El día 12 de octubre, mañana mismo, será un gran día para millones de jugadores, un día marcado a fuego en el calendario. Mañana 12 de octubre llega a las tiendas Call of Duty: Black Ops 4.

Para mucha gente es el único juego que compran en todo el año, y a estas alturas nadie duda que la legión de seguidores que tiene la franquicia de Activision no acudirá en masa a las tiendas a por una nueva dosis de headshots, rachas, perks y demás palabrejas técnicas con las que uno se pierde fácilmente.

Pero yo me pregunto… ¿podrá Call of Duty: Black Ops 4 con ese monstruo llamado Fortnite que todo lo devora?

Call of Duty: Black Ops 4 y su dura competencia

Que si, que el Nuevo Call of Duty va a vender una barbaridad. El otro día varios analistas elevaron las previsiones de ventas de 21,5 a 23,5 millones por la gran acogida de la beta. 23,5 millones… se dice pronto, pero son una barbaridad en ventas.

Sinceramente me cuesta pensar que Call of Duty: Black Ops 4 vaya a tener tanto éxito. Es decir, creo que lo tendrá, claro, es una franquicia totalmente asentada que todos los años se asegura un buen puñado de millones de copias vendidas ya se ambiente en el espacio, la Primera Guerra Mundial o en el Salvaje Oeste… ups.

¿Pero tanto? Para empezar el juego se lanza en una época muy mala, hace nada muchos nos hemos gastado el dinero en Shadow of the Tomb Raider y Assassin’s Creed Odyssey, dos auténticos juegazos que requieren horas y horas. Pero sobretodo hay un gran buitre sobrevolando aBlack Ops 4, dispuesto a cernirse sobre él a la primera señal de debilidad: Red Dead Redemption 2.

La alargada sombra de Fortnite

“¡Pero son esos juegos los que tendrían que temer a Call of Duty!”, podríais gritarme… y puede que tengáis parte de razón, pero la franquicia ha perdido cierta fuerza en los últimos años, y existe otro monstruo que lleva tiempo fuera del armario devorando el tiempo de nuestros hijos: Fortnite.

El shooter multijugador de Epic Games un todo un fenómeno de masas, y es increíble la cantidad de personas que lo juegan en la actualidad a pesar de que lleva en las tiendas desde julio de 2017. El tiempo de mis sobrinos se divide en tres partes: Jugar a Fortnite, ver a gente jugando a Fortnite y todo lo demás.

El padre de todos los Battle Royale cuenta con dos ventajas respecto a Call of Duty: Black Ops 4, que este año presentará su propia modalidad “solo-puede-quedar-uno”. La primera es que es un juego para todos los públicos, bueno… no tanto, pero los padres son más permisivos con su violencia por su estilo cartoon, y eso le abre el abanico de jugadores desde los 7-8 años hasta los 12-13 (a partir de ahí, por desgracia, es casi inevitable que los niños no le estén dando ya a Call of Duty, GTAy cualquier juego +18 que se precie). Hablamos de un rango de muchos, muchos jugadores, y eso es mucho dinero.

La segunda ventaja es que el juego ya está asentado y es una moda. Hoy en día este tipo de lanzamientos se mueven por modas, y es increíble lo mucho que influyen los Youtubers más populares para que este tipo de juegos estén en boga. Sólo si los The Grefg, Vegeta777, Rubius, AlphaSniper y compañía empiezan una campaña masiva de Call of Duty: Black Ops 4 van a conseguir que la moda Fortnite se diluya y que parte del pastel llegue a las insaciables fauces de Activision.

Porque Call of Duty basa su éxito en las modas, la gente lo juega porque sus amigos lo juegan, y el día que sus amigos jueguen a otra cosa, “se pasen” a otro juego, Call of Duty va a tener un problema y Activision otro.

Y ya se puede ambientar en la Guerra de Vietnam, hacer que sus soldados caminen por las paredes o prometer más zombies que nunca, porque la competencia huele la sangre y al menor signo de debilidad se comerán a la gallina y a sus huevos de oro.