Si os digo la verdad, hasta hace menos de un mes no tenía ni idea que cumpliría uno de mis sueños, que era ir a una feria del videojuego tan grande como esta. Estoy seguro que si le dijerais a "mi yo" de hace unos 4 años que acabaría yendo a lo que era anteriormente Madrid Games Week, estaría emocionadísimo.

Esto ha sido algo tan importante para mí que he tenido que romper con mi rutina completamente. Ese día estuve unas 23 horas despierto, entre viajes en autobús, metro, cercanías y luego el sprint final de una hora andando acabé reventado. Ah, y también fui a la Madrid Gaming Experience.

La feria estaba formada por dos partes: una que era el evento que compartía nombre con su totalidad, y la otra parte era la de Manga-O-Rama/Comic-O-Rama/RetroWorld, un espacio para los amantes de la lectura a través de imágenes y los nostálgicos por lo antiguo.

Comienzo por Madrid Gaming Experience, la parte que, por antonomasia, acogía a distintas desarrolladoras de videojuegos y, lo más importante, a los que juegan sus juegos. Desconozco las dimensiones del lugar, pero para una persona que ha visitado convenciones enormes como Ficzone o Mangafest he de señalar que es la feria de videojuego más grande que he visitado hasta la fecha, aunque se hacía enana dada la cantidad de contenido que se nos ofrecía. Había demos de juegos que ya habían salido por si alguien que dudaba en comprárselo cambiaba de idea, demos de juegos que están aún por salir y que nos dejan con la boca abierta (al menos la gran mayoría), demos a puerta cerrada de algunos juegos como Call of Duty WWII u otros de Nintendo como Doom y Skyrim.

Lo más sorprendente para mí fue la cantidad de apoyo que Sony está dando a la comunidad de PlayStation VR y lo poco habitado que estaba en muchos casos. Si hubiera podido, habría probado todas las demos de PSVR. Spiderman Homecoming VR, El ministerio del tiempo VR, Coolpaintr VR, la cantidad de demos era enorme, y me hace creer que había más demos de PSVR que de PS4 (donde solo tenían Detroit Become Human, NBA 2K18, y poco más). Y la cantidad de 'pseudo-coches' para GT Sport y GT Sport VR era bestial.

Si vamos al terreno fronterizo, Nintendo hizo más de lo mismo con juegos de Switch que ya habían salido, y dejaron Doom y Skyrim a puerta cerrada y en modo portátil para que los demás no pudieran ver las demos. Pero lo sensacional que ocurrió es la cantidad de gente que apoyaba el nuevo título de Mario que salió hace nada. Como no, no podemos olvidar el Rabbid Kong gigante que aparece en todas las ferias.

Por parte de Microsoft, fueron más 'light', pues las demos de los juegos eran más escasas, y tenías que esperar cola para entrar al recinto abierto que tenían. Me hubiera gustado probar algunas demos como la de Super Lucky's Tale, pero no hubo suerte. Lamentablemente la vitrina de Xbox One X estaba un poco escondida y no impactó demasiado, pero yo al menos no pude separarme de sus cristales por unos segundos.

Había un escenario cerrado por cortinas donde creo que hacían conferencias pequeñas y retransmitían algo (?). No entré en toda el día, de nuevo, por el poco tiempo que tenía para verlo todo. Lo que sí que se veía desde lejos es el escenario de los eSports. No soy muy fan de ello, pero tengo que decir que hicieron un gran trabajo.

Otras cosas que habían en esa parte a las que no les presté mucha atención fueron puestos de compañías que se encargan de hacer periféricos como Nacon, un coche, un todoterreno y creo que hasta había un avión de guerra (porque tiene sentido traer todo esto al evento, eso sí), un puesto de comida al que no pude ir porque siempre estaba lleno (de todos modos puedes estar como 20 días sin comer, por uno solo no pasa nada), y un escenario cerrado exclusivo para Stranger Things. Y no olvidemos la enorme tienda de GAME que la veías nada más entrar y que estaba llena de ofertas suculentas.

Como comenté antes, también había una parte de Manga-O-Rama y videojuegos retro, y como aficionado de visitar esas convenciones me sorprendió lo parecido que era a otras convenciones a las que fui en cuanto a tamaño y lo distinto que es conceptualmente. Las tiendas eran similares, incluyendo muchas donde vendían juegos de segunda mano, o nuevos pero importados de otros países.

Las tiendas de videojuegos retro eran lo mejor (me llegué a hacer con varias cosas que quería comprarme desde hace tiempo), y el trato con los dependientes era muy directo y "de persona a persona", no había un contrato de trabajo que separaba al dependiente del cliente. Además, había un lugar exclusivo para explicar la historia de los videojuegos, donde además había algunas consolas antiguas para probar.

En medio del recinto había un escenario para las conferencias relacionadas con artistas, cosplay, etc... No estuve muy atento a las conferencias que se celebraron, pero era completamente abierto, así que quien quisiera se podía unir en cualquier momento (yo me metí en una de cosplays y la chica que la estaba presentando mencionó que en Japón convenciones como estas eran gratuitas, qué suerte tienen los nipones...) y por lo que vi en el horario después de irme hubo unas charlas de lo más interesantes.

Si mi memoria no me traiciona, eso es todo lo que puedo comentar sobre Madrid Gaming Experience. ¿Valió la pena el viaje de 13 horas ida-y-vuelta, las prisas por no perder el metro ni el cercanías, la hora andando de la estación de autobuses hasta mi piso, el día entero sin comer porque no encontraba ningún sitio y el dolor de hombro por cargar con la bandolera? No podría decir sí más rápido.

Lo único que no me gustó del evento es que no pude ir con mis amigos. El viaje no fue exactamente barato, y no quería que mis amigos pagasen tanto por solo acompañarme. Sé que me lo hubiera pasado mucho mejor de lo que hubiera querido, pero estoy muy contento con la experiencia que he tenido. Repetiría tantas veces como hiciera falta (siempre que no me viniera mal) y si tienes pensado ir con un amigo/a el año que viene os lo recomiendo.