La noche entre el jueves y el viernes de esta semana tendremos con nosotros el segundo State of Play, esta particular forma de ofrecernos la actualidad de PlayStation por la que la compañía japonesa ha decidido apostar durante (¿todo?) 2019.

En este post no quiero hablar de predicciones, de los títulos que esperamos ver ni empezar a soltar apuestas locas. Se sabe que estará el remake de MediEvil y varias sorpresas más, habrá quien tenga las expectativas altas, otros que no esperen absolutamente nada, los que lo afronten con un moderado optimismo y los que, sencillamente, les dé un poco igual.

De lo que quiero hablar en este post es del formato en sí, de esta curiosa forma que ha escogido Sony para presentar las novedades de su consola de videojuegos. ¿Es acertada? ¿Qué aporta y en qué debe mejorar?

State of Play: Flexibilidad y reparto de protagonismos

La primera vez que me enteré que PlayStation apostaría por un modelo de programas en streaming al estilo “Nintendo Direct” acogí la idea con ciertas reservas.

Por un lado el concepto me gustaba porque tiene una serie de ventajas que ahora analizaré, pero por otra es un formato que debe ser gestionado con cuidado y la falta de experiencia de la compañía podía suponer un descontento en un usuario bastante satisfecho con cómo se han hecho las cosas hasta el momento con PS4, un movimiento arriesgado que incluso podría impactar negativamente en PS5.

Y es que Sony tiene la difícil tarea en 2019 de mantener alto el interés de PlayStation 4 y darle eco a todo lo que falta por salir, que es bastante, y por otro dejarnos pinceladas de que están preparando una sucesora a la altura, que no nos olvidemos, que nadie se está durmiendo en los laureles.

Lo primero a destacar como ventaja del State of Play es la flexibilidad que ofrece. Hoy en día, en un mundo tan interconectado, con redes sociales que nos informan de la actualidad antes incluso que las webs de noticias, no es necesario citar al personal con meses de antelación para mostrar tu producto, basta con unos pocos días. Este día, esta hora, World Premier, síguelo en Twitch, en Youtube, en la web oficial, y si te descuidas en la pantalla de la nevera. Lo hemos visto con Red Dead Redemption 2, este mismo jueves con Ghost Recon, Bordelands 3 y con APEX Legend, un juego que no ha pisado una feria y mirar hasta donde ha llegado…

Está claro que basta con dar unos días para que la gente se dé por enterada, y eso ha hecho PlayStation con el State of Play. La compañía puede ahora preparar un vídeo cuando tenga algo bueno que ofrecer, quitándole a los estudios la presión de tener que preparar materiales para el E3 cuando quizás el estado del desarrollo no esté lo suficiente maduro y haya que tirar de cinemáticas o aspectos visuales que luego distan del trabajo final y vienen las quejas por el famoso downgrade.

Otra gran ventaja es el asunto del reparto de protagonismos. Imaginemos que Sony hubiese montado el PlayStation Experience de diciembre y que hasta el E3 no iba a enseñar nada más. Naughty Dog, Sucker Punch, Media Molecule y Kojima Productions habrían tenido que parar desarrollos para preparar a toda prisa vídeos para sus The Last of Us: Parte 2, Ghost of Tsushima, Dreams y Death Stranding, que habrían tenido que compartir escenario con Everybody’s Golf VR, Blood & Truth, Ironman VR y el remake de MediEvil, un remake que, imaginemos, llega en junio.

No es difícil pensar que el equipo detrás de MediEvil preferirá mostrar su trabajo cuando esté más acabado, falte poco para su salida y no tenga grandes pesos pesados delante y detrás que lo dejen fatal. Al bueno de Sir Daniel Fortesque le cayeron muchos palos cuando fue presentado en esas condiciones, ahora puede desquitarse, compartiendo protagonismo con otro par de juegos menores… Así sí.

Vivimos en una sociedad en la que nos encanta etiquetar basándonos en la primera impresión. Presentan un juego, nos entra por los ojos la primera vez y pensamos “ojo con esto”, y esa imagen positiva la mantenemos aunque luego distintos videos rebajen el hype, y cuando es para mal hacemos lo mismo: “qué mala pinta…” y esas reservas se mantienen en el tiempo, siempre están ahí en nuestras cabecitas.

Formato del State of Play: Tiempo y contenido

Creo que el formato State of Play, su flexibilidad y su reparto de protagonismos puede beneficiar mucho la marcha de PlayStation 4 y sus juegos este año, siempre y cuando los tiempos y los contenidos estén equilibrados.

El primer programa duró casi 20 minutos, y pudimos ver 10 juegos y un vídeo con un popurrí de varios más. Hubo tiempo para un nuevo vídeo de Days Gone, un par de thrid parties como Mortal Kombat 11 y Crash Team Racing Nitro Fueled, compatibilidad con VR para No Man’s Sky y lució especialmente el catálogo de próximos juegos de PSVR, con nombres importantes como Blood & Truth, Marvel’s Iron Man, Concrete Genie o Five Nights at Freddy’s VR: Help Wanted.

Hubo quien criticó que para ser el primer episodio había quedado corto de contenido (yo entre ellos), pero viendo que apenas ha pasado un mes y medio y ya tenemos el siguiente, quizás a nivel de material tampoco haya estado tan mal, y me parece un acierto que lo hayan enfocado tanto en PSVR, un periférico que interesa seguir vendiendo y que ha ganado atractivo por confirmarse compatible con PlayStation 5.

Este segundo episodio durará 10 minutos, así que podríamos esperar la mitad de juegos más o menos – maldición, ya estoy lanzando predicciones y dije que no lo haría…. – y solo sabemos que uno de ellos será MediEvil… supongo que habrá también algo de espacio para VR y algún thrid party… saldremos de dudas en breve.

¿El State of Play es mejorable? Claro, me gustaría que este segundo capítulo sea un poco más personal, esa voz robótica femenina era horrible, ¡quiero ver seres humanos! Pero por lo demás me pareció bastante correcto. Eso sí, Sony haría bien en medir el equilibro del peso de los State of Play; si después de un debut poco sorprendente y sin pesos pesados este segundo va a tener a MediEvil como máximo exponente, PlayStation corre el peligro de perder capacidad de convocatoria, de hype.

Nintendo sabe jugar muy bien con esto, la expectación siempre es alta porque igual te puede lanzar media hora de “medianías” que de pronto soltarte cuatro bombazos, y como nunca sabes lo que te espera estás siempre con el interés por las nubes... PlayStation debe saber mezclar programas flojos, medios y fuertes para conseguir lo mismo, o sino el usuario dejará de acudir a las convocatorias y eso sería desastroso para los juegos que allí se presenten.

La situación de la competencia

Dejando a Google Stadia fuera de la ecuación – de momento su recepción es una incógnita – tenemos tres compañías en tres escenarios muy distintos.

Por un lado Nintendo sigue a su rollo con Switch, le va bien en ventas, sigue apostando por sus Directs y se habla del lanzamiento de nuevos modelos más potentes para no quedarse demasiado atrás tecnológicamente, aunque no parece que sea algo que le vaya a preocupar. Imagino que preparará un buen Nintendo Direct en el E3, aunque se puede permitir centrarse en un solo exclusivo como hizo con Smash Bros. y la gente seguirá contenta.

Por otra parte tenemos a Microsoft, que tiene la batalla de la presente generación más que perdida y es la primera interesada en acelerar el comienzo de la siguiente y de paso asegurarse la ventaja que siempre da golpear primero. El poco interés en el E3 2019 por parte de Sony y Nintendo hace que la compañía de Redmond goce de gran protagonismo en la feria de Los Ángeles, y seguro que lo van a aprovechar para poner toda la carne en el asador con una conferencia potente en la que muestren su nueva generación de Xbox, que podría incluir varios modelos de consolas y un servicio de juego por streaming (el proyecto X-Cloud) que, según se dice, podría tener un impacto muy fuerte en la industria.

Pero además Microsoft hace una cosa muy bien, y es que apuesta por un modelo híbrido, aprovecha la gran feria del E3 para darle un buen martillazo a la industria del videojuego, pero cuenta también con la flexibilidad de los Xbox Inside, programas estilo Direct o State of Play donde puede repartir minutos y protagonismos, darle su espacio a Xbox One, a su servicio Game Pass, a los exclusivos que quedan por salir en la actual generación, acuerdos con thrid parties, indies y demás.

Particularmente creo que quien mejor estrategia tiene es Microsoft, que cuenta con sus programas en formato vídeo y no renuncia por ello a las grandes ferias. También es lo más lógico, usar el foco del E3 para presentar tus consolas tiene sentido, no parece que un vídeo streaming de una hora sin público sea la mejor forma de presentar una consola, hace falta show, hacen falta aplausos y vítores, y estoy seguro que en 2020 PlayStation volverá al E3 para presentar PS5 con toda esa parafernalia.

Entiendo que Sony no haya querido llevar sus juegos de PS4 al E3 teniendo en cuenta que sus anuncios iban a quedar ensombrecidos por lo nuevo de Microsoft. Aun así, yo programaría un State of Play fuerte unos días antes, cuando el hype por la feria y el interés de la gente esté alto, para enseñar un par de juegos potentes y no dejarle todo el camino libre a Microsoft para que se lleve todos los vítores.

En cualquier caso creo que Sony ha acertado con los State of Play teniendo en cuenta que durante este año le quedan pocos anuncios que realmente nos sorprendan, pero PS4 está muy viva y aún quedan varios grandes por salir y muchos medianos interesantes que merecen no perderse en el limbo de una conferencia de hora y media y en un evento con decenas de anuncios.

En Sonyers seguiremos con interés todos los State of Play del año, y por supuesto hacemos un streaming del segundo capítulo del viernes a las 00:00, lo podrás seguir en directo con nosotros y por supuesto lo valoraremos al final. No sé el vuestro, pero mi hype está razonablemente alto, y cuento ya las horas para que empiece. Ojalá pueda decir lo mismo durante todo el año.