Este análisis ha sido realizado gracias a una copia facilitada por Meridiem Games, juego disponible en PlayStation 4 (versión analizada).

El misterio y el secretismo son dos características que siempre han envuelto a los shinobi. En la historia de Japón, los ninja (忍者) o shinobi (忍び) eran un grupo de mercenarios entrenados en el arte de espiar a sus enemigos para luego llevar la información a sus emperadores.

Tales prácticas incluían el asesinato, espionaje, sabotaje, reconocimiento y guerra de guerrillas. Ahora tenemos la oportunidad de convertirnos en un auténtico shinobi siempre y cuando contemos con una PS4/PS4 Pro/PS5 (retrocompatibilidad), unas PS VR y los MOVE.

Una historia milenaria

Nos pondremos en la piel de Kenshiro, el último superviviente de los Arashi, un shinobi asesino que se verá envuelto en una historia de venganza y traición. Para ello viajaremos hasta el Japón feudal en un momento complicado. Una oscura conspiración tiene al país nippon sumido en el más absoluto caos.

Los Seis de Oni, un grupo de señores feudales, han tomado el control de algunos castillos distribuidos a lo largo de todo el país, envolviendo a sus ciudadanos bajo el manto del terror para dominarlos a todos. Para ello han tenido que destruir al clan Marea Azul. Nuestra misión será liberar el país de tan funesto presente mientras nos vengamos por la destrucción del clan familiar. Para ello contaremos con Ayane, prima de Kenshiro, que será quien nos vaya indicando las misiones a cumplir y Haru, nuestra leal loba que nos ayudará en nuestra lucha.

Estilo de juego

Para dejarlo claro desde el principio, estamos ante una propuesta jugable basada en el sigilo. Arashi: Castles of Sin, por ambientación y estilo de juego, estaría próximo a una especie de Tenchu (de From Software) ya que nos convertiremos en un auténtico ninja que tendrá que acabar con sus rivales sin ser visto.

La idea es llegar hasta cada uno de los Señores Feudales que se han hecho con el control del país. Se nos explicarán “las virtudes y proezas” de cada uno de ellos (saqueos, violaciones, matanzas), dándonos motivos más que suficientes para acabar con sus vidas.

Y llegados a este punto del análisis, haré una reflexión. Si eres amante de este tipo de videojuegos, quizás, sobre todo al principio, lo encuentres demasiado fácil y simple debido a su planteamiento inicial y a la baja inteligencia artificial por parte de los rivales. No te preocupes ya que, a poco que avances, verás como las cosas se complican.

Y para aquellos que el sigilo no sea su fuerte, estad tranquilos porque, poco a poco, conforme avancéis la aventura iréis dominando todas las técnicas que iremos aprendiendo. Dadle una oportunidad que es muy gratificante esconderse detrás de unas cajas y asomarse un poco por la esquina para ver a nuestros enemigos o intentar espiarlos a través de la madera rota de una pared o una caja.

Movimiento sigiloso

En este apartado la verdad es que Arashi: Castles of Sin se desenvuelve a la perfección. Para desplazarnos por los escenarios contamos con movimiento libre combinado con teletransporte. Con el Move izquierdo controlaremos la dirección del personaje y la velocidad de movimiento. Si corremos, gastaremos resistencia y, lo más importante, crearemos ruido que podrá ser detectado por los rivales. Así que correr al más puro estilo Naruto resérvalo para momentos muy concretos.

Con el Move derecho activaremos el salto que actuará como el clásico teletransporte utilizado en infinidad de títulos. Como shinobi que somos, podremos movernos de un lugar a otro sin ser detectados. Combinando estos dos estilos podremos saltar por tejados o superar obstáculos sin perder la libertad de movimiento, algo muy satisfactorio.

El giro será por grados (ajustables). Podremos escalar algunas superficies como hierbas y escaleras. También contaremos con un gancho. Éste junto a la katana serán los dos objetos que más utilizaremos a lo largo de toda la aventura. Pero también dispondremos del siempre llamativo shuriken así como un arco y una cerbatana que nos permitirán atacar a larga distancia (tienen auto apuntado). Las granadas de humo también formarán parte de nuestro arsenal.

Al principio del análisis ya se ha comentado que nos acompañará Haru la loba. Con ella podremos desenterrar vasijas llenas de oro, crear distracciones o, incluso, inmovilizar a un enemigo temporalmente (Sí, también podremos acariciar a Haru).

Me parece curiosa e igualmente efectiva la manera de mostrar si nos encontramos ocultos de cara a los enemigos. Si nos metemos en medio de la hierba nuestras manos desaparecerán, indicándonos que estamos moviéndonos por las sombras sin ser vistos. A parte de esto contamos con el clásico “ojo” sobre la cabeza de los rivales que nos indicará el grado de peligro.

Otro acierto tiene que ver con el del cumplimiento de las misiones. Siempre se nos planteará la tarea de ir desde el punto A al punto B. Lo interesante es que el juego nos deja libertad total a la hora de avanzar entre los dos puntos, dependiendo totalmente de nosotros y de cómo está diseñado el escenario la manera de completar el nivel.

Esto significa que podremos movernos por el suelo, infiltrándonos por el interior de diferentes edificaciones, o por sus tejados. También tendremos la opción de subirnos a las torres de vigilancia donde nos encontraremos, casi seguro, con algún vigilante.

Misiones

Antes de cada misión podremos equiparnos con las armas/herramientas y proyectiles que vayamos a necesitar. Estas misiones se dividen entre varias zonas interconectadas que tendremos que ir superando. Esto nos dará pie a la exploración de los escenarios, lo que nos ayudará si, por ejemplo, en alguna zona concreta nos atascamos y no sabemos por dónde avanzar.

Pero, al explorar las zonas, también conseguiremos munición extra que estará disponible para nuestra próxima misión siempre y cuando no la consumamos del todo (flechas, shurikens y proyectiles).

También existe otro motivo para explorar los escenarios a lo largo de las seis horas que dura el juego: los coleccionables. Por un lado están los Árboles Malditos a los que tendremos que acercarnos. Están las cartas de nuestra prima que desvelarán la historia del jefe final de cada fase y la situación en la que se encuentra nuestro pueblo y oro que Haru podrá desenterrar. Si encontramos todos los coleccionables de cada fase desbloquearemos unas estatuas y obtendremos un trofeo.

Espadazos

El combate es extrañamente satisfactorio. Al principio del juego será todo muy fácil. Podremos bloquear, lo que nos permitirá unos segundos para asestar un golpe mortal a nuestro enemigo. El caso es que la cosa se complica dependiendo de si el rival tiene o no armadura y su pericia con lo que, a pesar de que no es el mejor sistema de combate, siempre y cuando superemos los primeros momentos de la aventura, este sistema será más satisfactorio a medida que suba de dificultad.

Evidentemente siempre será más efectivo eliminar a los servidores de los Seis de Oni de diferentes maneras más sutiles que no afrontar esos encuentros de manera directa (contaremos con diez tipos diferentes de armas). En ese sentido la ayuda de Haru también se hace muy necesaria, aunque no podremos contar con ella durante el tramo final de cada una de las fases.

Vivir en el Japón medieval

Es muy destacable el trabajo realizado por el equipo de Endeavor One en Arashi: Castles of Sin. Cada una de las misiones tiene lugar en un escenario claramente diferenciado del anterior incluyendo preciosos bosques, ciudades quemadas y castillos medievales. No es lo mismo, pero nos quedaremos embobados admirando el escenario de la misma manera que nos ocurría en Ghost of Tsushima. Así mismo, las animaciones de los personajes son bastante destacables.

El problema es que la resolución es baja y seremos testigos de unos dientes de sierra que no pueden disimularse con el actual visor de VR de PlayStation. Afortunadamente el apartado sonoro cuenta con un destacable sonido 3D y unas voces japonesas que nos meten de lleno en el mundo antiguo japonés. Eso sí, contamos con traducción muy buena (que no doblaje) al castellano.

Conclusiones

Si quieres emular las experiencias de un auténtico shinobi “viviendo” la aventura como nunca antes lo has hecho, éste es tu juego. El entorno, la experiencia, la ambientación y el arte son realmente muy destacables. La infiltración y el sigilo están bien implementados. El uso de los Move (solamente podremos jugar con estos dispositivos de movimiento) y la liberad de movimiento con la que contamos nos ayudarán en la inmersión.

¿El juego tiene problemas con la IA y los combates? Pues sí, no es perfecto. Pero, a poco que te gusten las películas o historias de ninjas, shinobis, época feudal japonesa y su ambientación, disfrutarás al máximo de Arashi: Castles of sin. Y recuerda, las sombras serán tus mejores aliadas.

Reseña
Nota final:
7.7
Artículo anteriorPrepárate para sentirlo: Llega el evento de la Temporada 2 de Knockout City '¡Superpoderes!'
Artículo siguiente¡Vive la vida con clase! Ya está disponible el contenido descargable La Alta Sociedad en Anno 1800
analisis-arashi-castles-of-sinEstamos ante una propuesta que se aleja de los juegos de disparos que tanto abundan en PS VR. Aquí encarnaremos a un shinobi que hará uso de todo su arsenal para liberar a su pueblo y conseguir venganza. Buen doblaje en japonés y trabajada traducción al castellano. Muy inmersivo, Sigilo que va en aumento. Buenos controles. El arte muy bello, pero los gráficos algo justos. El combate, aunque mejorable, satisfactorio.