano, que cambiará la vida de muchas personas, y de muchos demonios.
Beelzebub, Rao y Thief, amigo y “cuidador” del príncipe, se embarcan en este viaje para buscar agua suficiente para todo el mundo, en una historia bien cuidada gracias a sus personajes, y las emociones que transmiten muchas de las subtramas que nos encontraremos en el camino.
Pronto nos daremos cuenta que Beelzebub tiene un corazón tan grande como la maldad que dice tener, este contraste nos dejará encantados con sus respuestas y su forma de actuar, y será el personaje con el que jugaremos durante toda la travesía. Pronto se irán descubriendo diferentes capas de la historia, con algún que otro giro de guion, e inesperados aliados y aliadas, donde todo el mundo tiene su papel, y su significado.
La incorporación del personaje de Ann a la historia no solo es la excusa perfecta para tener a una mecánica de confianza para nuestros vehículos, también dará paso a la segunda parte de la historia, la de Forest Land, con un cambio total de paisaje, aunque esta segunda tanda de la historia no goza del mismo interés que la primera, nos sirve para profundizar más sobre el país vecino.
El primer tramo de la historia es bastante interesante, y refleja de forma fidedigna todo lo acontecido en el manga, con las necesarias incorporaciones para adaptar todo a un videojuego, pero de este título me quedo sobre todo con su concepto de viaje, como se va desmitificando el estigma creado en torno a los demonios, y cómo es la verdadera naturaleza de varios de los personajes, así como el toque de humor tan característico de su creador.
Navegando por las dunas
Para transitar por el paraje recreado en el juego, dispondremos de diferentes vehículos, variados entre sí, pero con el eje central en el tanque de combate, con su gran potencia de fuego. También dispondremos de saltadores, motos, coches, aerodeslizadores, una armadura de combate, entre otros, que no dejan de sorprender cuando creemos que ya hemos terminado el plantel de vehículos, porque aparecen otros tipos nuevos que debemos construir.
Aunque también manejamos a Beelzebub a pie, para ir de un punto a otro siempre es recomendable el uso de vehículos, tanto para encontrar ruinas, que hacen la vez de mini mazmorras donde encontrar materiales y tesoros, zonas elevadas con cofres, torres de radio que nos darán información de cada zona, o cuevas pequeñas donde conseguir minerales.
Su propuesta es la de tener iconos repartidos por el mapa, pero la mayoría son opcionales, y muchos los podremos visitar si adquirimos las misiones secundarias, la mayoría de ellas son una excusa para combatir, o para encontrar tesoros, ya que al visitar poblados y emplazamientos nos encontramos con personajes que necesitan de nuestra valentía.
El mundo de Sand Land es grande, donde, a primera vista, puede parecer vacío y sin contenido, pero por el tipo de terreno, y por la historia, no puede dar más de sí, aunque el reparto de enemigos por el mapa, así como los diferentes iconos, es algo repetitivo, pero siempre se disfruta un buen combate dentro del vehículo contra bandidos, dinosaurios, leones gigantes, y el resto de fauna que habita estas tierras.
La parte más curiosa de Sand Land, es que muchas de sus misiones secundarias se basan en hacer crecer el campamento base, establecido en la ciudad de Spino, gracias a ir captando gente para aumentar el nivel de población de la ciudad, y, por ende, su crecimiento. Cuantas más personas decidan establecerse en la ciudad, se abrirán nuevas tiendas, podremos obtener más misiones, y se generará un cambio significativo en la arquitectura, y planteamiento de la ciudad.
Aunque se queda en un dato casi anecdótico, tenemos la posibilidad de modificar y decorar varias habitaciones en el taller de Spino, con diferentes muebles y enseres, pero no afecta a ningún parámetro dentro del juego y es meramente por el gusto de modificar, y diseñar espacios, pero la cantidad de elementos de decoración es bastante extensa.
El plantel de vehículos
Cada vehículo nos das unas posibilidades determinadas, con el tanque de combate nos moveremos con más lentitud, pero tiene mayor poder de ataque, el saltador es más ágil, y podemos atacar con mayor verticalidad, pero su movimiento también es algo lento, por otro lado, las motos o vehículos ligeros son versátiles en cuanto a ataque y movilidad, aunque más susceptibles de recibir mayor cantidad de daños.
Una de las partes buenas es que el cambio de vehículos suele ser instantáneo, donde podemos llevar encima hasta un total de 5 gracias a las cápsulas instantáneas de almacenamiento, así que en las batallas hay que prestar atención al nivel de vida de cada uno, para adaptarnos a cada situación y evaluar qué tipo de vehículo es el más acertado contra cada tipo de enemigo, pero siempre podemos innovar y ponernos nuestros propios retos de enfrentar a enemigos con un vehículo determinado, y sumar dificultad.
Ya que, lamentablemente, el nivel de dificultad no es muy elevado, incluso en difícil no nos va a suponer un reto enfrentar a los enemigos, quizás a los jefes de ciertas partes de la historia, a minibosses repartidos por el mundo, o a nuestros objetivos en la parte de cazarrecompensas, que aguantan muchos golpes, pero con paciencia y esmero, acaban pereciendo.
Me habría gustado encontrar mayor nivel de dificultad, así como una mejora en la IA, ya que los enemigos repiten los mismos patrones, y no trazan una estrategia clara de acción, lo cual hace más sencillo aprender sus movimientos, y calcular bien como disparar los proyectiles. El juego nos da la posibilidad de usar objetos curativos, tanto para Beelzebub, como para los vehículos, así como diferentes potenciadores de defensa y ataque.
Cada vehículo cuenta con un arma principal, y otra secundaria, que podemos mejorar con materiales, o adquirir piezas nuevas, así como piezas de chasis, motor, o piezas de incremento de la movilidad, para mejorar parámetros como la potencia de ataque, la aceleración, la manejabilidad, entre otras, además de poder usar un turbo que viene bien en combate para esquivar, y para desplazarnos con mayor rapidez por el mapa.
El nivel de personalización de los vehículos es muy elevado, ya que podemos cambiar las pinturas, poner vinilos y pegatinas, y la modificación de las piezas suele traer un cambio en el aspecto estético. También disponen de un componente especial que se traduce en algún tipo de super ataque, como cohetes teledirigidos, un mayor nivel de impulso, o un escudo protector temporal, y una amplia variedad más.
Los tintes de RPG
Sand Land está planteado como un RPG de acción, y es en parte a sus mecánicas, y al sistema de progresión de los personajes, puesto que, en el combate a pie, como en el motorizado, nos acompañarán Roa y Thief, y Ann en ocasiones concretas, aunque en un papel menos activo que el del protagonista.
Los integrantes del equipo atacan de manera autónoma, podemos activar habilidades especiales de dichos personajes que desbloquearemos en el árbol de habilidades de cada uno de ellos, así como habilidades pasivas como una mayor tasa de aparición de objetos, o que el tanque de Roa, que se activa con una de sus habilidades activas, atraiga la atención de los enemigos.
El combate cuerpo a cuerpo es poco profundo, aunque aporta variedad a la propuesta general, y en varias ocasiones debemos realizar estos enfrentamientos de forma forzada, ya que pocas veces elegiremos esta vía en el mundo abierto. Las posibilidades con Beelzebun en este aspecto son algo limitadas, pero dispondremos de unas cuantas habilidades especiales de ataque que muestran su auténtico poder demoniaco.
Este título tiene algún escenario de sigilo que otro, pero es un añadido más, con poco peso, y que no aporta profundidad a la propuesta general, pero si nos dan unos momentos de descanso, donde debemos medir bien nuestros pasos.
Apartado gráfico y sonoro
En el apartado visual, el estudio de desarrollo ILCA ha seleccionado un cel shading muy pulido y bien ejecutado, con el cual ya tiene experiencia en One Piece Odyssey ya que casa muy bien con todo el planteamiento general, y parece que estemos viviendo el anime de principio a fin, un hecho que suma muchos puntos a la hora de adentrarnos en su mundo.
No he encontrado problemas de rendimiento de ningún tipo en PlayStation 5, y, aunque no se puede seleccionar entre modo rendimiento, o calidad, la tasa de FPS se mantiene elevada y constante, con una buena distancia de dibujado, y animaciones muy propias de la serie, que se traduce en una gran experiencia jugable.
En el apartado sonoro tiene todos los alicientes bélicos en cuanto a los vehículos se refiere, y la banda sonora, aunque repetitiva en ocasiones, nos acompañará durante toda la aventura para amenizar las caminatas, y transformarse durante los combates. En cuanto a la accesibilidad, faltan diferentes opciones como opciones de alto contraste, o notificaciones sonoras, y visuales, el juego nos llega con voces en inglés o japonés, con subtítulos al castellano, pero si nos da la posibilidad de modificar el tamaño de los textos, o quitar el tambaleo de la cámara, así como modificar el nivel de dificultad.
Conclusiones
Estamos ante un juego que entiende bien el concepto de viaje, sobre todo en las conversaciones espontáneas que se producen entre el elenco protagonista según avanzamos por las dunas y desiertos, pero se repiten las mismas en numerosas ocasiones, y me ha faltado más profundidad en este aspecto, pero, sobre todo, nos da libertad para poder movernos por el mundo, y descubrir paso a paso las diferentes capas de la historia.
Los combates en los vehículos son toda una delicia jugable, ya que entra en juego el cálculo de la trayectoria de los proyectiles, así como la velocidad, la resistencia de nuestro armazón, y varias cuestiones más bastante interesantes, a las cuales hay que sumar el gran nivel de personalización de cada vehículo, que aumentarán de nivel como un personaje más al invertir unos materiales determinados.
Una de las partes donde más he conectado, es en las relaciones que se establecen entre los personajes, la evolución que se produce entre varios de ellos, sobre todo con los tres protagonistas, que enseñan muchos buenos valores importantes de aprender, como la empatía, el apoyo mutuo, y el mero hecho de remar en sintonia ante la adversidad, sin olvidar en todo momento el humor que desprenden varios de los personajes como Thief, o el principe de los demonios, que animan cada tramo del viaje, transmitiendo grandes sensaciones al jugador o jugadora.
En definitiva, Sand Land podría pulir varias de sus mecánicas, y haber profundizado más en aquello que se le da bien, pero me he sentido dentro de un patio de recreo gigante, con una gran sensación de libertad, donde hay un sentimiento profundo de viaje, de construir caminos y relaciones de amistad, mientras disfrutamos de los personajes creados por el gran Akira Toriyama, que nos deja un legado que he podido sentir dentro de la propuesta de Bandai Namco, e ILCA con este lanzamiento.
