Este análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Koch Media, título actualmente disponible en Nintendo Switch. Se lanzará en un futuro para PC, PS4 y Xbox One.
La verdad es que el sueño húmedo de muchos de los que vivimos la época de los salones recreativos es, de alguna manera, poder rememorar aquellos tiempos.
Comprar una recreativa original está fuera del alcance de la mayoría de los bolsillos y encontrar un salón que conserve alguna en activo se hace tarea casi imposible de conseguir.
Es por eso que cada nuevo desembarco de un título de recreativa, ya sea de manera individual o en forma de packs, es celebrada por aquellos denominados boomers. Pero lo cierto que es que, en ciertos eventos sociales, se intenta recrear la posibilidad de jugar a una de estas recreativas y existen asociaciones donde se preserva la memoria de estas máquinas.
En diversas ocasiones, algunas de estas nuevas adaptaciones han salido al mercado en diferentes sistemas, siendo muy buenas conversiones en algunos casos y convirtiéndose en un auténtico desastre en otros. De todo tiene que haber en la vida.
Es por eso que, ante el anuncio de la llegada inminente de Capcom Arcade Stadium para Nintendo Switch no tenía muy claro si se trataba de un refrito hecho con prisas para sacar un poco más dinero de las viejas glorias pasadas aprovechando la nostalgia de los más viejos del lugar o, por el contrario, iba a encontrarme con una recopilación que, en cierta manera, fuera respetuosa con el pasado, acercándolo a las generaciones de hoy en día.
Todo un acierto
EL pasado día 17 de febrero Nintendo anunció en su Nintendo Direct la llegada de Capcom Arcade Stadium, una especie de recopilatorio de viejas recreativas propiedad de la gran Capcom. Además, informó de su disponibilidad en la eShop desde ya. No había que esperar a que saliese a la venta porque, una vez acabado el evento, ya se encontraba disponible para su descarga.
Y sí, digo descarga porque se ofrece de manera gratuita para su descarga, la cual incluye una recreativa de regalo: 1943: The Battle of Midway. Así que procedí a su descarga y pude salir de dudas; el producto que acababa de sacar Capcom estaba a la altura. Y toco comenzó al ver el logo de su motor gráfico Re Engine en pantalla.
Capcom Arcade Stadium nos sitúa frente a más de treinta máquinas recreativas (32 en total) mostradas en todo su esplendor en sus versiones gabinet gracias al uso del Re Engine, utilizado también en los últimos remakes de Resident Evil y Devil May Cry 5. Todos los muebles que acogen tan veneradas obras de arte están detalladamente recreados y podemos recorrerlos de un lado para otro y mirar cada una de las pantallas, como hacíamos de pequeños cuando entrábamos en un salón recreativo.
Opciones de compra
Como ya he comentado, cuando descargas Capcom Arcade Stadium, obtienes una máquina recreativa de regalo (1943: The Battle of Midway) y, a partir de ahí, podemos adquirir el resto de videojuegos. Para ello existen tres packs de compra. El primero de ellos lleva por título Dawn of the Arcade (84-88) e incluye: Vulgus, Pirate Ship Higemaru, 1042, Commando, Section Z, Tatakai no Banka, Legendary Wings, Bionic Comamando, Forgotten Worlds, y Ghouls’n’Ghosts.
Al segundo pack lo han llamado Arcade Revolution (89-92) y está compuesto por: Strider, Dinasty Wars, Final Fight, 1941: Counter Attack, Senjo no Okami II (conocido aquí como Mercs), Mega Twins, Carrier Air Wing, Street Fighter II: The World Warrior, Captain Commando, y Varth: Operation Thunderstorm.
Finalmente, el tercero de estos packs lleva por nombre Arcade Evolution (92-01) y está formado por: Warriors of Fate, Street Fighter II Turbo, Powered Gear: estrategic Variant Armor, Cyberbots: Fullmetal Madness, 19XX: The War Against Destiny, Battle Circuit, Giga Wing, 1944: The Loop Master y Progear.
Todos estos packs pueden adquirirse a un precio de 14,95€ cada uno o, bien podemos hacernos con los tres en un único pack a un precio de 39,99€. Además, de regalo por tiempo limitado, al realizar la compra podremos obtener de manera totalmente gratuita el clásico Ghosts ‘n Goblins.
Tiempos nostálgicos recreados con mimo
Se nota el mimo, la delicadeza y el extremo cuidado que han tenido en Capcom a la hora de intentar transportarnos a tiempos viejunos. Y sí, lo han conseguido.
Tenemos las recreativas frente a nosotros, las observamos y decidimos a cuál vamos a jugar. Echamos la moneda en su ranura (pulsando R) y comienza la fiesta, sin pantallas de carga ni nada que interrumpa un momento de tan exquisita comunión entre el jugador y la máquina recreativa que tiene frente a sí.
Es curioso porque, desde este punto de vista en primera persona vemos la pantalla de juego y los controles como si realmente estuviésemos ante la arcade y, con el stick derecho podemos mover la cabeza y echar una ojeada rápida a las recreativas más cercanas de ambos lados. Un efecto muy curioso pero que reproduce algo que también hacíamos en aquellos tiempos.
Eso sí, a parte de este punto vista, y entrando ya en el tema de las opciones, comentaré varias cosas. Podremos utilizar varios filtros de visualización que nos permitirán recrear de la manera más fiel posible el tipo de visualización de los monitores CRT de los años 80 y 90 con sus líneas verticales u horizontales, según el caso. También podremos configurarlo de manera totalmente limpia, para tener la mejor calidad de imagen posible.
Podremos escoger el tamaño de la pantalla (normal, arcade y máximo) y un detalle que es simplemente genial, poder jugar con la Nintendo Switch en horizontal o en sentido vertical. Todas estas posibilidades y características son las que demuestra el amor que existe tras este título.
En este sentido, recomiendo jugarlo en la televisión aplicando los filtros adaptados al recuerdo que tenemos de cada recreativa. Además, podremos configurar cada una de las máquinas de manera independiente, así que no tendremos que ir configurándolo todo cada vez que queramos jugar.
Tiempos modernos
En este gran centro recreativo se incluyen una serie de características modernas que nos ayudarán a avanzar en los diferentes arcades. En cualquier momento de la partida podremos grabar y rebobinar, una característica importante en según que títulos de elevaba dificultad. Y esto no es todo ya que también se incluyen manuales de todas las recreativas, detallados y a todo color. Y sí, en perfecto castellano.
¿Queda algo más por comentar? Un detalle y un buen agregado. El detalle tiene que ver con las versiones de las máquinas recreativas. Podremos escoger entre sus versiones internacionales o japonesas. También tenemos la opción de modificar la velocidad y la dificultad de cada juego para hacerlos más accesibles (cosa que no recomiendo de ninguna de las maneras). Y ojo, porque siempre nos podrá acompañar un amigo o familiar para echar una partidas a dobles.
Finalmente llegamos al buen agregado que comentaba en el párrafo anterior. Podremos conectarnos a internet para subir nuestras puntuaciones. Además, mensualmente se irán creando toda una serie de eventos que nos pedirán algunos requisitos concretos para superarlos (puntuación, número de vidas, tiempo…) Y no os perdáis por nada del mundo el vídeo de los créditos: sólo diré que es puro amor (recorre la historia de la vieja y queridísima Capcom, aquella que llenaba los salones recreativos de algunos de los mejores videojuegos de todos los tiempos).
Conclusión
Desde los tiempos de Sega Megadrive Classics que no veía un recopilatorio de videojuegos antiguos que respetasen tanto su pasado y su legado, y fueran mucho más allá de, simplemente, reproducir la máquina recreativa en la videoconsola de turno. Está claro que estamos ante un trabajo muy cuidado. Si Capcom desapareciese hoy mismo, el mejor legado que podría dejar es, precisamente, este Capcom Arcade Stadium.
Es por todo esto que recomiendo este título tanto a aquellos que vivimos y disfrutamos de aquella época como a todo aquél que quiera experimentar, de alguna manera, lo que significaba entrar en un salón recreativo, mirar las máquinas que habían, y decidir echarse unas partidas a la que estuviese libre mientras esperábamos el turno para jugar a nuestra recreativa preferida.
La partida siempre comenzaba con una frase mítica: Insert Coin. Y se acababa la diversión con el fatídico Game Over. Aunque a veces aparecía: Continue? acompañado de una terrorífica e inquietante cuenta atrás.
No lo dudes. Capcom Arcade Stadium es todo un lujo de recopilatorio donde reviviremos todas esas sensaciones de cuando éramos algo más jóvenes que ahora. En cuanto puedas, hazte con él. ¿Echamos unas partidas?
