Tras su anuncio en marzo del año pasado, Turtle Rock Studios está a sólo unos meses de volver al mundo de los videojuegos con el esperado Back 4 Blood.

El juego es un shooter cooperativo en primera persona, un género con el que este estudio ha demostrado sentirse cómodo y del que guarda gran conocimiento, que llega para demostrarnos que tras el fracaso de Evolve, Turtle Rock ha aprendido de los errores.

¿Lo consigue? Bueno... he jugado a la beta, así que creo tener una respuesta a ello.

Lo que hemos podido probar de Back 4 Blood, muy prometedor

En este periodo beta hemos tenido acceso al modo multijugador y al primer capítulo de la campaña. Y, aunque en un principio es imposible pensar en la gran inspiración del juego el L4D, una de las primeras cosas que llaman la atención es la existencia de un "lobby" que reemplaza al menú tradicional.

Desde esta zona es posible gestionar prácticamente todos los aspectos del juego de forma fluida y dinámica, llevándose la palma el circuito de tiro gracias al cual podemos practicar antes de ponernos en situación. No pienso ahondar más en esta parte, pues lo mejor será que la disfrutéis en el lanzamiento final, pero sí voy a decir que me parece un gran acierto en cuanto a accesibilidad para el usuario.

Dicho esto y centrándonos en el juego vamos primero a por el PvP. En la modalidad que pude probar los supervivientes se enfrentan a los infectados en mapas predeterminados en los que el tiempo y como manejas los nervios se llegan a convertir en la clave. Al estar acostumbrado a un PvP como el de L4D2, una de las primeras cosas que llama la atención de este modo es el hecho de que los recursos para supervivientes se encuentran  repartidos estratégicamente.

Según pasa el tiempo y las hordas de infectados comunes, y especiales, van atacando, los supervivientes se ven constantemente amenazados por una plaga que va reduciendo su espacio.

Así que como jugador te ves obligado a gestionar y priorizar, además de mantener la coordinación para decidir quién debe arriesgarse en favor de recoger munición o dónde se tendrán que poner las trampas que el equipo encuentre.

Por su parte, los infectados especiales cuentan con la opción de "evolucionar" para adquirir mejoras y complicarle la vida a sus rivales. Y, aunque todos ellos se adaptaban bien a los mapas del juego, habrá ocasiones en los que algunos brillen más que otros según como vaya evolucionando la partida.

Por mi parte he de decir que la idea de un área que se va cerrando al estilo Fortnite no me termina de convencer del todo y yo habría optado por algo más clásico (infectados persiguiéndote a lo largo de una campaña), pero admito que la implementación de este es algo que ayuda a que todo sea más rápido y los tiempos de espera para jugar como infectado o superviviente sean muy bajos.

Al final, es todo cuestión de gustos y, aunque no sea un ferviente fan del PvP debo ser objetivo y decir que la experiencia es sólida en cuanto a mecánicas y se implementa bastante bien.

Dentro de esta modalidad contamos con un sistema de cartas específico, aunque si he de ser sincero, siento que es el el PvE en donde esta mecánica logra todo su esplendor y sorprende.

El fin del mundo es divertido, pero aterrador

En el PvE he podido gozar de una versión ampliada del primer escenario del juego. Uno que comienza siendo bastante sencillo e incluso "soso", pero que poco a poco va tomando carrerilla para convertirse en un no parar de emociones, balas y sangre, mucha sangre.

La mecánica principal ya la conocéis de sobra, es disparar a todo lo que se mueva, pero también hay alguna que otra cosa extra que le da al juego un "algo" especial. Siendo la primera de ellas la posibilidad de encontrar dinero según vamos explorando, un dinero que más adelante nos servirá para hacernos con determinadas mejoras opcionales como trampas, kits médicos o munición.

Es absolutamente opcional, así que no te preocupes por si no te has enterado de su presencia, es sólo una forma de premiar la exploración en mitad del apocalipsis. Casi todo lo que se compra con las monedas se puede encontrar según se va progresando por el mapa.

Junto a esto encontramos una interesante variedad de "handicaps" que pueden hacer que la experiencia sea más o menos caótica. El hecho de dispararle a las aves, el hacer más ruido del necesario, el tocar lo que no debes son desencadenantes de hordas.

Unas hordas que en las primeras fases parecen poco amenazantes, pero al poco de avanzar te darás cuenta de que te has confiado demasiado y ya estás rodeado y sin posibilidad de escapar.

Back4Blood Beta

Donde no termino de sentirme del todo satisfecho es con cierto infectado especial. El resto funcionan y en más de una ocasión te ponen contra las cuerdas, pero este en particular se siente algo fuera de lugar.

El Ogro, que se supone tendría que ser un gran enemigo a batir y que sea un auténtico pico en el desafío, pero se queda muy lejos de causar ese impacto. Es grande e intimidante, es verdad, pero es lento y al final basta un 1% de coordinación entre el equipo para derribarlo sin mayores contratiempos. Tal vez sea la IA, tal vez sea el diseño, pero siento que es lo único que se encontraba fuera de lugar en el PvE.

El que no colabora se muere

En este sentido, la curva de dificultad del juego me parece bastante interesante, pues tras haber logrado que te sientas cómodo, y seguramente confiado, el juego te pone a prueba en todo momento. Y creedme cuando os digo que al igual que en L4D, aquí la cooperación es vital. Puede que incluso más si tenemos en cuenta que el hecho de correr solo y hacia lo desconocido es prácticamente una sentencia de muerte.

Con 500 horas de L4D2 a mis espaldas, no han sido pocas las ocasiones en las que el juego ha conseguido que me sienta completamente desamparado al no haber cambiado de arma cuando debía o al haberme aventurado en solitario más de la cuenta. Por cierto, la variedad de armas de fuego también es de agradecer, aunque siento que el juego no tiene muchas en todo lo que respecta al combate cuerpo a cuerpo.

Ahora bien, una de las cosas que más causó escepticismo en mi, y puede que en ti también, es el sistema de cartas que se incluye en el juego. Es verdad que en un principio la primera impresión es que este añadido es absolutamente innecesario, pero según juegas un par de escenarios te das cuenta de todas las posibilidades que ofrecen.

Tener estas cartas implica tener algunas características especiales que pueden ser usadas para favorecer a todo el equipo, y no existen restricciones de clase, así que cualquier personaje puede equiparse con el set que más cómodo te haga sentir.

Además, para evitar el abuso y equilibrar las cosas también hacen acto de presencia las "Cartas contaminadas". Estas cartas no pueden ignorarse y cuentan con diversos efectos adversos para nuestra aventura, nuestro equipo o nuestro personaje. Se nos presentan varias al inicio de cada escenario, así que depende de nosotros pensar de cara al futuro y optar por "la menos mala".

Sólido como el caparazón de una tortuga

La experiencia en esta beta de Back4Blood ha sido de sobra positiva. Es verdad que muchos iréis pensando en L4D, pero intentad quitaros este pensamiento de la cabeza, pues si bien el juego bebe mucho de esa entrega (sobre todo en el diseño de niveles), consigue tener esencia propia y no caer en lo genérico.  Es desafiante, divertido y sabe sorprendente, no podría pedirle nada más a una beta.

Gracias a esto podemos darnos cuenta de que Turtle Rock Studios ha aprendido de los errores cometidos con Evolve y ha hecho uso de su amplia experiencia en el género.

Y es aquí donde lo dejaré por hoy. Quiero agradecer a mi compañero Santi y a los dos compañeros de Generación Xbox con los que tuve la oportunidad de hacer equipo. La experiencia fue maravillosa en parte gracias a su compañía.

Si sois de los afortunados que jugaréis a la beta, recordad que estamos ante una prueba, así que es probable encontrarse con algún que otro inconveniente técnico. Afortunadamente, nada fuera de lo común para lo que suele ser una beta.

Back 4 Blood se estrenará en PC, PlayStation 4, Xbox One, PlayStation 5 y Xbox Series el próximo 12 de octubre.