Salir a la calle en estos momentos a disfrutar del sol y la buena compañía digamos que puede considerarse más un riesgo y una temeridad que un plan tranquilo.

Por suerte Nintendo nos pone fácil la cuarentena, y es que relajarse nunca había sido tan sencillo como con Animal Crossing: New Horizons, donde tendremos que explorar nuestra propia isla desierta y hacer de ella nuestro hogar.

En AllGamersIn ya lo hemos jugado en profundidad, y aprovechamos que hoy se pone a la venta para hablaros de él y traeros nuestro análisis de uno de los lanzamiento más importantes de estos primeros meses del año.

Industrias Nook abre nuevos horizontes

La premisa de Animal Crossing es toda una aventura, crearemos a nuestro personaje a nuestra imagen y semejanza -con un editor de personajes bastante limitado, eso sí-, y nos dispondremos a viajar a una isla desierta que busca gente que la habite.

Aquí es donde entra industrias Nook, pues quiere colonizar estas islas y en ti ha encontrado al supervisor ideal, pues al poco tiempo de llegar a esta nueva parada descubrirá que eres el indicado para llevar la situación.

Como veis este es solo el principio de una nueva vida vecinal, pues seremos muy pocos habitantes dentro, pero eso sí, nunca nos aburriremos y sentiremos que siempre tenemos cosas por hacer... aunque sea relajarnos.

Y es que Animal Crossing es una saga ajena a cualquier otro videojuego, donde nuestro principal cometido es únicamente llevar una doble vida, una virtual, relajada y llena de comodidades, y eso, puede ser muy divertido.

Levantar esta isla no es tarea fácil, pero tampoco pesada

Una vez dentro, tendremos que adaptarnos a la vida en la isla, ya que buscar recursos será más necesario que nunca en la saga, pues de ellos dependeremos no solo para comer, vender o cumplir encargos, sino también para poder crear todos los utensilios que usemos en nuestro nuevo hogar.

De hecho, las primeras horas de juego servirán de tutorial, y aunque Nintendo ha creado esta saga para que nos tomemos las cosas de un modo relajado -de hecho, a veces no nos quedará más remedio que esperar a que pase el tiempo-, durante estas primeras horas siempre tendremos cosas que hacer, introduciéndonos a la saga y enseñándonos nuestros primeros pasos.

Y es que el juego cuenta con bloqueos que nos invitan a tomarnos las cosas con calma y disfrutar más de la vida en la isla que de avanzar en su desarrollo, cosa que los fans de la saga sabrán reconocer enseguida, es su tónica general.

Diariamente, tendremos objetivos nuevos: explorar nuevos rincones de la isla, construir determinadas cosas, buscar insectos o cazar, recolectar materiales... VIVIR en nuestra isla, y de esta manera pasar de tener tres tiendas de campaña mal colocadas a disponer de toda una ciudad en una isla paradisíaca.

Una vez que afrontemos las primeras semanas de juego y ya no queden más objetivos que cumplir -o tengamos que esperar a una determinada situación, como un cambio de estación-, ya podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación en la isla.

Y es que Nintendo ha conseguido que no nos sintamos agobiados con las tareas que tenemos para hacer, y de esta manera, aunque con un ritmo más pausado, se hace mucho más manejable que dándonos grandes dosis de información de golpe.

Dependiendo de la época del año y el momento del día encontraremos una especie u otra.

Juegues o no, el tiempo pasa en la isla

Animal Crossing es un simulador social, hablar con nuestros vecinos, acudir a eventos y ferias y relacionarnos con el medio, son los que haceres habituales que también tendríamos en la vida misma.

Y es que el avance del juego sucede en tiempo real, y estemos o no en la isla, ocurrirán cosas de un día para otro, como los horarios de aperturas de las tiendas, el cambio de estación o incluso el paso de las horas en el firmamento.

De esta manera, el juego nos invita a que lo practiquemos un ratito al día, pero que no pasemos muchas horas seguidas, pues ir con prisas en este juego no es nada posible y está hecho para desconectar y relajarse, y creednos, lo logra ya que consigue que nos evadamos el rato que lo jugamos.

Construye tu mismo la ciudad

La principal novedad respecto a otras entregas de la saga es que nosotros tendremos que construir casi cada elemento que hay en la isla, y es que el bricolaje será un punto importante desde el comienzo de la aventura.

Eso sí, no será nada engorroso, bastará con estar en un punto de creación y disponer de los materiales necesarios -y de la receta- para que nuestro personaje se encargue del resto.

Y aquí es donde nos hemos podido llegar a sentir algo decepcionados, pues lo sencillo que puede resultar crear prácticamente todo el inventario abruma, y en muchas ocasiones no piden grandes cantidades de materiales. Aunque si es bien cierto que la lista final de cosas que podemos crear es enorme, y tenerlo todo creado nos llevará muchísimas horas.

Carreteras, muebles, herramientas, decoración, ropa... podemos crear de todo y la lista es casi interminable y muy personalizable ya que podemos cambiar su color, es por eso que decimos que el título da rienda suelta a nuestra imaginación, todo lo que queramos lo podemos hacer pero resulta muy gratificante cuando todo queda como queremos.

Eso sí, aunque muchos de estos objetos cuentan con animaciones para nuestro personaje al interaccionar con ellos, la inmensa mayoría son meros decorados, así que aunque podéis construir de todo en la isla, no podemos esperar hacer de todo. No os podéis imaginar lo mal que te sientes cuando ahorras para una bicicleta pero no puedes montarte en ella.

Un sistema de logros, con buenas recompensas

En esta entrega, no solo haremos uso de las bayas para comprar nuevos muebles o artículos, también se ha implementado el sistema de millas que nos permite hacernos con objetos únicos de una manera divertida.

Para obtenerlas tendremos que cumplir una serie de objetivos marcados por el juego: captura tal número de insectos, siembra tantas flores, recolectar tantos materiales, habla a diario con tus vecinos...

Este sistema ayuda a dirigir en cierto modo nuestros pasos en la aventura, algo que le resta libertad al título, y es que a veces nos sentiremos obligados hacer objetivos que no queremos cuando realmente deseamos hacer otras cosas por tal de conseguir esta moneda de cambio.

A esto hay que sumarle que hay retos y desafíos diarios -cinco- que además nos darán una cantidad mucho mayor de millas, por lo que puede que nos obsesionemos en invertir el poco tiempo libre que tenemos en cumplir estos objetivos, pero no en lo que verdaderamente importa: desconectar.

Sin embargo lo verdaderamente recomendado es jugar a nuestra manera y hacer lo que nos apetezca, jugar sin ataduras y disfrutar de la relajación que pocos títulos como este ofrece.

Un multijugador que podría dar más de sí

Aunque el juego tiene una cantidad de contenidos y eventos de lo más atractiva, debemos decir que su multijugador se queda muy por detrás de lo que esperábamos a estas alturas del año en el que vivimos.

Por un lado tenemos el modo local usando una misma consola, donde solo contaremos con una cámara para todos los jugadores que tendrán que seguir al jugador principal ya que la cámara solo le sigue a él, provocando que no podamos movernos libremente y hacer lo que nos plazca mientras el resto se dedica a lo suyo.

Esto se soluciona haciendo uso del modo online, donde si podemos tener nuestra propia cámara e interaccionar con nuestros amigos en su isla en el momento que queramos, además si pertenecemos a su lista de mejores amigos, podremos hacer de todo con su inmueble, pero sabemos que sois buenos vecinos.

Por desgracia, hay un gran pero para los usuarios que disponen de una sola Nintendo Switch para toda la familia, y es que la isla se comparte entre las diferentes cuentas que haya creadas en la consola, por lo que tendremos que ser vecinos entre todos y conformarnos con los desbarajustes que nuestros familiares o pareja hayan creado en ella.

Comprendemos que Nintendo haya intentado crear un ambiente más familiar en nuestra isla haciendo que seamos vecinos de consola y de isla, pero no entendemos en absoluto que sea obligatorio y no nos dé la opción de tener una isla en solitario para nosotros mismos, esperamos que la compañía se dé cuenta de la mala jugada y lo cambie con el tiempo.

Gráficamente es artístico sin destacar en absoluto

Quienes ya jugaran a las anteriores entregas recordarán bien que el apartado artístico del juego es minimalista pero cargado de detalles, haciendo uso de un estilo muy animado y desproporcionado en los personajes pero sumamente encantador.

Y es que aunque los gráficos encajan perfectamente en la generación pasada o la anterior, el nivel de detalle que han invertido en este juego es brutal.

Lógicamente se podría haber potenciado más los gráficos, pero eso se habría traducido un retraso para un apartado que no es el objetivo en mente de los jugadores de esta saga.

Solo echamos de menos un número de expresiones más alto en los vecinos y más opciones para diseñar el rostro de nuestro personaje, será difícil que no encontremos un doble o un triple nuestro.

Eso sí, alabamos la cámara del juego, que podremos cambiar de altura en cualquier momento, alternando entre la versión de Gamecube y la Nintendo 3DS, en definitiva, hasta para esto jugamos como queremos.

La banda sonora en cambio consigue lo que se propone, transportarnos a otro mundo y hacer que nos relajemos como nunca, no volviéndose repetitiva en ningún momento. De hecho ha habido momentos en lo que todo lo que queríamos era colocar una hamaca en la playa y disfrutar de su música.

Lógicamente acompañada de los efectos de sonido, que también son sublimes, cada superficie que pisamos, cada ola de la playa, tiene un sonido propio, y así el resto del juego.

Conclusiones

Animal Crossing: New Horizons es uno de los mejores simuladores sociales que podemos encontrar en el mercado. No solo es una herramienta de diversión, también de desconexión y relajación, y es que todo en el juego está diseñado para que nos lo pasemos bien, sin irritarnos con jefes finales y situaciones difíciles de abarcar.

Y decimos que es de los mejores en su género porque también es el mejor de la saga, y al que más horas creemos que dedicaremos a lo largo de vida comercial de Nintendo Switch, las posibilidades casi infinitas que tiene así nos hace pensarlo -y eso que para la realización de este análisis no hemos podido disfrutar de sus eventos-.

También sentimos que añade curiosidades nuevas que le da frescura a una saga ya de por si poco explotada, y es que el modo bricolaje nos ha encantado pese a su sencillez.

Solo echamos de menos un apartado gráfico más exuberante, pero como ya hemos dicho, no es el objetivo ni del juego ni de sus jugadores, y lo compensa a la perfección con su nivel de detalle y la banda sonora.

Sin duda una opción muy recomendada para todo aquel que quiera relajarse y probar algo nuevo, es muy divertido y podemos disfrutarlo en solitario o en nuestros amigos, en cualquier caso, haced las maletas que nos vamos.

Donde comprarlo

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Reseña
Nota final
8.8
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analisis-animal-crossing-new-horizonsUn giro en la saga Animal Crossing con gran acierto que amplía enormemente sus horizontes permitiéndonos crear casi cualquier cosa que deseemos para nuestra isla. Haced las malestas porque nos vamos a crear nuestra propia ciudad.