Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Plaion. Juego disponible en PC, PLAYSTATION 4, PLAYSTATION 5 (versión analizada), XBOX ONE y XBOX SERIES S/X.

Introducción

Estimado camarada, retroceda unos cuantos años hasta esa época gloriosa en que primaba la dictadura del proletariado, para mayor gloria del Sóviet Supremo.

Concretamente a los años 50, cuando el pérfido enemigo había sido derrotado en Europa y las republicas socialistas afrontaban un panorama esperanzador y lleno de posibilidades.

Ahora imagine usted, camarada lector, que gracias a nuestros reputados científicos la patria hubiera descubierto el polímero: ese milagro con múltiples aplicaciones en muy diversos campos.

Visualice un pasado donde, lejos de haber una Guerra Fría, la madre Rusia fuera una inspiración para todos y los países capitalistas vieran con recelo nuestro desarrollo, tratando de imitarnos. Y particularmente un mundo donde nuestros prodigiosos y sofisticados robots asombraran a las mentes más lúcidas de occidente.

Atomic Heart 1

Se hace una idea, ¿camarada?

Finalmente imagine que, por culpa de un traidor al pueblo, los robots se volvieran locos e intentaran aniquilar la raza humana. Todo esto es Atomic Heart, pero veámoslo en detalle.

Un día cualquiera en la URSS

Esta introducción, que evidentemente me he entretenido escribiendo, sirve para dar buena cuenta de lo que encontraremos en Atomic Heart.

Efectivamente, somos un condecorado militar, concretamente el Mayor Necháev, que se aproxima a la instalación 3826 de una utópica URSS donde todos parecen vivir la mar de bien.

Atomic Heart 2

Como habréis adivinado, y no cuento nada, al poco de llegar y maravillarnos con los prodigios de este mundo alternativo y su fantástica ambientación, ocurre un incidente que pone todo patas arriba, con los robots transformados en asesinos inmisericordes.

El tono de mi introducción también pretende transmitir ese punto cómico que destila Atomic Heart, moviéndose en la línea entre lo inverosímil y lo irónico.

Empiezan los problemas

Estábamos tan anonadados contemplando cada detalle que casi nos olvidamos de lo que tenemos sobre la mesa: un FPS o first person shooter, y eso implica disparos, adrenalina y acción.

Efectivamente, no tardaremos en contemplar como, ante nuestros ojos atónitos, esta particular utopía soviética colapsa y los robots campan libres a sus anchas, con las calles literalmente sembradas de cadáveres humanos.

Atomic Heart 3

Aquí empieza Atomic Heart propiamente dicho, introduciéndonos en una aventura donde debemos dar caza y detener al traidor Petrov, un científico de la instalación 3826 responsable del sabotaje y el revuelo que se ha montado.

O al menos eso parece, claro, ya que como habréis adivinado esta historia tiene su giros argumentales y no todo es lo que parece. Ni mucho menos.

Dinámicas jugables

En realidad analizar Atomic Heart es hablar fundamentalmente de su ambientación, cosa que ya he hecho, puesto que lo demás no deja de ser un FPS al uso.

Cuando digo al uso me refiero al estándar que trajo Half Life, cuando los shooter mata-mata dieron paso a aventuras más elaboradas con una buena trama.

Atomic Heart 4

Como elemento más característico, el Mayor Necháev está equipado con un prototipo de guante polimérico llamado Charles, que en sí mismo incorpora una inteligencia artificial con la que el protagonista tendrá abundantes conversaciones, aunque esto no significa que ambos se lleven bien.

El guante permite ejecutar diversos poderes, como la capacidad de electrificar, congelar o levantar un escudo de fuerza, todo lo cual podemos potenciar en una especie de sarcófagos que... bueno, os dejo la sorpresa.

Además contaremos con un buen arsenal, que puede ser mejorado mediante la fabricación de diversas piezas. Y hablando de piezas, una curiosidad de Atomic Heart es la mochila cuántica, donde podremos guardar materiales de construcción sin límite. El equipo va aparte y ocupa las típicas ranuras.

La forma de recoger objetos es curiosa, ya que se hace a distancia, con la fuerza tractora del guante, así que bastará con alzar la mano para ver cómo se empiezan a abrir cajones y armarios a nuestro paso.

Atomic Heart 5

Es un proceso bastante cómodo la verdad, aunque al arramplar con todo sí es verdad que da una cierta sensación de que llevas un batiburrillo indistinguible.

Cerrando la parte jugable, aparte de la acción contra diversos robots al más puro estilo FPS clásico, Atomic Heart plantea misiones donde debemos explorar y resolver acertijos sencillos para avanzar en la trama, por no decir que algunas puertas están selladas con diferentes mecanismos que son puzles en sí mismos. También encontraremos secciones que podrían considerarse plataformas, aparte de ordenadores con documentos que contribuyen a enriquecer la ambientación.

Apartado técnico

Atomic Heart es uno de esos juegos que la verdad me pregunto cómo se verá en las consolas de la anterior generación, porque al poco de iniciarlo entiendes que la diferencia necesariamente debe ir más allá de la resolución o el framerate.

Lo que se despliega ante nosotros es un mundo detallado, cuidadosamente ambientado y lleno de elementos, con texturas de alta calidad y una sólida representación de los personajes.

Vamos, que los gráficos lucen de maravilla. Es verdad que con eso de los robots y sus movimientos hieráticos, por no hablar de los muertos parlantes (sic), los desarrolladores se han ahorrado muchas animaciones, pero oye yo a eso lo llamo ingenio.

Atomic Heart 6

Hay que destacar la formidable ambientación del juego, que recuerda a una mezcla de Fallout y Bioshock. No sólo disfrutas con la genuina y fantástica utopía que se muestra en pantalla, sino que te ríes de la trama, cargada de comentarios hilarantes del protagonista mientras se abre paso en este alocado entorno.

Hablando de comentarios y entrando en el sonido, lo mejor es sin duda escuchar al Mayor Necháev profiriendo toda clase de improperios en perfecto castellano a medida que se encuentra con situaciones de lo más insólitas. No es muy habitual que este tipo de shooters te arranquen una sonrisa, pero Atomic Heart al menos en mi caso lo ha conseguido. Por lo demás melodías de corte roquero algo psicodélico y efectos correctos.

Atomic Heart 7

Conclusión

Atomic Heart no pretende ofrecer una experiencia original, rompedora y, por qué no decirlo, tal vez algo pretenciosa, como podía ser el caso de Deathloop.

Aquí tenemos un FPS muy canónico, que sigue las pautas del género pero evidentemente aporta su particular visión. Y esto significa divertirse y alucinar con la fantasía que la gente de Mundfish se ha imaginado.

Daos cuenta de una cosa: durante el análisis no he hablado apenas de puntos flacos porque, sinceramente, no los hay. Podría haber cosas mejores, pero en términos globales hablamos de un título redondo: largo, variado y muy bien hecho.

Atomic Heart 8

Es rematadamente injusto que, por no tener detrás un gran estudio, Atomic Heart sea el perfecto candidato a las típicas notas de 7 entre la prensa. ¡Ey, que nadie diga que un 7 está mal!

Pero sí lo está para este juego amigos, porque merece una mayor consideración dentro del mundillo y os aseguro que no os arrepentiréis si os lanzáis a por él. Aunque no tenga a Link, a Joel o a quien sea, ya me entendéis.