Después de ofreceros nuestro primer contacto con el dispositivo de realidad virtual de Sony, venimos dispuestos a explicaros cada detalle, sin entrar en tecnicismos, de lo que hemos podido experimentar con PlayStation VR. Hace unos días os traíamos un reportaje en vídeo sobre una prueba que hicimos con el dispositivo en Tenerife, y ahora nos toca a nosotros dar nuestra visión y contar nuestra experiencia.
Sin duda, la apuesta por el futuro de los videojuegos de Sony no deja indiferente a nadie, y nosotros no íbamos a ser menos. Después de traeros un sinfín de noticias sobre la realidad virtual (y las que quedan), hemos podido probarlas, trastear con ellas y acomodarnos en nuestro sofá a la vez que en un mundo que poco tiene que ver con lo que vivimos en nuestro día a día.
No entraremos en juegos específicos ni nada por el estilo, pues queremos explicaros cómo es la experiencia en general de las gafas. En los análisis de cada juego entraremos en detalles concretos de cómo se comporta el dispositivo con el mismo. ¿Nos acompañas?
Primeros pasos
Una vez que saquéis todo cuidadosamente de la caja (por cierto, más pequeña de lo que te imaginas) y coloquéis todos los cables y aparatos que vienen dentro estratégicamente y en un lugar seguro, tocará ponerse manos a la obra y conectar el dispositivo.
Lejos de ser algo complicado, es tedioso y, sin ahondar de momento mucho en el tema, hay muchos cables que conectar. Pero los menos manitas estarán de suerte, pues vienen con un manual de instrucciones feo de grande en el que podréis hacer todo paso a paso, y viene explicado de una forma muy simple. Además, los cables vienen marcados con un número para identificarlos. Vamos, que no tiene pérdida.
Una vez que tengas todo preparado, quita todos los objetos de alrededor y toca sumergirse de lleno en la experiencia de la realidad virtual. Si no lo habéis visto ya, podéis ver el unboxing del dispositivo aquí.
Colocación de las gafas y comodidad
Si miras las fotos de las gafas pensarás que al rato de tenerlas puestas tendrás un dolor de cuello impresionante. Nada más lejos de la realidad. Son muy ligeras y cómodas. Antes de ponértelas ya intuyes que cuando las tengas bien colocadas será como si no llevaras nada.
Al principio es un poco raro, pero en cuanto te acostumbras, te pondrás y quitarás las gafas con una facilidad alucinante. La PS VR se coloca de la siguiente manera:
- En primer lugar te colocas la diadema de modo que el visor te quede delante de los ojos y la parte de atrás en una zona cercana a la nuca. Tiene que estar baja para que veas con claridad.
- Una vez lo tengas colocado, detrás de la cinta tendrás una rueda que al girarla, se tensarán las gomas y así podrás apretártelo. Para liberar esa tensión, las gafas cuentan con un botón blanco en la misma parte del dispositivo.
- Por último, tienes en la parte inferior del visor un botón que deslizará el mismo hacia delante o hacia atrás. Cuando lo tengas pegado a la cara, las tendrás bien colocadas.
Una vez que tengas las gafas colocadas, te darás cuenta de algo que no pasa desapercibido. El cableado te limitará demasiado, y quizá se puede convertir en algo grave en juegos que requieran algo más de movimiento.
Configuración inicial y modo cine
PS VR cuenta con una suerte de mando a distancia en el cable en el que podremos conectar unos auriculares, subir y bajar el volumen y encender y apagar el dispositivo. Cuando lo encendamos por primera vez, tendremos que realizar algunos ajustes iniciales con el casco, y el sistema PlayStation 4 nos dará algunos consejos para colocárnoslo.
Una vez completado todo esto, ahí lo tienes. El menú de PS4. Si si, has leído bien, solo el menú de PS4 con las gafas es una pasada, pues lo verás directamente como si estuvieras delante de una pantalla enorme de cine. Y eso que sólo acaba de empezar. En un principio la sensación es extraña. Si no has probado nunca la realidad virtual, te sentirás raro sin duda, pero el período de adaptación es realmente rápido. La sensación de que estas realmente en un cine es espectacular, pero eso sí, para un rato.
Jugar a tu juego favorito de PS4 en un cine no será algo que podrás hacer todos los días, vale, estoy de acuerdo contigo, pero no jugaría a todos mis juegos con este modo. Desde luego que perderías muchísima calidad gráfica en algunos juegos de manera imperdonable. Esto nos lleva al siguiente punto: la calidad de la imagen proyectada.
Calidad
Este quizá sea uno de los puntos más flojos de las gafas. Hoy en día estamos acostumbrados a no ver un píxel por ningún lado. La pantalla de nuestros smartphones, nuestros ordenadores y televisores tienen una resolución abrumadora y ahora, con las PS VR parece que hemos dado un paso atrás... ¿o quizá no tanto?
A ver, no estamos hablando del mismo caso. Es verdad que las pantallas no tienen una resolución 4K, pero el problema es que, aunque el efecto estereoscópico y la comodidad del dispositivo nos engañe, las pantallas las tenemos muy cerca. Tendría que tener muchísima más resolución para que no percibiéramos ningún píxel, y esto seguro que subiría de forma exagerada el precio del dispositivo. Entonces, ¿de verdad merecería la pena? Eso lo dirá el tiempo y el cómo optimicen las compañías sus juegos para PS VR, pero en principio no lo veo tan necesario. No importará tanto ver los píxeles si esa deficiencia de calidad está compensada con la calidad de los juegos.
No obstante, no penséis que los píxeles son demasiado grandes. Se ven, pero son pequeños. Seguramente cuando las imágenes empiecen a llegar a vuestro cerebro, ni os deis cuenta. Y diréis entonces, ¿Cómo estás tan seguro de esto? Pues tiene fácil respuesta: la sensación de inmersión y el efecto 3D son increíbles. Es algo que no podemos explicar con palabras, pero de verdad tienes la sensación de creer que estás dentro.
Os recomendamos encarecidamente que las probéis, y sabréis a lo que nos referimos. La calidad de inmersión es algo subjetivo, habrá personas que tendrán más facilidad para adaptarse y percibir la sensación de 3D y personas que apenas lo aprecien. Aún así, este efecto es bastante fuerte, algo notarás seguro.
En cuanto a los materiales de fabricación, como podéis imaginar no son de una calidad exquisita, pero cumplen perfectamente con su cometido. El uso de plástico es lo que permite que sean tan ligeras y, afortunadamente, no parecen demasiado frágiles, punto a favor para un objeto que nos lo pondremos y quitaremos de la cabeza constantemente. Además, las partes acolchadas que tiene tanto en la parte delantera como trasera son de gran calidad.
Sensación de mareo
Bueno, hemos introducido este apartado aunque poco podemos decir. Conforme vayamos publicando análisis de los juegos en particular hablaremos más sobre este tema. Pero sí me gustaría dejar clara una cosa: la PS VR no te quema las retinas, no te marea y no se sacará los ojos de cuajo ni nada por el estilo. Podéis probarlas sin miedo y disfrutar de la experiencia.
Nosotros en todo el tiempo que hemos estado probándolas y trasteándolas no hemos sentido nada raro. Una vez que te acostumbras a ellas, no tendrás ningún problema, y como decíamos antes, este proceso es rápido. Cierto es que tenemos la sospecha de que en algunos títulos que impliquen movimientos rápidos de cabeza o demasiados objetos moviéndose de colores chillones, por ejemplo, alguna persona podría notar alguna sensación molesta.
De nuevo, la subjetividad de este campo se escapa de este análisis, pues hay personas más susceptibles a sentirse mareados con este tipo de tecnologías que otras. En este punto será necesario ser responsable y, si sientes algo de mareo, utilizar las gafas poco a poco, y no estar horas y horas seguidas con el dispositivo conectado.
Conclusión
En definitiva, es una tecnología a la que no estamos acostumbrados y demasiado nueva. El tiempo debe decidir si habrá merecido la pena dar el paso hacia el futuro de los videojuegos en esta dirección, o está en otra parte que tenemos que descubrir. Lo que sí podemos afirmar nosotros es que sin duda es una experiencia que debes probar, porque no te dejará indiferente.
Podríamos tratar la PS VR, en cierto modo, como una consola aparte, y siempre decimos lo mismo: una consola es buena si lo son sus juegos. Tenemos bastantes juegos disponibles desde el lanzamiento, y cada vez son más los que se van sumando a la lista, pero falta ese must have, falta ese buque insignia que haga que estos dispositivos se vendan como churros. Podemos darle tiempo, pero necesita ese título en un futuro no muy lejano, pues si no es así esta tecnología estará destinada al fracaso.
La cuestión de la relación calidad/precio es difícil de determinar, pues el dispositivo es bastante caro. Aunque si lo comparamos con el resto de gafas de realidad virtual, las de Sony son las ganadoras. Ese déficit de calidad de imagen es lo que hace que el precio del dispositivo no sea tan desorbitado como las de la competencia.
Tenemos que decir de nuevo que la experiencia con esta tecnología es muy personal y quizá no te llame demasiado la atención. De lo que no cabe duda es que si eres ese tipo de persona que quiere adelantarse al futuro y vivir la experiencia de visitar otros mundos, otras realidades y otras impresiones desde el salón de tu casa, este dispositivo podría ser un imprescindible.
