Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Lost In Cult, título disponible en PC y Nintendo Switch (versión analizada) a partir del 6 de marzo.
Si os gustan los videojuegos rápidos, que transpiran estética retro, y que son realmente divertidos a los mandos, estáis de suerte, porque hoy os traigo el análisis de una de las sorpresas del año, Berserk Boy contiene muchas cosas buenas, además de una buena dosis de adrenalina.
Correr, saltar, deslizarse, volar, y trepar, entre otras habilidades, serán las protagonistas de este título desarrollado por Berserk Boy Games, toda una carta de amor por los clásicos del estilo de Mega Man, Sonic, y Metroid, puesto que comparte la misma pasión, pero sabe dar su propio toque personal.
El hecho de jugar con las diferentes esferas de Berserk que otorgan poderes elementales, es uno de los aspectos clave de su propuesta, que no es otra que la de divertirse mientras intentamos conseguir la mejor puntuación, y, como no puede ser de otra manera, mientras salvamos el mundo entero.
La historia y los orbes
Un incipiente mal está buscando conquistar el mundo entero, el malvado doctor Genos quiere hacerse con New Hope City para comenzar una época de terror y esclavitud, pero la Resistencia no puede permitir su avance, y pone a todas las tropas disponibles para trabajar en favor de la paz y la concordia.
Pero. ¿Qué pintamos en todo esto? Pues nuestro protagonista Kei, se convierte en héroe por sorpresa al toparse con un pájaro parlante, y un orbe de energía que transforma a su portador, este Berserk Orb dota de poderes elementales a quien se haga con su poder, y comenzamos con el de la electricidad, que aporta gran movilidad, y golpes a la velocidad de un rayo.
Aunque la historia es simple y sin florituras, sirve de telón de fondo para lo realmente importante, su jugabilidad ágil, divertida, y directa al grano, ya que iremos de misión en misión haciendo uso de nuestros poderes, mientras nos enfrentamos a enemigos, realizamos saltos de altura, y damos rienda suelta a nuestra creatividad a la hora de superar cada fase en este juego de scroll lateral.
Para superar cada misión dentro de sus seis mundos, es importante hacer uso de los diferentes poderes que ofrecen los orbes, así como la rapidez y la pericia para terminar cada fase, donde se premian los combos al acabar con los enemigos, morir la menor cantidad de veces posibles, y el tiempo empleado para terminar cada pantalla. La historia principal nos puede llevar alrededor de 6 horas de media, pero depende de nuestra pericia a los mandos, y si queremos completar todos los secretos, y todas las fases al 100%, debemos invertir más de 8 horas.
Misiones y secretos
Berserk Boy puede presumir de aportar una buena dosis de acción y adrenalina en cada una de sus fases, a medida que avancemos en el juego irán apareciendo enemigos más complicados, otros con diferentes afinidades y debilidades elementales, pero siempre tendremos nuevas formas para acabar con ellos, o para desplazarnos por cada fase.
Y es que los poderes elementales de nuestro Berserk Boy son el Rayo, el Fuego, la Tierra, el Viento, y el Hielo, los cuales iremos arrebatando a diferentes portadores que hacen la vez de jefe final de cada mundo. Una vez nos hagamos con ellos podemos hacer uso de sus posibilidades, ya que con el Hielo podemos realizar ataques veloces, tirar shurikens, y agarrarnos a ciertas superficies, con el aire tendremos la capacidad de volar, y el fuego goza de golpes destructivos e imbuidos en llamas.
La mayoría de estas habilidades consumen energía para su uso, lo cual nos ayuda a evitar la tendencia machacabotones, y debemos usarlos con cabeza, sobre todo en la exploración de los niveles, no queremos caer al vacío, o precipitarnos hacia unos pinchos bien sutiados si se nos termina la energía al volar, o perder fuelle en los combates si realizamos siempre la misma acción sin parar.
No cuento más sobre ellos por no arruinar la sorpresa que supone conseguir cada uno, además, su utilidad no se reduce al combate, lo bueno de este título es que sabe darle un sentido a cada uno de ellos, ya sea por su forma de desplazarse, como el vuelo con el poder del viento, o el taladro en ciertas superficies con el fuego, que dotan a cada fase de caminos alternativos, y secretos a conseguir, por lo que la rejugabilidad de cada pantalla está asegurada.
Esta inclusión de los poderes dentro del gameplay y la exploración es todo un acierto a nivel jugable, pero siempre nos sentiremos más cómodos y cómodas con algún poder determinado, aunque invita siempre a la experimentación, gracias sobre todo a que el propio juego nos da varias razones y excusas para ello.
Para cambiar de poder tenemos la opción de usar dos botones para ir alternando de uno a otro, así como una rueda que detiene el tiempo para que nos sea más cómodo, pero la jugabilidad es fluida al cambiar entre ellos, y se produce de forma inmediata, un hecho que nos permite realizar algún que otro combo, y ofrece un gran despliegue visual al cambiar de orbe.
Dentro de cada fase encontramos diferentes coleccionables, como medallas (importantes para acceder a algún que otro contenido secreto), y rescatar a varios y varias rehenes escondidas o capturadas por los afines a la energía oscura, que, al completar cada fase, nos dará acceso a otras llamadas EX, misiones de contrarreloj que alargan más la vida útil del juego, así que recomiendo ver Berserk Boy desde el prisma de una persona completista, puesto que te aportará muchas más horas de juego y disfrute.
Poderes elementales
Nuestro protagonista además de correr, deslizarse por raíles, atacar a corta o larga distancia, saltar, y destrozar todo a su paso, puede realizar acciones características de cada orbe, así como de movimientos especiales que requieren de su correspondiente activación, dichos movimientos son ataques devastadores de área que nos darán más de una alegría si estamos rodeados, o contra los jefes finales de cada zona, pero debemos acumular energía de nuevo para volver a utilizarla.
La posibilidad de esquivar se encuentra en casi todos los poderes, pero saber posicionarse dentro de la escena, y de cada parte de la misión, puede suponer una buena diferencia dentro de cada batalla, ya que, por ejemplo, el hielo, o la tierra, se especializan en atacar a larga distancia, y si no queremos sustos, siempre podemos tirar de sus habilidades características para acabar con los contrincantes.
Estos enemigos cuentan con sus propias características en combate, algunos son realmente destructivos cuerpo a cuerpo, otros prefieren mantener la distancia para atacar de lejos, y algunos serán susceptibles, y más débiles, ante ciertos ataques elementales debido a su afinidad elemental, un hecho que nos obliga a cambiar de uno a otro para tener una buena excusa en usar todos y cada uno de ellos.
Podemos adquirir nuevas habilidades activas y pasivas en la base de operaciones con el dinero que ganemos dentro de las misiones, que no es otra que la nave principal de la resistencia de la cual partimos hacia cada misión, como mayor nivel de la barra de vida, ataques especiales propias de cada orbe, así como otros referidos al desplazamiento, por lo que siempre viene bien echar un ojo a la tienda de la científica a bordo.
Aspecto gráfico retro
No hay duda que Berserk Boy entra por los ojos, su estética retro sustentada por un pixel art muy bien planteado y colorido, se potencia con los diferentes diseños y efectos integrados en cada uno de los orbes de Kei.
En Nintendo Switch la fluidez es constante y no aqueja de ningún tipo de caída de fps o de problemas en la ejecución de las acciones, en algunas ocasiones me he topado con fallos en las hitboxes, que puede deberse a un cambio brusco entre orbes, o simplemente a hechos aislados, pero por el resto, todo funciona a la perfección. El diseño artístico está muy cuidado, sobre todo en la parte estética de los trajes de cada orbe, a cada cual más espectacular.
A nivel sonoro no podemos pedir más, ya que han fichado al compositor Tee Lopes, quien a participado en bandas sonoras como Street of Rage 4 o Metal Slug Tactics, para la composición de las melodías, que nos trasladan a la verdadera época de 16 bits, donde parece que estamos jugando a un título de Sonic con las habilidades propias de Mega Man, todo esto mientras suena música que recuerda a Street of Rage 2.
En las opciones de accesibilidad no encontramos gran cosa, podemos modificar el idioma con textos al castellano, pero no hay opciones de alto contraste, notificaciones visuales o sonoras, ni el modo copiloto, además de unas cuantas ausencias más que ayudarían a mejorar la experiencia de juego a muchos jugadores y jugadoras.
Conclusiones
Berserk Boy es toda una oda a videojuegos clásicos que sabe aportar sus propias virtudes para que todo funcione bien, la acción constante, y los movimientos característicos de cada orbe le otorgan un gran abanico de posibilidades, no solo en el combate, también en el desplazamiento de nuestro personaje, y eso hace que la jugabilidad sea mucho más divertida.
La posibilidad de rejugar cada uno de los escenarios suma más horas de juego, y quiere incentivar nuestra curiosidad con nuevos coleccionables que albergan un sentido concreto, el de descubrir nuevas fases, o, incluso, la búsqueda de un secreto bien guardado referido a la historia para deleite de los jugadores y jugadoras.
Sin duda alguna es una experiencia muy gratificante llena de adrenalina, que pone a prueba nuestros reflejos, y nuestra capacidad de razonamiento a la hora de enfrentar enemigos con una afinidad elemental determinada, así como de ir probando nuevas vías de transitar por los diferentes mapas, puesto que en ocasiones no hay una única forma, y rompe con el esquema lineal que plantea.
Si quieres un buena dosis de energía, vivir una misión tras otra con la curiosidad por los nuevos poderes, y te gustan los juegos clásicos del género de acción y plataformas, Berserk Boy es una compra más que acertada para añadir a tu biblioteca, y una vuelta a una época pasada, pero mejorada.
