Este análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Koch Media, título ya disponible en Nintendo Switch, PlayStation 4 (versión analizada), iOS y Android.

Hace 17 años llegó a Gamecube, de la mano de la actual Square Enix, Final Fantasy Crystal Chronicles, una aventura de acción RPG que se convirtió en el spin-off del momento y encandiló a un buen puñado de fans de la franquicia.

Ahora una nueva versión remasterizada ha llegado a nuestras consolas y he tenido el privilegio de poder jugarlo y analizarlo para vosotros.

Una aventura épica por la supervivencia de la tribu

Hace muchos años un meteorito cayó y una niebla de gas tóxico llamada Miasma se apoderó del mundo. Ahora solo los monstruos pueden sobrevivir en esa niebla y los habitantes de Tipa han de partir año tras año a buscar gotas de Mirra para alimentar un cristal que les protege de la toxicidad.

Los héroes de Tipa parten año tras año enfrentándose a peligros inimaginables para mantener a salvo a sus familias y recolectar la Mirra necesaria para seguir sobreviviendo.

Así empieza nuestra partida, en la que elegiremos una tribu entre las cuatro disponibles. A saber: Clavates, Liltis, Yukos y Selkis. Crearemos a nuestro personaje eligiendo su nombre, sexo y diseño entre varias opciones (algo limitadas) y partiremos hacia la aventura.

Cada clan tiene sus propias costumbres

El juego ofrece la posibilidad de crear a varios personajes e ir intercambiándolos si lo deseamos. En vez de obligarnos a centrarnos en una única raza. Algo a tener en cuenta, ya que además de sus rasgos físicos diferenciados, cada tribu se especializa en un estilo de juego diferente.

Los Clavates son los más equilibrados y tienen grandes dotes para la defensa, protegiéndose a sí mismos y a sus compañeros con escudos de gran tamaño. En el caso de los Liltis su punto fuerte es la herrería, además son muy hábiles con la lanza y destacan sobre todo por ser muy tercos.

Los Selkies, en cambio, son astutos y esquivos, es por esto que el hurto es una de sus habilidades más destacables. Finalmente los Yukos son grandes alquimistas, saben controlar muy bien la magia e incluso pueden volverse invisibles.

¡A por la mirra!

Para avanzar en la historia iremos en busca de los árboles de Mirra y recolectaremos sus gotas mientras llevamos sobre nuestra cabeza un cáliz donde depositarla. Este artilugio, además, crea un círculo que nos protege de la temida miasma.

En el modo un jugador iremos siempre acompañados de un moguri que, si bien en ocasiones resulta algo pedante o incluso insoportable, nos ayudará a completar la misión cargando con nuestro cáliz.

Así pues, para realizar nuestra tarea tendremos que recorrer las diferentes mazmorras (o dungeons) y enfrentarnos a enemigos de lo más variopinto utilizando un sencillo sistema de ataques físicos y magia.

Si elegimos darle prioridad a esta última, disfrutaremos además de un ameno y divertido sistema de fusión de magias con el que seremos el terror de los monstruos que se interpongan en nuestro camino. No será raro enfrentarnos a Boms, Molbols, Tomberis y otros bichejos muy conocidos para los fans de Final Fantasy. Pero tened cuidado, porque un temible jefe final aguarda antes de cada Árbol de Mirra.

El remaster que conserva toda la esencia

En la versión remasterizada han querido apostar por el purismo y no han tocado el sistema de batalla ni los controles que, si bien a los fans de la versión de Gamecube les parecerá una reliquia encantadora, tal vez a los nuevos jugadores les parezca algo anticuada y simplona.

Aun así su mecánica sencilla, divertida y su aumento progresivo de la dificultad hará que recorras una dungeon tras otra y no puedas soltar el mando, ansioso por seguir explorando el mapa. Además han añadido mazmorras nuevas de dificultad superior que se desbloquean una vez finalizada la historia principal.

Lo que sí ha supuesto una mejora bastante notable son las texturas, las luces y la música. Esta última, que ya era una maravilla en la versión original, en esta remasterización ha sido ampliada y arreglada. Añadiendo nuevos temas a una BSO tan pegadiza que se nos enganchará en el cerebro y nos obligará a canturrearla durante horas.

También hemos podido comprobar que los menús han sido retocados y arreglados. Además, ofrece un modo multijugador online con cross-platform. Permitiendo a jugadores de Switch, PS4 y móviles jugar entre ellos sea cual sea la versión del juego que tengan.

Jugar con amigos siempre es divertido

Y es que el multijugador siempre fue un punto fuerte en Final Fantasy Crystal Chronicles. En su versión original varios jugadores podían interactuar offline con sus Gamecubes y recorrer juntos las mazmorras. Esto es algo que en esta nueva versión se ha perdido, en una apuesta clara y completa por el multijugador online.

He de deciros que he probado varias veces este modo y es tan divertido como adictivo. Los ataques conjuntos (en los que al combinar tus magias con la de otros jugadores estas son más fuertes y poderosas) me parecieron una auténtica maravilla. Además el chat en pantalla es fácil y cómodo de usar, y es de agradecer la facilidad con la que se encuentran las partidas online.

A pesar de eso, es cierto que tiene algunos fallos que, aunque vemos como poco a poco se van arreglando mediante actualizaciones y parches, hacen que la experiencia del jugador no sea óptima. Uno de los que se me han hecho más pesados, y que aún no han arreglado, es que cuando inicias una partida online si el juego no te empareja con nadie y terminas recorriendo solo la dungeon, el moguri que te acompaña en el modo un jugador no aparece. Lo cual dificulta bastante la misión.

La versión Lite gratuita, una gran apuesta

Eso sí, algo que me ha parecido un verdadero acierto por parte de Square Enix es la versión Lite. Una versión gratuita con la que podremos explorar todas las maravillas que el juego tiene que ofrecer. Y que nos dejará recorrer sin gastar un solo euro hasta tres mazmorras en modo un jugador y prácticamente todas las demás si jugamos con un amigo que tenga la versión completa.

Así que a pesar de que el juego tenga ya casi dos décadas, de que sus mecánicas queden un poco anticuadas y de que tenga algunos fallos en el modo online Final Fantasy Crystal Chronicles sigue siendo un spin-off más que digno.

Un juego con una ambientación maravillosa, una música de ensueño y un estilo chibi totalmente desenfadado, bonito y gracioso que enamorará tanto a nuevos jugadores como a aquellos que lo jueguen por primera vez.