Cuando Nintendo anunció públicamente lo que era el proyecto NX, no me gustó demasiado. De hecho, lo repudié. Juraba y perjuraba que no quería una Nintendo Switch ni en pintura.

Pero con el paso de los meses, el impacto negativo de aquel nuevo concepto de consola híbrida fue transformándose cuando fui capaz de entender sus objetivos y sus metas. Empecé sintiendo curiosidad al principio, alago después y luego se volvió en un deseo a querer poseer al final.

Finalmente, acabó entre mis posesiones y la convertí en consola principal junto a una PS4. Pero decidí centrar mi atención en una sola máquina y mi querida PlayStation encontró otro dueño.

Enseguida recordé mi época de los 128 bits, donde mi Nintendo Gamecube fue única consola en casa, siendo predilecta frente a una PS2 y una (por entonces) desconocida Xbox.

También tuve que recordar que mi trayecto gamer había sido marcado muy notablemente por la compañía nipona y que tanto Mario cómo sus colegas, me aportaron una experiencia de juego muy satisfactoria en la era 16 bits.

Así pues, al experimentar con Nintendo Switch, fui siendo consciente que este nuevo concepto híbrido, no solo aportaba valor al mercado portátil y de sobremesa, sino que realmente convergía de ambas trayectorias ya recorridas por los de Kyoto.

No es ningún secreto admitir que Switch nace de la necesidad de reinventarse tras el fracaso comercial que fue Wii U, pero lo que quizá algunos ignoran son los conceptos que ha heredado la híbrida con respecto a consolas anteriores.

Un trayecto marcado de experimentos

Wii U

Como decía, Switch fue la imperiosa necesidad de hacer borrón y cuenta nueva. Pero en Nintendo se resistían a que el concepto de mando tableta cayera en saco roto y hubo una reinvención con notables diferencias. Seguiría habiendo una pantalla entre los botones, pero ahora era la propia consola la que se adhería a los controles.

Ya no se transmitía el juego de la consola a la pantalla, ni habría problemas de distancia y conexión. No solamente mejoraron la capacidad "fallida" de Wii U, sino que lograron extrapolar aquella experiencia y llevarla al terreno portátil. 

Wii

La consola revolucionaria con la que Nintendo se ganó al público y logró (desde mi punto de vista) que muchos detractores la viesen con otros ojos. Introdujo el sensor de movimiento y el de inclinación a un hardware y esta se reflejó en la experiencia de juego para los títulos de la "blanquita".

Este nuevo concepto de juego fue realmente un éxito, aunque a muchos jugadores más Hardcore se nos terminase atragantando la condición única de juego, que era el de movimiento.

Este revolucionario concepto se mejoró con la llegada de Swicth: ya no fue necesario una barra de sensores en la zona del televisor y se logró un reflejo 1:1 sin necesidad de incorporar un añadido al mando. Además, dejó de ser la única forma de jugar, siendo algo opcional pero enteramente funcional.

Gamecube

Es bastante evidente que Switch heredaba características de sus dos antecesoras, pero del "cubo" también heredó un concepto bastante confuso de la época que solo los poseedores de una Gamecube sabrán identificar: la portabilidad.

Aunque a muchos, quizá, les parezca extraño, lo cierto es que Nintendo quiso convertir su consola de sobremesa en una consola para llevártela a donde quisieras. Prueba de ello fue que ya incorporaba un asa en la parte trasera para que la pudieras transportar cómodamente, y un tiempo más tarde, idearon una mini pantalla que se acoplaba a la consola para que ya no tuvieras que depender del salón de tu hogar.

La idea no cuajó, ya que para su sucesora no se volvió a repetir una jugada semblante, pero no deja de ser curioso que ya, desde entonces, tuvieran intenciones de unificar ambas ramas (sobremesa y portátil).

También hay que recordar el periférico Game Boy Player, que se acoplaba en la parte inferior de la consola y permitía jugar a todo el catálogo de Game Boy (hasta Advance) en el televisor. El concepto de "conmutador" ya empezaba a asomar, y esto se lograba en la época mediante periféricos.

Nintendo 64

La consola más influyente en la industria del videojuego, incluso, más allá de Nintendo. La inclusión del Joystick y el rumble pack son ahora dos elementos que no faltan en ninguna consola habida o por haber. Aparte de haber allanado el terreno en la industria, Nintendo estableció estándares que llevaría consigo por muchos años en adelante, como la manera en que se sentía jugar a títulos como "Super Mario 64" o "The Legend of Zelda: Ocarina of Time", experiencias de juego que no se abandonaron, pero sí evolucionaron.

De lo que Switch bebe de esta consola es en nada menos que en el enfoque de multijugador local que establecieron sus cuatro puertos para controladores, llevando el juego a un modo más social y familiar.

Esta característica está muy presente hoy día y lo ha estado en cada consola futura. El concepto de entretenimiento doméstico fue establecido desde que la primera consola Nintendo irrumpió en el mercado y esta ha ido consolidándose con cada nuevo hardware.

Super Nintendo

"El cerebro de la bestia", como se la llamaba. Consiguió algunos de los hitos más memorables gracias a su chip FX capaz de mover objetos poligonales 3D antes de la llegada de la era 32 bits.

Introdujo los botones L y R a un mando que ya contaba con una botonera que yo consideraba excesivo, pero no, cada botón tenía sus funciones y utilidad, ofreciendo juegos con mayor profundidad de gameplay (mención especial a Super Metroid). 

Pero la función más desconocida por los usuarios, fue el Stellaview, un periférico modem por satélite que ofrecía contenido de descarga como juegos, revistas y otros. No tuvo un gran impacto fuera de Japón, pero deja entrever que los de Kyoto ya tenían intenciones en ofrecer un ecosistema propio.

Hoy entramos fácilmente en la eShop, descargamos demos y juegos, recibimos noticias en la sección adecuada en el menú de la consola y tenemos los queridos Nintendo Direct ofrecidos por la compañía para estar atento a las últimas novedades.

Nintendo ha aprovechado la creciente vertiente de internet para acabar consolidando este concepto de una manera sólida y férrea; y ahora forma parte de la espina dorsal de Switch.

Nintendo

Llegados a este punto, puede parecer exagerado pensar que Switch hereda algo directamente de la consola original que lo inició todo, y no es tanto el hardware sino el planteamiento.

Los Joy-Con desmontables, que ofrece otros modos de juego, es un legado que ha estado presente en la compañía desde NES y SNES.

No, los mandos de ambas consolas no eran desmontables, pero ya desde un principio, Nintendo pensaba en ofrecer otros modos de juego e interacción.

Claros ejemplos son la NES Zapper, la pistola que se usaba para jugar al "Duck Hunt" o el "Power Glove", un controlador en forma de guante, ambos para NES.

Hoy usamos los Joy-Con, buscando nuevas formas de interacción: Switch Sports, Ring Fit o los sensores de inclinación en otros juegos. A Nintendo no siempre le vale que agarres el mando y te pongas a aporrear botones, quiere romper esa cuarta pared e involucrar al jugador en nuevas cotas de entretenimiento, y esta idea lleva fraguándose desde hacía décadas.

Game boy/Nintendo DS

No solo de consolas sobremesa se alimenta la Switch, también ha heredado características y filosofías de las reinas de lo portátil. Switch es hoy día de gran versatilidad por la capacidad de llevarte el entretenimiento a donde quieras, tal como hizo Game Boy durante años.

Pero también se han resistido a abandonar las capacidades biométricas de la pantalla táctil que iniciaron con la familia DS, y es poco probable que lo hagan mientras abarquen el terreno portátil.

Switch, la convergencia de dos mundos y mucho más

Cualquiera puede mirar la historia de Nintendo y estudiarla, pero los más "viejos" hemos tenido la oportunidad de recorrerla y vivirla.

No ha sido un camino de rosas y no siempre le ha ido bien, pero otras veces ha conseguido ofrecer unas experiencias de juego inolvidables y títulos con los que aún añoramos nuevas entregas.

Tener una Nintendo Switch en las manos es sostener un legado que lleva años manifestándose de todas las maneras posibles. Es, en muchos sentidos, la culminación de años de innovación y experimentación por parte de la compañía. Es el punto donde convergen los éxitos y los fracasos de los dos mundos: portátil y sobremesa.

Toda la filosofía y toda la política de Nintendo, reunida bajo un mismo sistema.

Es normal que precisamente ahora nos encontremos nerviosos, entusiasmados e ilusionados, con los rumores que surgen en torno a la mencionada "Switch 2".

Somos testigos de un éxito implacable gracias a un sistema bien consolidado y nada nos gustaría más que ese legado prevaleciese tras el final de Nintendo Switch.