Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Ziran. Juego disponible en PC, PLAYSTATION 5 (versión analizada), XBOX SERIES S/X y Nintendo Switch.

¿Qué estabas haciendo en 1992? Quizás andabas en el colegio coleccionando cromos, tal vez eras tan pequeño que tu madre te tenía que dar la comida imitando el ruido de un avión y puede que ni hubieses nacido… pues Ed Boon y John Tobias, bajo el mítico sello Midway Games, lanzaron Mortal Kombat en recreativas, y cambiaron el género de la lucha para siempre.

Tras un enorme revuelo por su excesiva violencia y los intentos de censura, el juego sobrevivió a políticos, asociaciones de padres y hasta a la iglesia, y después de multitud de entregas, algunas míticas, otras olvidables, nos llega ahora Mortal Kombat 1. 

Un juego que busca homenajear a la primera entrega, ahora ya de la mano de NetherRealm, que llevan un tiempo demostrando que la serie está en muy buenas manos. Una entrega que sirve tanto de secuela de Mortal Kombat 11 como de reinicio, un reseteo temporal que nos ofrece una vuelta a los inicios en muchos sentidos.

Vamos a analizar si este Mortal Kombat 1 se marca un buen Fatality frente a sus competidores o si estamos ante otra entrega más.

Mortal Kombat 1: Líneas temporales sin un DeLorean

Empezamos hablando de sus modos de juego y arrancamos con el single player. En este caso disfrutaremos de un nuevo de un más que sólido Modo Historia, para mi gusto el mejor que existe en la actualidad tanto a nivel técnico como de guión, ya fue magnífico el de MK11 y ahora NetherRealm ha logrado superarse, ofreciendo algo que cualquier fan de la saga debería disfrutar.

La historia gira en torno a un Liu Kang que se erigió como gran protector de la Tierra, creando una nueva línea temporal en la que sabiamente ha manipulado a los grandes malvados para que su destino nunca les lleve a un camino de crecimiento que les haga suponer una amenaza para una paz que procura sea eterna.

De esta manera podemos disfrutar de un Shang Tsung convertido en un curandero de pacotilla que malvive timando a los pueblerinos en un carromato ambulante, o un Raiden sin poderes trabajando en el campo junto a su fiel amigo Kung Lao. 

Como suele ser habitual en la serie, la ilusión de tranquilidad y paz dura poco, y oscuras conspiraciones quieren quebrar el plan aparentemente sin fisuras de Liu Kang procurando que vuelva la guerra y que los combates amistosos se conviertan en mortales de necesidad.

Más allá del interés del propio guión, lo que hace a la historia grande es que el río del destino parece que siempre encuentra su cauce, que los errores están destinados a repetirse, de descubrir esas pequeñas variantes y todo ese maremoto de guiños, de giros y sorpresas, y todo ello embutido en un magnífico envoltorio gracias a unas cinemáticas espectaculares (dignas de lanzarse como película en cualquier cine o plataforma) y con unas transiciones hacia los combates naturales y totalmente persistentes.

En lo jugable la mayoría de acciones son, como es lógico, combates, a menudo centrándose en un personaje durante 3-4 peleas (aunque haya más luchadores rondando por allí) salpicados por algún minijuego donde aporrear botones para darle un punto de variedad.

Por ponerle alguna pega, el juego podría ofrecer ciertas elecciones, por ejemplo poder cambiar de luchador cuando varios luchan a la vez (aunque entiendo que de esta forma el juego te va guiando para que los pruebes a todos) o permitir algunas variantes que puedan generar finales distintos, pues hablamos de un modo que se termina en unas 6 horas y que, de tan bueno que es, te deja con ganas de mucho más.

Torres e Invasiones, un clásico y una novedad

Más allá del típico Modo Versus donde poder jugar contra la CPU o contra otro jugador en la misma consola, también podemos volver a disfrutar de las clásicas Torres, donde volvemos a disfrutar de tres torres con diferentes combates que nos permiten desbloquear el final de cada personaje y que nos motivará a conocerlos a todos. 

También tenemos torres infinitas, que no deja de ser un Modo Supervivencia donde trataremos de sobrevivir al mayor número de batallas posibles. Todo ello, como en el Modo Historia, nos va dejando tras los combates todo tipo de desbloqueables, ítems que van desde equipamiento, variaciones en el actual, mejoras temporales y arte para que luego nos podamos deleitar con él desde el menú principal.

Pero vayamos a la novedad, el Modo Invasiones, que ofrecerá distintas temporadas en las que se irá desbloqueando un mini mapa que iremos recorriendo a modo de tablero. Sí, es lo que estáis pensando, NetherRealm se ha sacado de la manga una suerte de RPG para Mortal Kombat… y no les ha quedado nada mal.

Lo que tenemos aquí es una serie de casillas que iremos desbloqueando, la mayoría ganando combates simples, aunque también habrá peleas con ciertas variantes, como luchadores cuya defensa solo puedes romper con ciertos movimientos, la presencia de proyectiles que nos pueden dañar, y también minijuegos variados y que permiten que el modo no termine siendo una tediosa sucesión de combates.

También encontraremos pequeños diálogos de los “dueños” del mapa, minijefes (y un jefe final una vez completemos el tablero), peleas con varios enemigos consecutivos e incluso pequeñas torres a superar también con ciertas variantes.

Aquí el gran problema es que falta un poco más de variedad. No es lo mismo tener intensos combates mezclados con grandes CGs en el Modo Historia que luchar aquí en combates simples y a menudo demasiado fáciles que no tienen más motivación que desbloquear una casilla más y encima con el mismo fondo una y otra vez. Además los minijuegos no son muy numerosos ni están demasiado inspirados, y más allá de servirnos para desbloquear elementos, es un modo indicado para echarle un rato y dejarlo, porque enseguida te aburres de él.

Respecto al su parte rolera, a medida que mejoremos a nuestro personaje podremos ir asignando los puntos ganados para mejorar nuestra defensa, ataque, poderes, además de poder dedicar nuestras gemas a adquirir ciertas modificaciones con las que afrontar los combates con más garantías, como ganar resistencia al fuego sabiendo que nuestro siguiente rival va a ser Scorpion, o equiparnos con un amuleto que añada proyectiles a nuestro arsenal.

La idea es buena, el poder acomodar nuestro estilo de juego a nuestro personaje favorito, y aunque hay una extraña tabla de daños/resistencias innecesariamente compleja, se agradece el intento de NetherRealm de ofrecer algo no demasiado simple sin llegar a abrumar. 

 ¿Lo mejor? Su propia esencia de ir añadiendo temporadas seguramente sirva para que el estudio pueda tomar nota de sugerencias y vaya aprendiendo de errores, además de añadir motivaciones en forma de invitados, con unos luchadores en el horizonte donde ya se conocen nombres como Homelander o el Pacificador en el primer pack y se habla del Joker, Terminator T-800 o Ghostface, el malo de Scream. 

Multijugador, poca novedad al frente

Más allá del modo versus para pegarte con la CPU o con otro jugador en la msma consola, volvemos a tener pocas opciones en línea en Mortal Kombat 1, algo similar a lo que ya pasó en la entrega anterior.

De nuevo la cosa se reduce a una Liga (al mejor de 5 y subiendo de categoría), un combate simple y al Rey de la Colina donde seguiremos jugando rondas hasta caer derrotados.

Eso sí, la conexión ha sido bastante estable en todo momento, nuestros combates han sido fluidos y ofrecen recompensas, además de la ventaja de reiniciar contadores y tablas clasificatorias al final de cada temporada, lo que siempre anima a volver a pelear por estar entre los mejores.

Es cierto que la oferta de modos en línea es algo escasa, no hay salas, ni juego cruzado... pero lo compensa con la profundidad y duración de los modos single-player.

Jugabilidad, esquema clásico y kameos como novedad

Cuando hablamos de una saga con tantos años a sus espaldas y una base de fans tan fiel resulta difícil innovar, y si echamos la vista atrás nos damos cuenta que los intentos de reinventarse han resultado en su mayoría un desastre. ¿Por qué cambiar lo que funciona?

Y lo cierto es que Mortal Kombat 11 funcionó muy bien, así que este "reinicio" de la saga no es un reseteo como tal aunque su historia apunte a ello. En términos jugables estamos ante un panorama de lo más continuista, aunque con algunas novedades que por supuesto comentaremos a continuación.

En esencia Mortal Kombat 1 es un juego de lucha 2D de comandos más o menos simples, donde prima la violencia, la sangre, esos famosos fatalities que cada vez son más sangrientos (llegando a puntos cómicamente exagerados), a los que ya se les unió los Fatal Blows activados cuando nos queda poca vida y que, si no los repele el rival, lanzan una cinemática espectacular en la que vemos los huesos del rival en una macabra radiografía estallar en mil pedazos.

Mortal Kombat 1 no tiene tantas combinaciones de botones como otros juegos, aquí hay cuatro botones (normalmente dos de puñetazos, dos de patadas), agarre, bloqueo y poco más. Los golpes especiales no tienen tampoco grandes combinaciones y ni siquiera hace falta estudiarlos para que salgan casi solos.

¿Es esta simpleza negativa? Puede que para los jugadores más "Pro" sí, puede que esto limite un poco el recorrido del juego en el mundo eSports, pero tampoco lo pretende. Mortal Kombat 1 es un juego divertidísimo por su excesiva violencia, por su sencillez, porque es disfrutable desde el minuto 1, y eso no quita que también sea capaz de ofrecer un buen reto para los que busquen una experiencia exigente.

Como decía, a nivel jugable el título es muy parecido a Mortal Kombat 11, quizás notamos que los Fatal Blows, tan potentes y que tanto pueden cambiar las tornas, ahora tienen un puntito más de tiempo para que el otro jugador pueda bloquearlos (y no se puedan volver a lanzar pasado un tiempo). La gran novedad sin duda son los kameos.

Se trata de personajes de apoyo que escogeremos durante la elección de nuestro luchador, pero como su nombre indica son "cameos", apariciones fugaces que podemos activar para que lancen un ataque, a veces de forma independiente y otras incluso combinándose con nosotros (e incluso no atacar, sino ayudarnos a esquivar y así evitar un potente combo rival), e incluso participarán con nosotros en los fatalities y los fatal blows, que también es un punto de novedad muy fresco.

Es decir, que nadie se espere que estamos ante el típico juego de peleas tag 2v2 como hemos visto en Marvel vs Capcom o el más reciente Dragon Ball FighterZ, no podemos controlar a nuestros Kameos, y eso da un poco de rabia cuando ves que esos mismos personajes no son seleccionables en el roaster y entre ellos está tu favorito.

Esta novedad le da un punto estratégico al combate, podemos usarlos como decía para esquivar ataques, para alargar combos... aunque dependiendo del personaje su ataque podrá ser de tipo proyectil a distancia o más de cuerpo a cuerpo, así que dependiendo de nuestro rival podemos jugar con qué kameo nos interesa más en cada caso.

En general la novedad me ha gustado. Es cierto que cuesta un poco pillarle el punto, cuando salen los apoyos pierdes el control de tu personaje durante unos pocos segundos y no termino de entender por qué no podemos seguir pegando mientras nuestro kameo lo hace. Tampoco me ha gustado que hayan eliminado toda esa interacción que había con los escenarios y que a mí me encantaba en la anterior entrega, pienso que se podría haber integrado con los kameos perfectamente.

El roaster de luchadores, mucha ausencia pero mucho potencial que desbloquear

En una saga tan longeva y que ha tenido tantos luchadores es difícil saber qué número de personajes inicial es suficiente, va en gusto de cada uno. La cifra de 22 luchadores de base, o 23 si sumamos a Shang Tsung para los que hayan reservado, puede parecer suficiente o quedarse corta.

A nivel de números hablamos del título que menos luchadores tiene de inicio desde que se reinició en 2011, aunque los 15 kameos lo tapan un poco. Es verdad que están la mayoría de grandes y que vuelven grandes olvidados como Havik, Nitara o Reiko, pero también es cierto que no se ha añadido ninguno nuevo a esta entrega, y eso no le gustará a muchos fans.

Por otro lado que todos sean personajes conocidos también ayuda a la accesibilidad del juego, controlar a esos luchadores que seguro muchos conocen sus especiales de memoria y desde el primer momento ves que los manejas con soltura a pesar de que tengan pequeños ajustes y haya una pequeña curva de aprendizaje para todos. Además cada uno tiene un estilo muy diferenciado y están bastante equilibrados.

A pesar de lo que comento de la accesibilidad, el estudio ha incluido Modo Entrenamiento y Tutorial para que podemos hacernos unos expertos, y va desde los golpes más básicos a los combos más complejos, con muchos consejos y con un entrenamiento propio de Fatalities para que nos aprendamos la técnica y nos salgan "como churros".

Terminando con los personajes le tengo que dar otro pequeño "palo" a NetherRealm y Warner Bros. Games, y es que el título incide demasiado en desbloquear cosas, lo que podría pensar que incita a jugar más y más, pero también hay un sistema de monetización bastante agresivo para un juego de 80 eurazos, y entre los contenidos de la tienda de temporada, la tienda Premium y el santuario con recompensas aleatorias, sumado a todas esas misiones, los contenidos de Invasiones, el subir de nivel a los personajes, desbloquear decenas de skins y accesorios... y por supuesto todos esos personajes que irán llegando en Packs de luchadores y que derivarán en una "Ultimate Edition"... vamos, que si lo quieres tener todo todo todo prepara más de 200 euros y cientos y cientos de horas de juego.

Gráficos y sonido, impacto en la vista y el oído

Me declaro un completo enamorado del estilo gráfico de Mortal Kombat 1, y quizás porque soy de los que prefieren en este género apostar por el realismo por encima de otros títulos que ofrecen personajes mucho más caricaturizados, de músculos más exagerados como puedan ser Street Fighter o Tekken.

Además de las escenas generados por ordenador que ya comenté en el Modo Historia, el juego cuenta con un gameplay que también entra por los ojos, personajes grandes, fondos detalladísimos, animaciones suaves y realistas... y por supuesto todo ese festival de sangre, vísceras y huesos rotos que tanto impresionan y gustan.

El juego se mueve totalmente fluido y se notan esos 60 fps como requisito imprescindible, a costa de no ofrecer 4K nativos en PS5 ni Xbox Series X, pero con un reescalado bastante competente que hace que todo luzca con nitidez. Por ponerle un "pero" las CGs no van a 60 frames sino a 30 y las transiciones (especialmente en los fatal blows) se notan bastante, pero es un pequeño precio a pagar por tanta espectacularidad.

Respecto al apartado sonoro volvemos a tener unas melodías que casan perfectamente con la acción, especialmente en el Modo Historia, que se suman a unos efectos sonoros de grandísimo nivel, con golpes muy contundentes que acompañan al impacto visual.

El juego tiene doblaje al español, que seguro muchos agradecen, aunque tiene algunas voces que no terminan de casar del todo, cuesta un poco escuchar a un Liu Kang con la voz de Kratos, o de ver a una adorable abuelita con la voz de una chica joven, y si quieres cambiar a las voces en inglés (de mucho más nivel, salvo la excepción de Megan Fox para Nitara) no hay selector de idiomas y toca cambiar el idioma de la consola, lo que siempre es más engorroso.

Konclusiones finales

Aunque se le puedan sacar pegas a Mortal Kombat 1 (y si has leído todo el análisis habrás visto unas cuantas) está tan bien realizado el juego a nivel general, tan bien envuelto, que cuesta no recomendarlo a cualquiera que le guste el género.

El título es un regalo para fans, su historia es posiblemente de las mejores que he visto nunca en un juego de peleas, llena de momentazos y donde no hay un solo personaje que no haya sido bien cuidado, y por supuesto su apartado visual es un espectáculo tanto a nivel CG como cuando empiezas a soltar puñetazos, ganchos y fatalities.

¿Las mayores pegas? Un modo invasiones un poco aburrido por momentos (tienen margen para arreglarlo en futuros mundos/temporadas), un roaster con ausencias y sin personajes nuevos como tal, un exceso de monetización y muy pocas novedades en la jugabilidad en sí más allá de los kameos que aportan frescura pero que podrían haber dado más de sí.

En cualquier caso me parece un juego magnífico, accesible, divertido y que tenéis que tener sí o sí en vuestra biblioteca.