Introducción
Aunque jamás me he considerado un graphic whore y he sabido disfrutar como el que más de multitud de juegos retro, o simplemente con gráficos que no eran nada del otro mundo, sí me molestan las chapuzas.
Bayonetta había sido hasta el día de hoy una piedra en mi zapato, por así decirlo: un juego alabado por la crítica cuya adaptación a PlayStation 3, sin embargo, fue bastante chapucera. Las comparativas con XBox 360 hablaban de importantes caídas en el frame-rate e incluso de un antialiasing algo tosco, por decirlo amablemente.
Tal fue así que Bayonetta quedó excluido de mi lista de pendientes, y me dije a mí mismo que no lo jugaría mientras no corrigieran estos errores con un parche que nunca llegó... hasta hoy.
Me entero de que diez años después van a reeditar Bayonetta en PlayStation y Xbox, esta vez remasterizado a 1080p (4K en Pro y One X), así que me apresuro a pedirlo para analizar. Y me encuentro con la sorpresa de que llega junto a un viejo conocido, éste sí terminado y fundido: nada menos que el sobresaliente Vanquish, también remozado para la ocasión.
De modo que tenemos sobre la mesa dos de los juegos más emblemáticos de Platinum Games en la pasada generación, listos para ser descubiertos o bien disfrutados en sus mejores versiones. Adelante pues.
Una nota preliminar
Es muy posible que ya sepas esto, querido lector, pero si eres lo bastante joven, o si eres de esos afortunados invidentes que aseguran no distinguir entre 30 y 60fps, puede que no conozcas el precio que ha supuesto dar el salto a los 1080p con un hardware limitado.
Lo cierto es que en la pasada generación había más juegos corriendo a 60fps que en ésta, hasta el punto de que era algo de lo que nadie hablaba. A cambio, la resolución de la mayoría de títulos no pasaba de HD Ready a 720p. En generaciones anteriores esto era incluso más frecuente, sólo que con resoluciones SD a 480p.
Aunque no lo dije en mi análisis de Devil May Cry HD Collection, por supuesto ya jugamos en su día con Dante a 60fps, como también lo hicimos con Bayonetta. Por el contrario, Vanquish se quedó en los 30fps que ahora duplica, siendo el título más potenciado de este bundle.
¿A dónde quiero ir a parar? Pues adelantándome un poco, os diré sinceramente que si ya disfrutasteis de Bayonetta en su día, el paso a 1080p no supone un motivo de peso para rejugarlo. Más sentido tiene hacerlo si posees una PlayStation 4 Pro o una XBox One X y quieres sacar todo el potencial a tu flamante TV 4K, donde el salto de resolución es brutal.
Dos juegos independientes
Lo dicho anteriormente se debe también a otra cuestión: este bundle son dos títulos por separado. Es decir, no ocurre aquí como con la mencionada remasterización de Devil May Cry, que incluía los tres juegos en uno, con una serie de valores añadidos en forma de desbloqueables.
Lo que tenemos en esta ocasión son dos títulos que se instalan independientemente y que son clavados a sus homónimos de la pasada generación en cuanto a contenido. El único valor añadido, si compras la versión física en su formato Launch Edition, es un llamativo steelbook.
Ahora bien, mucho ojo. Si no habías disfrutado de estas joyas, de cualquiera de las dos, ya estás tardando en ir a la tienda y es que ambos juegos han sobrevivido muy bien al paso de los años y siguen siendo de lo mejorcito que hay en el panorama videojueguil. Hablamos de notas en Metacritic de 90 y 84 para Bayonetta y Vanquish respectivamente, que no es moco de pavo.
Adentrándonos en la remasterización
Bien, si has leído todo hasta aquí ya sabes que tenemos los mismos juegos de la generación anterior, remasterizados desde los 720p originales a 1080p o 4K dependiendo de tu consola. Sin embargo, maticemos.
El mencionado trabajo de remasterización se aplica a las partes jugables, que efectivamente son las más importantes. Tanto en el caso de Bayonetta como de Vanquish, es una gozada cómo se ve todo, y lo cierto es que los gráficos destilan una pulcritud que sugiere algún trabajo adicional de adecentado.
No sólo eso: hablamos de dos títulos que han envejecido de maravilla, y poco tienen que envidiar a muchos de los juegos actuales. No me cansaré de repetirlo.
Ahora bien, algo extraño ocurre con las escenas cinemáticas: diera la impresión de que aquí se ha hecho un copia-pega de la anterior generación, lo que supone una menor resolución y unos inexplicables 30fps que no hay por dónde cogerlos. El resultado es un cambio más que evidente entre estas secuencias y el propio juego, donde claramente se nota el subidón gráfico.
Algo similar ocurre con los menús: así como los de título o entre fases están rediseñados para la ocasión, los menús in-game parecen importados de los juegos originales. La diferencia de resolución en este caso es particularmente molesta en cuanto hay elementos a leer; puedes hacerlo perfectamente, por supuesto, pero se echa en falta esa excelente definición de la que has estado disfrutando mientras jugabas.
Los juegos en sí
No tiene mucho sentido analizar unos videojuegos con diez años a sus espaldas, pero si eres tan afortunado que no has jugado a ninguno y sabes poco o nada de ellos, vamos al menos a dar unas pinceladas.
Bayonetta es una obra de Hideki Kamija, el padre de Devil May Cry. Esto es algo que se nota de forma omnipresente a lo largo del juego, donde las similitudes con la saga protagonizada por Dante son más que obvias.
La seductora y mortífera Bayonetta es la última de las brujas de Umbra y en esta ocasión, en vez de repartir leña a demonios, tendremos que hacerlo a ángeles mientras recomponemos nuestro pasado olvidado de camino al Paraíso.
Bayonetta es un juego de tipo hack'n slash en tercera persona, donde se introducen algunos elementos de puzle casi testimoniales. Adivina adivinanza, tendremos no un par, sino hasta cuatro pistolas listas para disparar munición infinita con pies y manos (sic), amén de una serie de armas adicionales, tanto propias como dejadas caer por los enemigos.
Los entornos son de tipo gótico, siempre sobrecogedores y majestuosos. Algunos parecen estar inspirados en el maestro Gaudí. El juego se ordena por capítulos breves y tiene algunas sencillas secuencias QTE, entre las que destacan una especie de fatalities que podemos ejecutar con la barra de magia llena.
La trama de Bayonetta es algo confusa y atolondrada, y las escenas "chulescas" hacen palidecer incluso al propio Dante. Llegados a un punto, hasta podremos transformarnos en animales. La clave es no tomárselo muy en serio y disfrutar de la formidable jugabilidad.
Por su parte, Vanquish es un juego de Shinji Mikami, el responsable de la archiconocida saga Resident Evil. Sin embargo aquí acaban las similitudes, salvo por el punto de vista trasero que ya adoptaran Resident Evil 4, 5 y 6.
Vanquish es un título de acción frenética, esta vez enfocada al shooter, donde controlamos a Sam Gideon, un miembro de Darpa embutido en su alucinante prototipo de traje robótico y enviado como apoyo a una guerra sin cuartel contra la Orden de la Estrella de Rusia (sic).
Vanquish nos propone hacer uso de distintas armas, incluyendo torretas y vehículos, e ir avanzando entre coberturas impulsados por nuestro reactor, enfrentándonos a verdaderas riadas de enemigos de todos los tipos y tamaños a golpe de bullet time. Los entornos son invariablemente futuristas, majestuosos y por momentos alucinantes, y suelen estar atestados de elementos en pantalla.
La historia de Vanquish es ligera, pero funciona bien como hilo conductor y como excusa para disfrutar de la excelente jugabilidad. Aunque los personajes son tópicos con patas, tienen su gracia; a destacar el comandante Burns y nuestra coordinadora Ivanova, que nos hablan por un codec a lo Metal Gear Solid.
Además de las obvias, una diferencia notable entre ambos jugos es que Bayonetta llega en inglés con subtítulos en español, mientras que Vanquish está doblado a la lengua de Cervantes.
Conclusión
Bueno, esta vez la conclusión es sencilla y ya la he adelantado a lo largo del análisis. Lo que tenemos aquí son dos juegos emblemáticos de la pasada generación que han envejecido muy bien, es decir, que se siguen viendo de maravilla.
Esto tiene dos connotaciones: por un lado, si ya has disfrutado de Bayonetta y Vanquish, sinceramente no creo que la subida de resolución justifique la compra de este bundle. En todo caso Vanquish sale beneficiado por el aumento de fps, pero yo bajaría la nota un punto.
Por el otro lado, precisamente por lo bien que se siguen viendo ambos juegos, es por lo que no deberías dejar pasar la ocasión de hacerte con ellos si te perdiste alguno, sobre todo ahora que están remasterizados y se ven aún mejor. Sube la nota un punto.
En definitiva, como viene siendo habitual, Bayonetta & Vanquish 10th Anniversary Bundle supone un paquete cuyo máximo valor son los propios títulos que contiene, pero el trabajo de remasterización que hay detrás no es muy ambicioso.
Ahora bien, celebremos que por fin hemos recibido un juego mítico como Bayonetta en condiciones en una consola de Sony, ya que como he dicho la versión de PlayStation 3 fue un despropósito por el que incluso desde Platinum Games acabaron pidiendo perdón. Ha costado quitarse la piedra del zapato, pero ya es historia.
¿Dónde comprarlo?
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