ps4-xbox-one-1024x576Esta octava generación de consolas nos va a dejar una situación curiosa, la llegada de nuevo hardware a mitad de camino de la siguiente, y una creciente preocupación de los usuarios, que claman al cielo por un cambio inesperado respecto a lo que suele ser habitual. El ser humano y el miedo al cambio, ya saben.

Es posible que el excesivo precio de salida de PlayStation 3 (600 euros, poca broma) fuese la razón de una PS4 y una Xbox One menos ambiciosas técnicamente, y el avance de las tarjetas gráficas, las grandes necesidades de la realidad virtual y las resoluciones 4K han conseguido que, en solo 3 años desde su salida, One y PS4 hayan quedado muy limitadas a dar respuesta a tantos retos.

Sea como fuere, Sony y Microsoft han creído necesario que en las habituales revisiones de sus consolas, además de reducir el tamaño y el consumo energético, añadan un buen extra de potencia sin que eso signifique que den carpetazo a la generación y pistoletazo a la novena. Al menos sobre el papel.

Microsoft Xbox One Ps4

Los directivos de ambas compañías aseguran que Xbox One y PS4 seguirán muy vivas y convivirán con los nuevos modelos, compartiendo un catálogo sin exclusivos para las nuevas, que únicamente se beneficiarían de una mayor resolución, mejoras gráficas y un gameplay más fluido.

No obstante, existe un miedo muy latente en que estos nuevos modelos de PS4 Neo y Project Scorpio se conviertan finalmente en la siguiente generación, que las compañías quieran aprovechar toda esa potencia para hacer juegos que las viejas Xbox One y PS4 no puedan mover (y los últimos PCs sí, imaginaos la potencia de un PC de gama media a finales de 2017).

Si la potencia extra hubiese sido pequeña uno no dudaría tanto, pero cuando pensamos en que de Xbox One a Scorpio se pasará de 1.31 a 6 teraflops y PS4 de 1.84 a los 4.14 de PS4 Neo (según rumores) uno sospecha que tal derroche de potencia no se quedará solo en mover algunos juegos a 4K. La mayoría de compañías querrán desarrollar motores gráficos que aprovechen todo ese hardware y dudo que quieran arrastrar el lastre de One y PS4 durante mucho tiempo.

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¿Es muy pronto para nuevas consolas? Para saberlo nada mejor que echar la vista atrás. Haciendo un repaso de la historia las consolas de sobremesa a partir de la cuarta generación (donde apareció NES y Sega Master System) y hasta la actualidad, estas son las fechas de cada consola por compañía, donde podemos ver los años que cada consola estuvo en el mercado hasta la salida de su sucesora (son fechas orientativas, rara vez lanzan el mismo año en todo el mundo):

Nintendo:

NES (1983, 8 años) -> SNES (1991, 5 años) -> Nintendo 64 (1996, 5 años) -> GameCube (2001, 5 años) -> Wii (2006, 6 años) -> WiiU (2012, 5 años) -> Nintendo NX (2017)

SEGA:

Master System (1985, 4 años) -> Megadrive (1989, 5 años) -> Sega Saturn (1994, 5 años) -> DreamCast (1999)

Sony:

PlayStation (1995, 5 años) -> PlayStation 2 (2000, 6 años) -> PlayStation 3 (2006, 7 años) -> PlayStation 4 (2013, ¿4 años?) -> PlayStation 4 Neo (¿2017?)

Microsoft:

Xbox (2001, 4 años) -> Xbox 360 (2005, 8 años) -> Xbox One (2013, 4 años) -> Scorpio (2017)

Como vemos, la media de vida de las consolas hasta que se lanza su sucesora está entre los 5 y los 6 años. Curiosamente Sony y Microsoft quisieron alargar la anterior generación con PS3 (7 años que podrían considerarse 10, todavía hoy sacan juegos para esta plataforma) y Xbox 360 (8 años, que también podrían considerase 11).

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La razón esgrimida por estas compañías para alargar el ciclo de vida de las consolas fue la de ofrecer más tiempo a las desarrolladoras para que sacaran provecho de los costosos motores gráficos, motores que habían requerido grandes inversiones de dinero que había que recuperar. Los triple A cada vez salen más caros, sobre todo al principio, y tener que rehacerlos desde cero cada 4-5 años no salía nada rentable.

Ahora estas mismas compañías han querido inventar una norma novedosa en el mundo de las consolas (largamente implantada en el mundo PC), lanzar máquinas más potentes que no supongan una nueva generación, ofrecer una opción más (o dos) a los usuarios para ver los juegos en calidad “normal” o “ultra” (quizás debiera dejarlo en “alta”, que ya nos conocemos).

Saco ahora mi oráculo. En 2017, PS4 y Xbox One llevarán 4 años en el mercado, convivirán con sus sucesoras y es de esperar que al principio se cumplan las promesas, no haya exclusivos, todos los juegos funcionen en los distintos modelos de “misma generación” y es posible que las diferencias no sean muy grandes, imagino que Sony y Microsoft se moverán en ese terreno del marketing en el que quieres vender lo nuevo pero sin perder ventas de lo viejo, y lógicamente las EA, Ubisoft o Activision tampoco quieran que PS4 y One (que según previsiones sumarán 80 millones de unidades entre las dos) queden desfasadas tan pronto.

 

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Imagino que los estudios irán adecuando sus motores gráficos poco a poco, una mejora por aquí, un nuevo sistema de iluminación dinámica por allá… y llegaremos a 2018, las diferencias entre PS4 y One con sus mayores se irán acentuando, quizás ya alguna compañía prepare exclusivos para las grandes, habrá más Scorpios y más Neos en el mercado, los juegos seguirán saliendo en todas pero de aquella manera… cada vez más gente dará el salto.

Y nos meteremos en 2019, One y PS4 cumplirán 6 años, hora de guardarlas con cariño en un cajón, la mayoría de juegos exclusivos de Neo y Scorpio, consolas por fin aprovechadas, con varios años de recorrido por delante, gráficos de infarto en nuestras televisiones 4K/8K.

La nueva generación encubierta.

PD: Alomejor me equivoco y los planes pasan por lanzar PS5 y Xbox Two en 2020, pero que me aspen si conozco el sentido de lanzar entonces Neo y Scorpio ahora.

PD1: ¿Y qué pasa con Nintendo? Pues que tendrá nueva consola en 2022, con sus Marios y sus Zeldas, y que las demás hagan lo que quieran.