GSC Game World anuncia S.T.A.L.K.E.R.: Legends of the Zone Trilogy, un recopilatorio que incluye las tres estrenas clásicas de su icónica saga.

Disponible en PlayStation 4 y Xbox One, la trilogía tiene un precio de 39,99 euros, aunque si quieres hacerte con algún juego en concreto el precio es de 19,99 euros.

Estas nuevas versiones están optimizadas para las consolas actuales, con una nueva interfaz y controles, así como mejoras en el aspecto visual y la inclusión de logros/trofeos.

También se ha confirmado que en un futuro habrá soportes para mods (desde PC) así como un parche para PlayStation 5 y Xbox Series con aún más mejoras.

S.T.A.L.K.E.R.: Shadow of Chornobyl

La Zona, un lugar lleno de insondables maravillas y siniestras amenazas, es el antiguo territorio de exclusión cercano a la Planta de energía nuclear de Chernóbil.

El sector más peligroso de la Tierra se cubrió aún más de misterio tras un extraño accidente en 2006. Está repleto de anomalías con valiosos artefactos, voraces mutantes y mezquinos matones, además de stalkers que buscan una nueva vida y formas de enriquecerse.

S.T.A.L.K.E.R.: Clear Sky

Con el nivel de actividad anómala al máximo, la Zona, un lugar inestable, sigue sacudiéndose con las explosiones. La transformación del mapa de la Zona altera el frágil equilibrio entre las fuerzas de la región.

Se recrudecen las hostilidades entre los grupos, que luchan por nuevos territorios, campos de artefactos y áreas de influencia. Atrás quedan amistades y enemistades: ahora todo el mundo lucha por sí mismo. Ha comenzado la guerra de facciones.

S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat

La zona de exclusión en torno a la Planta de energía nuclear de Chernóbil bulle con un nivel de actividad anómala más elevado que nunca. Cada día se llena de energía destructiva por las Emisiones, por lo que solo los exploradores más veteranos y descarados pueden internarse en el corazón del sector.

Así que ábrete camino por los terrenos pantanosos de Zaton, las zonas industriales de la planta «Júpiter», el pueblo fantasma de Pripyat y las catacumbas ultrasecretas en las que ningún stalker ha puesto pie desde la catástrofe.