He tenido la oportunidad jugar últimamente a ciertos juegos que han despertado unas sensaciones en mí que pensaba que ya no podría experimentar de nuevo. El primero de ellos en esta serie fue Vagrant Story, un must play de Playstation de la antigua y exitosa Squaresoft. El siguiente fue Resident Evil 7, una saga que creía ya muerta y que Capcom ha sabido resucitar de entre los muertos. Por último, he disfrutado como un niño con Doom, un juego que me cogió con poca edad y que tan solo podía verlo jugar en manos de otro (mi hermano) por razones de contenido obvias.

Quizás ya sepáis por dónde van los tiros, y si no habéis descubierto el patrón, ahí va: son juegos "clásicos". Cada uno de ellos tiene algo que les hace clásicos. Algo que mama de los estándares clásicos a pesar de ser lanzados en una era de sandbox y survival. Algo que va a permitirte decir "He jugado a este título" sintiéndote orgulloso y que te puede dar horas y horas de conversación con otro fan del juego. Algo que a pesar de las carencias que pueda tener te va a hacer disfrutar como antaño con juegos de cyber con tus amigos. Algo que te da esa sensación de plenitud cuando los acabas y que son recordados eternamente. Y por último, algo que les da identidad propia, algo tremendamente difícil de conseguir en el mundo de los videojuegos.

Vagrant Story, además de contar con una narrativa adulta y política y de ser un juego muy difícil (sí, lo es, internet era prácticamente inexistente e incluso ahora hay poca información en torno a sus mecánicas y su funcionamiento en aspectos clave del título), es único. Tan único que incluso es probable que ni lo conozcas, como pasó con otros títulos de Square infravalorados que vivían de lo que les daba de comer Final Fantasy. Único en el sistema de batalla, único en mecánicas de combate (aunque por ejemplo se nota que la saga Dark Souls usó parte de sus mecánicas) y único en banda sonora (como bien nos tiene acostumbrados Squaresoft y Square-Enix). Un sinfín de detalles que no olvidarás nunca si dejas de lado los prejuicios gráficos del título y te atreves con todo un clásico.

vagrant story

Doom por otro lado ha revivido en mí la diversión, el entretenimiento, la distracción. Decir esto no es fácil. Se puede pensar que todos los juegos son entretenidos, de hecho, para eso se hacen, para entretener. Pero no me refiero a ese grado tan básico del entretenimiento. También nos podemos entretener (y mucho) viendo un gato jugar con un cordel. Hablo del entretenimiento de horas y horas de duración, de no querer parar de jugar ni para hacer un descanso ni para comer, ni para ir al baño, ya llegará todo eso. Esa sensación de no querer interrumpir nunca el diálogo entre la pantalla y tu cerebro es algo que deberían tener todos los títulos de la industria. Doom es la definición exacta de diversión y pasará a ser uno de tus juegos preferidos si te atreves, estoy seguro de ello.

doom

Y por último, qué decir de Resident Evil 7... No soy fan de la saga, ni mucho menos, pero la conozco muy bien, y sé qué cosas este título hace bien y qué cosas hace mal. Pero principalmente me quiero centrar en dos cosas que hace muy bien. Al igual que Doom, resucita a la perfección la saga. Ambos son el reboot perfecto de la saga, ese gesto de cogerle de la mano y decirle "Por aquí, ven, esto es lo que quieren los fans". Con Doom no es difícil hacerlo porque dentro del género shooter ya era único y sólo tenía que hacerle caso a los fans, pero con RE7 era fácil caer en el estilo de OutlastAmnesia y tirar de susto fácil y no lo hace. Muchos estaremos de acuerdo en que la vista en primera persona no le pega nada ni a Silent Hill ni a Resident Evil, pero a pesar de ello este título es digno de ser mencionado porque lo que representa y por cómo deja de lado muchas influencias y muy recientes del género terror o survival para seguir con su identidad bien presente.

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Después de nombrar estos tres ejemplos, creo que queda bien claro qué es lo que quiero defender en unos pocos párrafos. Estamos cansados de tanto y tanto juego año tras año esperando un par de ellos aunque sea que tengan esa identidad, que formen algo único y que hagan disfrutar de verdad al jugador.

Me recuerda mucho al mundo de la música en el que raro es el año en que surja un artista que marque la diferencia, todos parecen ser refritos de otros cantantes, o clones de varios estilos. De forma análoga en el mundo de los videojuegos, la gran mayoría son comparados como "el Dark Souls a la japonesa", "el minecraft de LEGO", "el GTA de Square-Enix", ... Ya basta por favor. Queremos videojuegos que sean incomparables, títulos que marquen un género y que sean motivo de halago, juegos a los que cualquiera del género quiera parecerse. No menosprecio títulos como Nioh, Lego Worlds o Final Fantasy XV, sólo creo que necesitamos más Michael Jacksons, Freddie Mercurys, B. B. King, Bob Dylans... ¿O no? ¿Qué queremos?