Estos días he estado probando la segunda demo de Stranger of Paradise Final Fantasy Origin que ha estado disponible hasta el 11 de octubre.

Así que vengo a contaros mis primeras impresiones sobre el juego. Podéis ver su tráiler a continuación:

Antes de entrar en materia os diré que, como algunos ya sabréis, soy una gran fan de la saga, así que cada nuevo título relacionado con Final Fantasy me llena de ilusión. Sin embargo, al enterarme de que este juego venía de la mano de Koei Tecmo y Team Ninja me saltaron todas las alarmas.

No soy una gran fan de los títulos tipo souls y, después de probar por encima Nioh y ver que no era para mí, me aterraba que hicieran un juego de Final Fantasy al que no fuese capaz de jugar.

Con todos estos miedos me lancé a jugar a la demo.

Un Final Fantasy tipo souls

Para empezar lo primero que vi al iniciarlo es que había un modo de juego para gente como yo. Personas que no estamos acostumbrados a este tipo de juegos donde o esquivas o mueres. Y es que yo siempre he sido más de las de “la mejor defensa es un buen ataque”. Por eso disfruto más de juegos estilo hack’n’slash donde puedo jugar gritando “muere, muere, muere” y disfrutar de los ataques sin tener que preocuparme tanto de esquivar o bloquear.

Así que, me puse el modo más fácil (y a mucha honra) y empecé a probar la demo.

El sistema de combate os resultará familiar si habéis jugado a otros juegos de los chicos de Koei Tecmo. Y es que se parece bastante al sistema de Nioh. Lo que se traduce en: Botines aleatorios en los cofres que te dan mejor equipo cuanto más nivel de dificultad le pones al juego, un sistema de dobles jobs intercambiables, etc.

Para los que nunca hayáis jugado a un juego así antes os comento un poco de que va la cosa. Tenemos un sistema de jobs en los que podemos adquirir diferentes roles. Podemos elegir ser Guerrero, Brujo o Lancero, por ejemplo, y esta elección determinará nuestra forma de pelear y las armas y armaduras que podemos equiparnos. Cada rol, o trabajo como lo llaman en el juego, tiene su propia rama de desarrollo. Así cuanto más usemos un job, más experiencia en él conseguiremos y más podremos mejorarlo. Además, al desarrollar distintos roles podremos desbloquear otros nuevos e incluso alguno más especializado.

Por otro lado, los botines que hallamos en cofres y que dejan caer los enemigos son totalmente aleatorios. El nivel de los objetos y piezas de armaduras que encontremos será más alto cuanto mayor sea el nivel de dificultad en el que estamos jugando. Es decir, que si aspiramos a conseguir las mejores armaduras del juego tendremos que jugar en el nivel de dificultad más alto.

Os confesaré, que cuando ya le había pillado el tranquillo al sistema de combate le subí un poco la dificultad al juego y me dieron para el pelo…

Huele a Final Fantasy

Durante el juego llevamos a Jack, el protagonista, y tenemos a otros tres personajes que nos dan apoyo, aunque solo dos de ellos pelean a nuestro lado. Los monstruos que aparecen son todo un clásico de Final Fantasy: Boms, Bengales, Grifos… incluso llegué a toparme con un Cactilio. Además, mantiene las afinidades elementales clásicas de la saga. Esto, junto con la música hacen que no nos olvidemos de que, aunque el juego es muy diferente, sigue siendo Final Fantasy. En definitiva, la ambientación, los monstruos, la música… Hacen que todo en general “huela” a Final Fantasy.

En cuanto al apartado técnico, he de decir que me quedé flipada con los graficazos del juego. La sangre, el pelo… Incluso las arrugas en la piel o la ropa están perfectamente diseñadas.

La música, además, es tan épica que te da un subidón mientras libras los combates. Algo a lo que ya nos tiene muy acostumbrados la saga.

En general parece que el juego va por buen camino y apunta maneras. Tiene cosas muy buenas y que pueden resultar en un juego muy muy bueno. He de decir, sin embargo, que experimenté un par de caídas de frames y de problemas de iluminación mientras jugaba. No debemos olvidar que el juego aún está en desarrollo y las demos son precisamente para ver donde hay que mejorar. Así que espero que arreglen ese par de defectillos de cara a la versión final del juego, porque de momento parece que el juego puede ser una pasada.

En resumen, Stranger Of Paradise Final Fantasy Origin es un juego tipo souls, pero que huele, suena y sabe a Final Fantasy. Creo que Square Enix ha querido apostar por algo diferente para atraer la atención del público más cañero y a lo mejor ha dado con una mano ganadora. Aunque espero que sigan manteniendo su estilo de siempre en los juegos principales.

Tendremos que esperar a ver si realmente la versión final del juego mola tanto como parece. ¿Vosotros la habéis probado? ¿Os ha gustado? ¡Dejadme también vuestras impresiones en los comentarios!

¡Jugad mucho!