Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Electronic Arts. Juego disponible en PC, PLAYSTATION 5 (versión analizada) y XBOX SERIES S/X.
Introducción
En mi vetusta etapa pecera, entre las generaciones de 16 y 32 bits, cuando los clones de Doom inundaban los ordenadores de medio mundo, recuerdo un título muy querido y aún recordado de nombre Heretic.
Eso de ir con un hechicero en modo primera persona, recorriendo los patios y pasillos de extrañas fortalezas medievales, sin duda tenía su punto.
Hoy, no sé ni cuánto tiempo después, llega a mis manos Immortals of Aveum, que inevitablemente me ha recordado a Heretic por su planteamiento, pero al mismo tiempo me ha demostrado el inmenso salto que ha dado esta industria, y también me ha hecho plantearme dónde estaremos en otros tantos años.
Dicho lo cual, vamos de lleno con el análisis de un juego que, os adelanto, me ha parecido injustamente tratado por la crítica.
De ratero a mago
Immortals of Aveum nos pone en la piel de Jak, un pícaro que vive en Seren junto a sus tunantes amigos.
Ya el inicio sorprende, pues la ciudad no es otra cosa que una interminable sucesión de puentes colgantes, empalizadas y casas de madera construidas a lomos de una inmensa muralla levantada por una antigua civilización. Bueno, al menos la zona llamada Bajopuente, ya que sobre el mismo viven las clases altas de esta sociedad a medio camino entre lo medieval y lo cyberpunk.
Otra cosa que sabemos de inicio, merced a una generosa introducción, es que en este mundo hay varios reinos siempre combatiendo en la llamada Guerra Perpetua, ya que cada uno quiere adueñarse de la magia.
Esta vez, como habréis adivinado, la china le toca a la ciudad de Seren cuando es invadida por las huestes de Rasharn, lo que trastoca completamente las expectativas vitales de Jak.
El muchacho no tarda en unirse al ejército regular de Lucium, el reino al que pertenece, en parte por venganza pero también movido por un instinto natural.
Al poco tiempo descubriremos que Jak es nada menos que un triarca, es decir un magnus capaz de utilizar todas las formas de magia. En este punto comienza realmente la aventura.
Magia que te quiero magia
Tres son los colores de las hebras místicas que recorren el mundo, y tres los tipos de magia derivada de las mismas: la azul, que representa la fuerza, las ondas, el impacto. La roja, encarnación de la energía y el calor. Y la verde, que otorga vida tan pronto como la consume.
En la práctica esta teoría bastante flipada se materializa en tres tipos de sigilos, que son unos exóticos guanteletes lanza rayos, bolas, chispas y demás florituras.
Como Jak controla todos los tipos de magia, apenas un gesto le permite cambiar de sigilo y por tanto de ataque. Esto serían las armas básicas de cualquier FPS, para entendernos.
Después tenemos unos hechizos de mayor nivel, que consumen barra de maná, así como otros menores que nos permiten, por ejemplo, hacer un salto doble, planear en el aire o levantar un escudo.
Completan el cuadro tres tótems o accesorios para ralentizar enemigos, aturdirlos y acercarlos a nosotros, aunque más tarde tendrán otros usos.
Algo que me ha gustado de Immortals of Aveum es que siempre hay hechizos por descubrir. Parece que ya vamos lo suficientemente preparados, pero aún así acudiremos con ahínco a esos altares que incrementan aún más nuestros poderes.
Por supuesto tenemos el típico árbol de mejoras según acumulamos experiencia, lo que nos permite potenciar todas las formas de hechicería aprendidas.
El mundo de Aveum
Antes hemos hablado de los albores de esta historia, pero merece la pena detenerse en ella para recalcar el gran trabajo que hay detrás, ya que Immortals of Aveum está sembrado de escenas cinemáticas que enriquecen la trama, con varios personajes secundarios a menudo ausentes en este tipo de juegos de acción.
El lore también está muy cuidado, con el típico glosario donde reunimos información de personas, ubicaciones, enemigos, poderes y elementos del mundo. Como he dicho antes, ya por la introducción a esta aventura se percibe una obra ambiciosa.
Los entornos invitan a ser explorados, ya que como viene siendo habitual muchas de las capacidades aprendidas nos permitirán acceder a zonas anteriormente vetadas. Esta exploración se puede llevar a cabo libremente a partir de un cierto punto, cuando se desbloquean una especie de portales dimensionales.
Y aunque luego hablaré estrictamente de los gráficos, merece la pena detenerse en lo que es la ambientación, formada por elementos naturales de este mundo precioso, así como de fortalezas, cuevas y otras estructuras interiores.
Immortals of Aveum recuerda en parte a Forspoken y el mundo de Athia, pero hace las cosas bastante mejor, empezando por unos personajes menos estereotipados y metidos con calzador, por no hablar de unas escenas cinemáticas a años luz. Y por supuesto acierta en otra cosa: no meter un mundo abierto para nada.
De este modo, al estilo God of War, Immortals of Aveum nos introduce en entornos grandes, pero claramente delimitados, interconectados entre sí por los mencionados portales.
La chispa
Os dije que Immortals of Aveum me había parecido maltratado por la crítica, y en este punto quiero detenerme porque yo soy un humilde redactor más. Formo parte de esa misma crítica y no me creo mejor que nadie, pero realmente tengo la sensación de que juegos como éste pagan el pato por no haber llegado a bombo y platillos, con toda una campaña publicitaria detrás.
Lo bueno de esto es que de repente te llevas una sorpresa mayúscula, ya que escribir en AllGamersIn me ha permitido descubrir algunos juegazos que de otra forma, basándome en su fama y no digamos en su valoración, jamás habría probado.
Aún así, pese a que Immortals of Aveum me ha gustado mucho y, sobre todo, me ha parecido un título con unos estándares AAA, bien es cierto que le falta la chispa.
¿A qué me refiero? Tenemos una historia cuidada, una ambientación trabajada, unos entornos preciosos, unos personajes desarrollados, unos gráficos punteros y una jugabilidad bien ajustada. ¿Qué pasa entonces?
No sabría deciros, pero jugando a Immortals of Aveum se echa en falta esa chispa que te hace ir corriendo a coger el mando como sólo los mejores juegos consiguen.
Quizás los enemigos sean algo anodinos, a pesar de haber bosses bastante impresionantes. Tal vez los puzles del mundo se notan metidos con calzador, claramente enfocados a alargar artificialmente la duración del juego. Y, aunque hay momentos sobrecogedores, es posible que la mayor parte del tiempo alternes zonas en que deambulas con otras donde hay que machacar a todo lo que se mueve.
Sin embargo, ¿acaso no son los recientes Doom un poco de eso? Immortals of Aveum es al nuevo Doom lo que Heretic fue al clásico, ni más ni menos.
Por tanto no es nada de lo anterior, y yo lo achaco más a una cuestión de carisma. De los enemigos, sin duda, todos demasiado homogéneos, pero también de los protagonistas. Se ve que hay muy buenas intenciones detrás, pero para entendernos Jak ni es Nathan Drake, ni Kratos, ni Ellie. Más interesante que la insulsa Aloy sí que es, todo sea dicho.
Apartado técnico
Como ya he mencionado, Immortals of Aveum es una obra con los valores de producción de cualquier título AAA, sin medias tintas.
Los gráficos son excelentes, totalmente de nueva generación (Unreal Engine 5) y moviéndose a 60fps muy sólidos, eso sí a 720p reescalados gracias a la tecnología FSR. En realidad destaca todo: expresiones faciales, animaciones, entornos, efectos, distancia de dibujado, elementos en pantalla... La mayoría de enemigos si acaso son más simplones, al estar embutidos en armaduras o ser directamente criaturas monstruosas.
Con respecto al audio, tenemos una magnífica banda sonora, que suele pasar desapercibida en muchos juegos pero aquí se disfruta de inicio a fin. El sonido le va a la zaga, y por si fuera poco tenemos un meritorio doblaje al castellano, lo cual es muy de agradecer a EA.
Conclusión
Immortals of Aveum es un buen juego, largo, con graficazos, excelente sonido, ideas ya vistas pero funcionales, y en general ambicioso y profundo.
Lo separa de la excelencia una cuestión de carisma. Jak es un personaje que cae bien de primeras, con quien es fácil conectar, pero tal vez te sientes demasiado como él. Es posible que en estas experiencias busquemos más creernos otras personas, héroes mucho más flipados, invencibles y osados. Y eso que Immortals of Aveum nos permite elegir entre varias respuestas para dar nuestro propio toque a las conversaciones.
Los enemigos, todos parecidos entre sí o en cualquier caso poco característicos, que tienden a quedarse en la distancia o en todo caso a avanzar hacia nosotros en línea demasiado recta, serían el otro elemento donde se aprecia esa falta de chispa.
Pienso que con personajes y antagonistas más interesantes, y algo más de intensidad en la trama, Immortals of Aveum habría sido un auténtico juegazo. Pero se tendrá que conformar con ser sólo bueno en unos tiempos de gran competencia, todo sea dicho.