Este análisis ha sido realizado gracias a una copia actualizada a la versión 1.02.1431188 facilitada por DONTNOD, título ya disponible en PlayStation 5, PC vía Steam (versión analizada) y Xbox Series X/S.

Don't Nod es uno de esos estudios desarrolladores que se ha ganado su lugar en la industria de los videojuegos tras habernos traído los míticos Life is Strange, que al día de hoy es difícil no identificar al oír nombrarlo. Por ello, un nuevo título de este estilo es motivo de alta expectativa.

En esta ocasión nos traen Jusant, un juego de escaladas que toma su nombre del término francés y palabra marítima que hace referencia a una marea en retroceso, la cual resume muy bien el mundo en el que nos vamos a embarcar. Vamos al lío...

La historia

Jusant nos pone en los zapatos de una “exploradora” sin nombre que tiene como objetivo escalar una inconmensurable montaña en medio de un árido desierto. Su narrativa es bastante críptica al inicio, por lo que se vuelve imprescindible reunir las notas y documentos con información útil mientras progresamos explorando, en donde descubriremos los remanentes de una civilización que vivía rodeada de agua.

Asimismo, la tierra arenosa que ahora exploramos fue una vez un vasto sitio escenario rodeado de mucha vegetación y agua que, por alguna razón, ha cedido este espacio en una completa desolación desértica.

En la aventura nos acompaña una pequeña criatura que nos dará apoyo emocional en esta solitaria empresa, y que la mayor parte del tiempo se mantiene en nuestra mochila. No nos encontraremos con PNJs, por lo que la narrativa es bastante condensada.

Debo decir que estamos ante una narrativa relajada en la que, a pesar de tener un objetivo fijo, no somos presionados por el tiempo y avanzamos a nuestro propio ritmo; de igual manera me ha parecido brutal su conclusión, dejándome con una sensación de éxito ante las pocas respuestas que descubrí.

Jugabilidad

Al día de hoy son pocos los juegos que exploran la mecánica de escalar con la reducción de energía del personaje, el ejemplo más popular que me viene a la mente es The Legend of Zelda: Breath of The Wild y Tears of the Kingdom, así como el popular Genshin Impact, donde tenemos completa libertad para escalar, salvo con la limitación de una barra de energía que impide nos alejemos demasiado.

En la jugabilidad me ha sorprendido lo sencillo que es la escalada aprovechando el mando. Los gatillos se utilizan para abrir y cerrar el puño con una excelente sensación de progreso, y también unos ganchos con los que podremos fijar el progreso avanzado en la altura y evitar perderlo en caso de una caída.

Algo que me ha gustado es que el juego no nos lleva de la mano, nos permite avanzar según nuestra propia sensación de descubrimiento al encontrar caminos alternativos o callejones sin salida que nos obligan a buscar otra alternativa.

No tenemos vidas y se nota que el objetivo de Don’t Nod ha sido ofrecernos una experiencia segura que nos permita perdernos en nuestros pensamientos mientras intentamos llegar a lo más alto de la montaña con una perspectiva de tercera persona, y sea de paso, descubrir qué ha sucedido en este mundo donde predomina el calor y el desierto.

Aquí lo más importante es la resistencia, si al estar escalando se agota la resistencia, es posible descansar brevemente en una posición estática para recuperar el aliento hasta alcanzar una zona segura.

Es posible columpiarse aprovechando el impulso para llegar a zonas más altas, otra curiosa mecánica nuestra pequeña criatura acompañante en la mochila que nos mostrará el camino, con su pequeño eco que puede dar vida a enredaderas y arbustos que nos dan acceso a nuevas rutas para ascender y escalar.

Con nuestro progreso nuevas habilidades iremos obteniendo, como el doble salto y pitones que podremos clavar en la montaña para no perder nuestro progreso al desplazarnos. Otra forma de avanzar es caminando sobre las paredes para ganar impulso y dar un salto de un modo similar a lo visto en Assassin’s Creed.

Entre los coleccionables están las cartas y diarios que nos revelan los secretos de este mundo asolado por el retroceso del mar, otro consistente en unas conchas marinas que activan una cinemática que nos muestran los alrededores mientras oímos los sonidos de actividades que se realizaban en esos sitios.

Nos encontraremos hitos que son unos montones de piedras, frescos que nos mostrarán una pintura que representan el pasado y los altares que son una curiosa estructura mecánica que pondremos en marcha. Estos le dan muy buena rejugabilidad, ya que una vez superada la campaña, es muy probable habernos dejado atrás muchos de estos elementos, ya que hasta que lo terminemos podremos acceder a la elección de capítulos para recolectarlos de forma dedicada.

Los gráficos

En el estilo de arte le da atención especial a los entornos y se percibe mucha vida en la naturaleza, incluso la vegetación creciente como vides nos ayudan a avanzar en esos momentos en los que no hay un camino evidente.

El diseño de nuestra protagonista es interesante con una piel evidentemente afectada por la constante exposición al sol. Con mi progreso fui encontrando sencillos acertijos que enriquecían de maravilla mi exploración al sacarme de la potencial monotonía de solo escalar.

A primera vista, Jusant tiene un ligero parecido al mítico ICO, al ponernos en los zapatos de una joven aventurera solamente acompañados de un Balasto, la adorable criatura que nos ayuda en todo momento. Don’t Nod le ha dedicado mucho cariño a las físicas, ya que podemos utilizar nuestra soga para subir o descender a rápel, además de correr por las pareces para ganar impulso.

Estamos ante un juego bastante exigente: mi procesador es un AMD Ryzen 5 5600X, con 16 GB de memoria RAM, y una tarjeta gráfica Nvidia GeForce RTX 2060, y no pude llegar a los 60 fotogramas por segundo constantes, sino que tenía caídas de hasta 30 fotogramas por segundo, dependiendo del escenario y la carga gráfica, aunque sin ninguno tipo de bug o error en mi experiencia.

Este rendimiento irregular lo tuve con todas sus configuraciones gráficas al máximo en ultra, en una resolución de 1920x1080 y con Nvidia DLSS activado en modo calidad. En cambio, al bajar todas sus configuraciones a alto, logré tener un rendimiento estable de 60 fotogramas por segundo en todo momento, incluso manteniendo Nvidia DLSS activado en modo calidad. El cambio de calidad era algo notable, pero vale la pena a cambio de tener un rendimiento estable.

Sus requisitos recomendados son un procesador Intel Core i7-10700 (8*2900), un AMD Ryzen 7 3700X (8*3600), o uno equivalente, 8 GB de memoria RAM y una tarjeta gráfica Nvidia GeForce RTX 2060 Super con 6 GB de VRAM o una AMD Radeon RX 5700 con 8 GB de VRAM. Sin contar la memoria RAM requerida, son requisitos muy altos para un título de este estilo.

Banda sonora

En lo sonoro, realmente se percibe tranquilidad gracias a la BSO a cargo de Guillaume Ferran con un nivel orquestal flipante. Que la mayor parte del tiempo se perciben tonos de piano que hacen que la aventura se sienta inmersiva y relajante.

No cuenta con actuaciones de voz, salvo algunos sonidos y ecos que realiza nuestro pequeño acompañante para ayudarnos en la escalada, así como algunos sonidos de nuestra protagonista al escalar para expresar su esfuerzo físico, mientras que en los textos nos ofrece opción en español con una excelente localización al castellano para seguir los misterios y secretos que vayamos desvelando.

Conclusión

Jusant es una propuesta fresca y divertida como pocos juegos antes visto, Don’t Nod destacarse con esta aventura donde la escalada es el principal protagonista con mecánicas sencillas que con el progreso nos pone a prueba con nuevos retos que sacan provecho de las habilidades y herramientas que se basan en físicas reales.

Su narrativa a pesar de ser modesta, logra intrigar lanzando migas para ayudarnos a definir el mundo en el que nos encontramos. Eso sí, con un montón de documentos que hacen ignición en crear el misterio sobre qué es lo que sucedió con la civilización.

En el estilo de arte luce muy hermoso, con un rendimiento bastante bueno haciendo los ajustes previos en la configuración y una banda sonora pacífica con un toque de contemplación que ayuda a mantener nuestra atención en la aventura. Además de contar con textos en español.