Los juegos de habilidad son una constante en las distintas consolas, a veces con ideas muy trilladas y otras con propuestas originales. Binaries pertenece a este segundo grupo: Ant Workshop ha diseñado un título donde los movimientos deben realizarse con cabeza y precisión milimétrica.

Dos bolas que se mueven al mismo compás

El objetivo de Binaries consiste en guiar a dos bolas, una azul y otra naranja, por unos escenarios con zonas de esos mismos colores. Cada bola tiene sus propios obstáculos de acuerdo a su propio color, por lo que unos pinchos naranjas serán inofensivos para la bola azul, pero mortales para la pelota anaranjada.

La idea parece sencilla pero hay una particularidad: las dos pelotas se mueven a la vez con el mismo movimiento. Pulsar el botón de salto hace que las dos bolas salten, y ambas se moverán en la misma dirección que marquemos sobre la cruceta o el stick. Todo ello suma un punto importante de dificultad a Binaries.

Al completar cada nivel, se nos asigna un rango en función del tiempo empleado. Obtener el rango S en una fase supone ser muy rápidos, precisos y coger las bonificaciones de tiempo.

Apartado visual simple pero efectivo

En cuanto al aspecto visual, Binaries no alardea de un apartado gráfico potente pero no lo necesita para cumplir su objetivo. Podemos modificar la estética del juego con diversos filtros, como uno pixelado o uno monocromático, pero se limita únicamente a la parte visual y no ayuda a disminuir la dificultad (en todo caso, la aumenta si usamos el filtro monocromático).

Los niveles de Binaries se ven acompañados de bromas, frases ingeniosas e incluso letras de canciones que hacen un poco más divertida las rondas de juego. Estos chistes aparecen subtitulados al inglés y, aunque no son difíciles de comprender, habría sido acertado traducirlos al castellano (y más cuando los menús sí están traducidos).

Una curva de dificultad ajustada

Un total de 101 niveles componen el mundo de Binaries. El mapa está formado por un panel de círculos contiguos, por lo que el avance no es lineal: superar un nivel nos permite acceder a sus fases anexas en el mapa de selección. Ésto no nos proporciona una libertad absoluta a la hora de completar fases, pero evita que nos quedemos bloqueados si un nivel se nos atraganta.

La dificultad de los niveles va aumentando de forma gradual, incorporando de forma progresiva nuevos obstáculos a las pantallas como pinchos, disparos o agujeros de gusano. En los últimos niveles, el número de bolas a mover pasa a ser 3 o incluso 4, con lo cual las probabilidades de error se disparan.

Conclusiones

Si se busca un juego de puzzle y habilidad que suponga un reto para el jugador, Binaries es una alternativa clara: echar horas a los niveles para completarlos, y algo más de tiempo si queremos obtener el rango más alto en todos los niveles y conseguir todos los trofeos.

Los 101 niveles pueden parecer escasos para los jugadores más aventajados, pero algunos de ellos suponen todo un desafío. La presencia de un modo multijugador habría facilitado mucho superar estas fases, pero a la vez se habría desvirtuado la idea original del juego.