Aunque reconocemos que el verano nos está pasando factura a la mayoría de la comunidad gamer, hay grandes incentivos que convierten esta calurosa época del año en la favorita de mucha gente: playa, vacaciones, y ahora Fire Emblem: Three Houses.

Por suerte las tres cosas pueden ser disfrutadas al unísono gracias a Nintendo Switch, que nos trae la primera entrega clásica de esta franquicia, resultando uno de los mejores títulos de lo que llevamos de año, que enganchará a los fans clásicos de toda la vida y a los recién llegados.

Por supuesto puedes saber qué nos ha parecido todo esto y mucho más si sigues leyendo el análisis que hemos preparado en AllGamersIn, ¿estáis listos para librar una guerra?

Las tres grandes casas se ven las caras

Esta vez la trama trascurrirá en el continente de Fódlan, dividido en tres grandes naciones y en cuyo epicentro se encuentra el monasterio de Garreg Mach, lugar que alberga a la Academia de Oficiales.

En la Academia se preparan los futuros gobernantes de este continente y también los mejores guerreros de cada nación, reuniendo casi por igual a plebeyos con la nobleza. Y aunque hace mucho tiempo que cayeron los albores de la guerra, nuevos presagios indican que algo podría suceder.

La historia traerá grandes momentos épicos contando con muy buenas animaciones

Nosotros como jugadores nos pondremos en la piel de un mercenario que ahora ostentará un nuevo empleo como profesor de estos alumnos, teniendo que decidir desde casi primera hora a que casa queremos pertenecer.

Y aquí es donde empiezan las grandes sorpresas, pues en Three Houses la aventura cambia radicalmente dependiendo de la nación a la que nos unamos, donde tanto las escenas como los diálogos con nuestros camaradas estudiantiles cambiarán en gran medida dependiendo de nuestra elección.

Este es el primer indicio de muchos que nos hace pensar que esta entrega de Fire Emblem es la más completa que hemos visto de lejos, pues casi podríamos hablar de tres aventuras distintas. Que si bien es cierto que la historia sigue casi el mismo curso en todo momento, gracias a nuestras decisiones y elecciones el título goza de una re-jugabilidad tremenda.

A menudo tendremos que dar una respuesta mientras avanzan las escenas, y con ello podremos mejorar la relación con nuestros aliados

Prepara bien a tus batallones, se acerca una guerra

Y no solo por el argumento pensamos que Fire Emblem: Three Houses es uno de los juegos más completos que hemos visto en los últimos años, pues pensamos que lleva el género del rol táctico a un nuevo exponente, donde la preparación antes de la batalla es tan vital como el trascurso de la misma.

A medida que avancemos en la trama iremos desbloqueando nuevas posibilidades para adiestrar y mejorar a nuestros personajes (y debemos de asegurar que lo hará a un ritmo muy correcto donde el aprendizaje está asegurado).

Aunque las tareas secundarias son algo sosas, la gracia está en mejorar la relación con nuestros compañeros

Equipar a nuestras unidades, mejorar nuestra relación con ellos para mejorar su compatibilidad en batalla, hacer que aprendan nuevas clases o resolver sus problemas con entretenidas (pero algo insustanciales) misiones secundarias, son solo algunos de los preparativos que tendremos que llevar a cabo en los muros de la Academia antes de empezar la batalla.

Pero recordad que ahora somos profesores, y como tal tendremos que dar clase a nuestros pupilos, es por ello que dependiendo también de nuestras tutorías mejorarán sus aptitudes en combate.

En resumidas cuentas, las posibilidades de este juego son casi infinitas y cada jugador encontraremos en él la posibilidad de jugar a nuestro modo; con nuestras unidades favoritas y haciendo uso de las cualidades que más nos gusten. La personalización es el rey.

Explorar la Academia o pescar y salir a comer con nuestros camaradas son solo algunas cosas de las que podemos hacer

El sistema de combate clásico con grandes añadidos

Ahora pasemos al plato fuerte, los combates. Y es que en Three Houses se recupera el sistema clásico y habitual de esta saga. Pero no solo su apartado gráfico es bestialmente bello (por no usar un calificativo menos adecuado), y es que tenemos nuevos añadidos que nos hacen vibrar de emoción.

En primer lugar, recuperamos la posibilidad de perder permanentemente a nuestras unidades si perecen en combate, aunque es opcional, siempre es recomendado jugar al sistema clásico. Este hecho hace que nos andemos con ojo a la hora de luchar y pensemos bien nuestra estrategia antes de ir con todo y perder a alguna unidad.

Aunque perder a nuestros aliados también puede acarrear giros en la trama del juego, realmente la muerte no es tan fácil como parece. Por un lado nuestras unidades siempre suelen ser más fuertes que las enemigas, y por otro, no tardaremos en desbloquear un sistema que nos permitirá retroceder en el tiempo algunos cuantos turnos, aunque también podemos modificar la dificultad.

Como decíamos antes, no solo es importante la relación alumno-maestro, pues también tendremos que fortalecer los lazos entre compañeros, lo que siempre se traducirá en ventajas en combate.

Poco más podemos decir del sistema de combate, que se ha vuelto muy visual y que nos ha encantado como en las anteriores entregas, pero que ahora además debemos gestionar de mil maneras antes de empezar la contienda, y nos vuelve locos.

Un apartado técnico inmejorable

Como podemos ver en las imágenes, el juego hace gala de un impresionante motor cel shading más notable que el visto en Warriors, la anterior entrega. Podemos asegurar que tanto a nivel de detalle como de calidad gráfica el juego es inmejorable en Switch, y aunque los gráficos cel shading pueden disimular alguna carencia, le sienta de escándalo.

Aprovechamos este apartado para recordaros que toda la aventura a excepción de las batallas, trascurrirá en los muros de la Academia, donde no solo tendremos mil cosas por hacer y tendremos que gestionarnos el tiempo libre (algo muy similar a lo visto en The Legends of Heroes: Trails of Cold Steel) si no que también podremos darnos una vuelta por sus grandes instalaciones.

Visualmente no solo es la mejor entrega por el hecho de que llega para una consola más potente, también tiene que ver que esta vez el equipo a cargo se ha roto por completo por ofrecer la experiencia audiovisual más grande de la historia de la saga.

Aunque el juego mejora mucho en el modo sobremesa, el modo portátil no se queda atrás, y quitando alguna resolución mejorable, o la aparición de textos muy pequeños, aseguramos que se disfruta a lo grande de ambas maneras.

Juegues donde juegues, lo vas a gozar

Conclusiones

Llegamos al final de nuestro particular análisis de Fire Emblem: Three Houses con la sensación de que nos dejamos cosas que nos han gustado de él por contar. Y es que no solo tendríamos que hacer una review descomunalmente larga para hablar de todas sus calidades, sino que además algunas pensamos que es mejor que lo descubráis vosotros mismos.

Tareas secundarias, preparación de combate, batallas muy estratégicas y la posiblidad de mejorar la relación con nuestros camaradas a la vez que cambiamos el curso de la historia, son solo algunas de las posibilidades de esta gran entrega.

Simplemente recordaros que Fire Emblem ha vuelto con una entrega clásica pero cargada de novedades y que sin duda estamos con uno de los títulos que os acompañará desde la mitad de verano hasta que termine el año.

Estamos ante una de las mejores entregas de la saga y cada céntimo que vale lo merece por la gran calidad de sus contenidos y el mimo ejercido en cada diálogo. No solo en los combates nos mantendrá enganchados, sino en todas sus posibilidades.

Dónde comprarlo

Una vez más podemos hacernos con él en formato físico contando con varias ediciones distintas como en formato digital a través de la tienda online de Nintendo.

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Reseña
Nota final
9.5
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analisis-fire-emblem-three-housesFire Emblem vuelve por todo lo alto con una de sus entregas más completas hasta la fecha, cargado de cotenidos por hacer y una gran trama como siempre. También su apartado jugable es adictivo y no solo nos mantendrá enganchado en las batallas, sino en los giros de su trama y en la relación con nuestros alumnos.