Rapture y Columbia, dos ciudades muy dispares. Tan dispares que una se localiza en el lo más profundo del mar y la otra por encima de las nubes. Pero sí hay algo que tienen en común, Ken Levine. Ken Levine es la mente que dio vida a dos grandes ciudades de la historia de los videojuegos. Ahora los tres títulos que se desarrollan en estas dos grandes ciudades llegan a la nueva generación de consolas acompañados de una serie de mejoras técnicas y visuales que redondean Bioshock: The Collection.

Bioshock: The Collection es la unión de tres de los grandes títulos que vieron luz en la pasada generación de consolas, aunque no por ello viene exento de polémica. La supresión del multijugador de Bioshock 2 o la decisión de emplear la versión más avanzada de PC en el caso de Bioshock Infinite son los más sonados. Pero es que cuando se toman grandes decisiones siempre hay algo que sale un poco mal parado, y esto es muy común en las remasterizaciones. Es por ello que, a la hora de analizar las versiones mejoradas de unos juegos de órdago, surgen una serie de dudas sobre si se ha mantenido la calidad original o si merece la pena volver a jugar a estos títulos.

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Ahora, dejando de lado estos pequeños problemas podemos ver esta remasterización como una gran muestra de cariño hacia la saga, sobre todo en lo técnico. Y es que las mejoras visuales ya suponen una razón de peso para hacerse con la colección, pero por otro lado nos encontramos con que nos ofrecen una resolución de 1080p y una tasa de imágenes por segundo de 60. Estos dos últimos apartados son lo que sobre todo da vida a los títulos puesto que entrar a Rapture o a Columbia con estas mejoras visuales y técnicas supone un deleite para la vista. Además de que un shooter es mucho más apetecible con una tasa alta de imágenes por segundo.

Entrando ya en materia, hace ya casi diez años que el  Bioshock aterrizó en las tiendas y, a pesar de ello, muchos de los aspectos que hicieron grande a este juego siguen siendo maravillosos. Entre los juegos de Bioshock hemos disfrutado de narrativas originales e impecables que, desde el primer momento, nos hacen querer jugar más y más. Las posibilidades del juego eran otro de los aspectos a destacar puesto que teníamos en una mano las armas y en la otra los plásmidos y, juego tras juego, veíamos como mejoraban. Si había un splicer sobre agua, pues lo electrocutamos, si hay un charco de aceite, los quemamos, y esto era solo del primer título. Más tarde en las entregas posteriores, sobre todo en Bioshock 2, la variedad de armas y plásmidos cambia, dando lugar a nuevas situaciones y posibilidades. Atendiendo a esto último, vamos a ver las mejoras faro por faro..., digo juego por juego.

Bioshock

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"Soy Andrew Ryan y tengo una pregunta que hacerte, ¿acaso un hombre no tiene derecho al sudor de su propia frente?. No, dice el hombre de Washington, pertenece a los pobres. No, dice el hombre del Vaticano, pertenece a Dios. ¡NO! dice el hombre de Moscú, pertenece a todos. Yo rechacé esas respuestas. En vez de eso, elegí algo distinto. Elegí lo imposible. Elegí... Rapture. Una ciudad donde el artista no tenía que temer al censor; donde el científico no estaba limitado por la nimia moral; donde los grandes no estaban constreñidos por los pequeños. ¡Y con el sudor de tu frente, Rapture tambien puede ser tu ciudad!".

Esta es la frase con la tomábamos nuestro primer contacto con la ciudad de Rapture y con su creador, Andrew Ryan. De los tres títulos incluidos en a la colección es el que se considera como la joya de la corona, un título atemporal que ha resultado el mejor parado de esta remasterización. Las mejoras de este título denotan el cariño que los jugadores le tienen. El traslado a 2016 de este juego de acción en primera persona resulta reconfortante con una resolución a 1080p y una fluidez digna de títulos de hoy en día. Si a esto le añadimos algunos retoques en las texturas y otros que se dejan notar menos, pero ahí están, redondeamos la jugada.

Si bien es el mejor de los tres con respecto a las mejoras llevadas a cabo, también debemos destacar que esa mejora visual trae consigo el fallo de algunas texturas o sombras. Otro aspecto que ha desmejorado es el sonoro, en ciertos momentos hay elementos de la historia que parecen haber sufrido una bajada de volumen. Son pocos y no demasiado llamativos los fallos y por ello destacan los extras como el museo por el que podemos movernos para ver imágenes conceptuales o elementos eliminados, además de comentarios del propio Ken Levine. Por si esto fuera poco, el juego incluye Las Salas de Desafío, un DLC que nos va a poner a prueba en localizaciones de Rapture.

Bioshock 2

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Tres años después de que el título original viese luz, aparecía este Bioshock 2. Un título que esta vez no iba a estar firmado por Ken Levine, pero el equipo de 2K Marín que lo hizo posible hizo un gran trabajo. Un gran trabajo, que no maravilloso, lo que hizo que quedase como el peor de los tres a pesar de ser un juego más que notable. Este Bioshock 2 tomaba uno de los mayores enemigos del original y nos ponía en su cuerpo, nos poníamos en la piel de un Big Daddy. También tomaba la ambientación y aspectos jugables del original que nos proponían situaciones diferentes, en lugares diferentes y un entretenimiento sobresaliente en sus momentos de acción.

A pesar de todas las mejoras es el que en el pack se ve más mermado puesto que uno de sus mayores atractivos, su multijugador, ha sido suprimido de la colección por algún motivo. Al igual que el primero, consta de una serie de mejoras visuales y técnicas que vienen acompañados de dos contenidos descargables que nos ofrecen una pequeña expansión de la historia y un par más de desafíos.

Bioshock Infinite

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Nos desplazamos una vez más tres años con respecto al lanzamiento del título que lo precede, hasta situarnos en el año 2013, año en el que Bioshock Infinite llegaba a nuestras manos. La historia de Booker DeWitt contaba como gran aliciente el tener una acompañante durante todo el juego y una historia con personajes reconocibles. Finalmente no supuso una gran mejora la posibilidad de que Elizabeth nos acompañase salvo que de vez en cuando nos proveía de suministros y monedas. El gran fallo de Bioshock Infinite lo tuvo en su lanzamiento en consolas y es que el juego que viene incluido en la colección, el que incluye los 1080p y 60 fps, es la versión que se pudo ver en en PC en su lanzamiento. Si lo disfrutaste en su día en PS3 o Xbox 360 las mejoras de 1080p y 60 fps resultan muy obvias y lo vais a disfrutar pero no es nada que no hayamos visto antes.

El juego en sí no consta de demasiados extras pero sí que nos ofrece los tres contenidos descargables que vieron luz en su momento, hablamos de Enfretamiento en las Nubes, un DLC que nos traslada a una serie de batallas en las que tendremos que luchar por sobrevivir y cumplir una serie de objetivos, y los episodios 1 y 2 de Panteón Marino, unas expasiones que nos trasladaban a una realidad diferente en la que teníamos que volver a Rapture y dejar atrás Columbia.

Conclusiones

BioShock:The Colection trae con éxito tres de los mejores juegos de la última generación a la generación actual, pero no sin algunos contratiempos. Prácticamente todo lo que lo hacía especial permanece intacto. La jugabilidad, su apartado artístico, una historia absorbente y dos ciudades maravillosas siguen suponiendo un gran aliciente para regresar al fondo del mar o ascender a los cielos. Sin embargo, es una pena ver como el cariño que denota el Bioshock original se ve mermado en las dos entregas posteriores. Aún así, Bioshock: The Colection sigue siendo la mejor manera de rejugar a estos tres grande clásicos o disfrutarlos por primera vez. Es simplemente maravilloso ver como se mueven los juegos a 1080p y 60 fps y, sobre todo, volver a Rapture y Columbia una vez más.