Tras la cancelación de la fiesta del E3 2020, las grandes editoras tuvieron que buscar otras vías para dar a conocer sus anuncios, surgiendo la Summer Game Fest como la gran alternativa para dar a conocer los nuevos títulos de videojuegos de grandes y pequeños estudios.

Durante varios años se ha considerado que la presencia de la E3 en la industria del entretenimiento ha ido perdiendo fuerza, esto en parte porque las grandes editoras han decidido realizar sus propios eventos separados de la E3.

La E3 ya no es lo que era desde antes de su cancelación

El abandono de grandes editoras provocó que la E3 empezara una transición de apertura al público, que en su primer año con acceso al público en general fue un caos y una queja de las compañías por la falta de organización. La E3 seguía autoproclamándose como un evento relevante e influyente, a pesar que los datos fehacientes la contradecían.

De acuerdo al estudio de SuperData, las grandes editoras AAA les está yendo muy bien sin el evento de la E3. La empresa detalló que el minuto promedio de audiencia recibido en Twitch ha alcanzado 1.51 millones de espectadores durante la revelación de la PlayStation 5. En contraste con el show de la E3 de Xbox de 2019 que alcanzó 0.94 millones, y la E3 de Nintendo de 2019 logró un pico de 0.56 millones.

Si bien, no hay mucho que argumentar sobre la gran expectativa que hubo sobre la revelación de la PlayStation 5 y que el COVID-19 ha contribuido en el incremento de vistas. Ubisoft en su retransmisión del 12 de julio tuvo mayor audiencia que su presentación de E3 de 2019 y eso que es participante regular de la E3. Incluso la PC Gaming Show logró un mayor número de audiencia en Twitch que la E3 en 2019.

Los números no mienten. Los organizadores de la fiesta del E3 tienen mucho trabajo por hacer si es que quieren mantenerse como un evento relevante en la industria que vive una constante evolución.

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