Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Koch Media. Juego disponible en NINTENDO SWITCH, PC, PLAYSTATION 4, PLAYSTATION 5 (versión analizada), XBOX ONE Y XBOX SERIES S/X.

Introducción

Debo confesar que albergaba una cierta esperanza de que con Balan Wonderworld me ocurriera como con otros títulos, bastante vapuleados por la crítica pero que a mí me encantaron.

Desgraciadamente esta vez no es el caso, pese a estar detrás del proyecto nada menos que los padres de Sonic: Yuji Naka y Naoto Oshima. Sin embargo, hay que decir que Balan Wonderworld es bastante mejor de lo que muchas reviews sentencian, probablemente tras haber probado el juego apenas unas horas; y es que hablamos de un título que va de menos a más, un lujo que hoy en día sólo pueden permitirse las sagas consagradas.

Balan Wonderworld 1

En cualquier caso, como veremos a lo largo del análisis, hay una serie de elementos que lastran la experiencia jugable, haciéndose ésta sólo aconsejable para los fans de las plataformas. Pero no adelantemos y vayamos por partes.

Magia, música y color

La premisa de Balan Wonderworld es buena. Ante todo una intro muy chula en función de si escogemos jugar con Leo o Emma, los dos personajes disponibles (y esencialmente iguales). Luego la aparición de Balan, que será nuestro guía e inspiración en este viaje: un total de doce capítulos, divididos a su vez en dos fases más un jefe. Y como nexo de unión un mundo colorista donde se encuentran los tims: una especie de pollos entrañables a los que podemos alimentar con las gemas que vamos recogiendo.

Balan Wonderworld 2

Todo destila magia, la música es bella gracias a la mano de Ryo Yamazaki, el ambiente es encantador, a los tims dan ganas de achucharlos y el panorama se adivina como una gran epopeya a lo largo de muy diversos mundos maravillosos.

Empiezan los problemas

Vamos a parar aquí en seco, ya que el primer chasco sobreviene en cuanto pulsamos cualquiera de los botones del mando... ¿perdone? Las animaciones son de proyecto de fin de carrera, de hecho he visto plataformas de los PlayStation Talents donde los personajes se mueven con mucha más fluidez y gracia.

En Balan Wonderworld parece que tenemos un palo metido por donde ya se sabe, tanto nosotros como los personajes que pueblan el mapeado, totalmente hieráticos y poco naturales.

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Es una pena, porque esos movimientos torpes son demasiado evidentes como para pasarlos por alto. Lo primero que uno piensa es cómo se sentiría Balan Wonderworld si Leo o Emma se movieran como Ratchet o Jak, pero por desgracia parecen más bien personajes de los primeros plataformas 3D.

Dinámicas jugables

Una vez asumida la decepción del movimiento, que nos hace tener en todo momento la sensación de estar jugando a un título indie, nos ponemos manos a la obra para avanzar a lo largo de Balan Wonderworld.

Igual unos escenarios alucinantes y unas dinámicas geniales podrían abstraerte del muñeco (literalmente) moviéndose torpemente, pero esto sólo sucede hasta cierto punto, tanto más cuanto más avanzamos en la aventura.

Balan Wonderworld es un plataformas enfocado a la exploración y recolección de objetos, ya que los enemigos son escasos y muy fáciles, incluyendo los jefes y subjefes.

Balan Wonderworld 4

Cada capítulo plantea una historia interesante, que consiste en la superación de un miedo o trauma de alguien a quien ayudamos, sacándolo del agujero en que se ha sumido. Esto se narra con unas escenas cinemáticas preciosas, que son de lejos lo mejor del juego.

Para echar una mano a cada uno de estos personajes atormentados, simplemente avanzamos a lo largo de los dos escenarios de su capítulo y derrotamos al boss de turno, que siendo justos es bastante más resultón que el resto de antagonistas. Sin embargo, para acceder al tren que desbloquea nuevas pantallas debemos recolectar un mínimo de estatuillas, y aquí entra el sistema de trajes del que hablaremos después.

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Un detallazo de los creadores es que al terminar el juego, una vez derrotado el último jefe, se desbloquea un tercer escenario para cada capítulo, lo que equivale a alargar la duración un 50% así como quien no quiere la cosa.

Los mapeados son más complejos de lo que parecen, y claramente mejoran a medida que progresamos. Algunos cumplen sin más y otros llegan a sorprender, pero nuevamente si comparas Balan Wonderworld con cualquier plataformas moderno no está a la altura.

Algo que sin duda gustará a los fans de la vieja escuela es que Balan Wonderworld permite jugar en cooperativo local, cada uno con su mando y en la misma tele. En este sentido es un juego perfecto para charlar con un colega mientras te echas unas partidas, ya que hablamos de un título sosegado, donde puedes avanzar a tu ritmo.

Trajes para dar y tomar

Balan Wonderworld nos permite equiparnos con hasta tres trajes, entre los que podemos cambiar en medio de la partida. Hay muchos más, decenas de hecho, que se pueden guardar en un armario al que accedemos desde los check points.

Los trajes, como habréis adivinado, nos otorgan características especiales necesarias para acceder a zonas antes vetadas. Esto implica que, una vez conseguido el correspondiente traje, podremos revisitar algunos escenarios para recoger las estatuillas que nos habíamos dejado.

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La idea no es nueva y tampoco es mala, pero aquí está implementada de una manera poco afortunada. En primer lugar hay demasiados trajes que en realidad son clónicos y hubiera sido preferible hacer honor al lema de "más vale calidad que cantidad". Además, como las animaciones son tan rematadamente malas, se pierda la mitad de la gracia de conseguir nuevas vestimentas. Molaría que el movimiento cambiara, pero no es el caso: tenemos al mismo personaje erguido sacudiendo las manos como un robot.

En segundo lugar, aunque Balan Wonderworld es muy fácil, si recibes daño o caes por un precipicio con un traje puesto lo pierdes, y si ya estabas en el nivel al que habías vuelto para acceder a una zona antes imposible, tocará salir, volver donde recogiste el traje en primer lugar y repetir todo el proceso. Esto, que sería estimulante con una jugabilidad a la altura, se siente aquí como una tarea más bien tediosa.

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Factura técnica y artística

En lo que respecta a los gráficos, Balan Wonderworld no está mal. El estilo es cartoon y las texturas son sencillas, pero de alguna forma se ve bonito y colorista, y a 60fps al menos en una PlayStation 5. Además quisiera hacer una apostilla.

Balan Wonderworld sí tiene un atisbo de genialidad. Me recuerda en parte a los Teletubbies, que te hacían quedarte absorto mirándolos. Hay una serie de toques surrealistas por no decir extraños que estoy seguro han metido a propósito, y que por momentos consiguen sublimarte.

Por ejemplo, cuando terminas un capítulo bailas junto al protagonista de su historia; de pronto, las animaciones tiesas se sienten fluidas, la música es pegadiza, los cantos son en un idioma indeterminado, hay extraños seres bailando a tu alrededor, los cubos y las plataformas se mueven al compás... O mismamente los tims son hipnóticos y te quedas embobado mirando como roen hasta la última miga de las gemas que les lanzas de comer, lo cual en sí mismo es una genialidad. Hay algo ahí indudablemente, algo de un frikismo exquisito que sin embargo uno tiene que saber valorar.

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Y luego eso sí las escenas cinemáticas, que se pueden ver desde el menú principal en el llamado teatro, son todas indistintamente entrañables, muy bien realizadas. Pero incluso en esto Balan Wonderworld recuerda un poco a esos juegos antiguos donde ver las películas pregrabadas era todo un acontecimiento.

Con respecto al sonido, aquí sí tenemos todo un despliegue de medios, con unas melodías y unos efectos preciosos sin medias tintas. Los textos están en castellano.

Conclusión

Balan Wonderworld es un juego que, intentando ser bonito, divertido e incluso exuberante, se queda sin embargo en la mediocridad y sólo por momentos consigue sorprender.

Las animaciones son su talón de Aquiles, pero los propios escenarios y la dinámica del travestismo tampoco llegan a destacar. Hay además una serie de minijuegos repartidos por los mapeados que pretenden romper la monotonía, pero nuevamente se sienten antiguos, simplones.

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Al final volver sobre los escenarios ya superados para conseguir más estatuillas no se hace con verdadero interés, sino como una obligación con vistas a avanzar y por lo menos ir viendo las historias de cada capítulo y sus bonitas películas. El toque surrealista, por otro lado, no basta para compensar estos defectos aunque tiene su punto.

Por todo lo dicho, realmente sólo puedo recomendar Balan Wonderworld a los fanáticos de los juegos de plataformas, que sin duda disfrutarán de esta aventura. Ahora bien, para el grueso de jugadores hay toda clase de alternativas mucho mejores.