Cuando uno se cita con un nuevo videojuego de Sonic se tiene que atusar, poner su ropa de gala (en mi caso un polo azul eléctrico) y prepararse para volar, y es precisamente lo que hice cuando probé Sonic Frontiers en la pasada Gamescom.

Gracias a SEGA hemos podido descubrir una aventura muy ambiciosa que nos dejará libres por las Starfall Islands, unas islas repletas de criaturas extrañas, plataformas desafiantes, mecanismos futuristas y, en definitiva, una capa nueva que hay que saber combinar con la acción clásica del erizo azul para contentar a los fans.

¿Lo habrán conseguido? Vamos a verlo...

Nos paseamos por las Starfall Islands en Sonic Frontiers

La nueva aventura de Sonic comienza cuando él y sus amigos, Amy y Tails, se dirigen a Starfall Islands en busca de las Chaos Emeralds. Al acercarse a estas islas, su avión empieza a tener problemas y son absorbidos por un portal dimensional.

Sonic acaba separado de sus amigos y despierta en un extraño mundo digital: el ciberespacio, donde logra escapar milagrosamente y llegar a Kronos Island, una de las islas, plagada de ruinas antiguas por las que deambulan enemigos bastante extraños.

Controlando a Sonic, tendremos que explorar Starfall Islands a fin de encontrar a nuestros amigos y descubrir los misterios que esconden estas islas.

Resulta bastante curioso descubrir un tamaño de mapas tan extenso, poder recorrerlo en cualquier dirección, ya sea corriendo o a través de sus distintos impulsores para enlazar zonas de plataformas, recoger objetos o tal vez descubrir algún lugar oculto en el que desbloquear nuevos niveles o descubrir nuevos personajes.

Durante la aventura descubriremos algunos personajes nuevos, como Sage, que avisa a Sonic de que debe abandonar Starfall Islands, a pesar de que este se empeña en encontrar y salvar a sus amigos, y también viejos conocidos como Knuckles, que por alguna razón está también atrapado en la Isla y debemos encontrar el por qué se encuentra allí.

Esto es lo que encontramos en la demo

En la demo únicamente hemos tenido acceso a Kronos Island, lugar de los koco, una zona con grandes cascadas, torres flotantes, frondosos bosques y mucha lluvia, pero el juego nos permitirá descubrir más y más lugares con estéticas diferentes.

En distintos puntos de las islas encontraremos entradas al Cyberespacio, lugares a los que accederemos tras resolver puzles o completar desafíos con los que reunir las piezas de portal suficientes. Una vez encontrados, podemos descubrir niveles que son un regalo para los fans de los Sonic Clásicos, con una vista 2.5D y una aproximación jugable muy similar a los primeros juegos Sonic the Hedgehog, en los que conseguiremos llaves de las células del Chaos que nos permitirán avanzar en el juego.

He de decir que estas zonas especiales están muy bien pensadas para ofrecernos algo conocido y romper un poco el ritmo más pausado y de exploración que ofrece el mundo abierto, además de favorecer el factor nostalgia.

En la demo hemos podido enfrentarnos a combates contra criaturas por tierra y aire, resolver puzles, completar misiones secundarias, hablar con personajes... y lo mejor es la sensación de poder hacerlo en el orden que queramos, a nuestra bola y sin que nadie nos diga cuál es el orden correcto. La sensación de ir explorando, encontrar una plataforma, seguirla y descubrir un secreto es algo poco habitual en la saga y se agradece mucho.

El borrón azul ha aprendido algunos trucos

Respecto al combate decir que ahora tendremos que hacer un mayor uso de la estrategia, ya no tanto limitarnos a atacar sino aprender a bloquear, esquivar y contraatacar, además de ir encadenando combos para derrotar a los rivales más duros.

Eso sí, aquellos que quieran centrarse en la velocidad y la exploración tendrán la posibilidad de activar un "modo automático" que ejecute distintos combos usando un solo botón.

Uno de los movimientos nuevos que más me ha llamado la atención es el cibergiro, que básicamente es ir corriendo alrededor del enemigo dejando una estela de luz en el suelo. Si logramos encerrar al rival o rivales dentro de ese círculo le dañaremos, y también podremos usar este ataque para descubrir algunos secretos.

Además Sonic irá aprendiendo a través de un árbol de habilidad distintos movimientos y trucos, y será cosa nuestra destinar los puntos logrados para aumentar su potencia, su defensa, así como descubrir nuevas formas de desplazarnos entre islas o revelar zonas del mapa ocultas.

Otra gran ventaja de Sonic Frontiers es que podemos optar por dos tipos de control: Acción o Velocidad. El primero nos permitirá desplazarnos entre plataformas de forma más precisa, ideal para los no iniciados, mientras que el Velocidad permitirá ir más rápido y está pensado para los veteranos de Sonic.

Conclusiones finales

A pesar de que he podido confirmar lo que ya intuía en los distintos gameplays, que el juego se siente algo vacío, es cierto que la velocidad de Sonic hace que enseguida lleguemos a las distintas plataformas, y que apetezca recorrer ese mundo en busca de secretos y misterios.

Sonic Frontiers es una apuesta arriesgada y creo que necesaria por parte de SEGA, que tampoco ha querido innovar tanto en el fondo, con unos niveles cibernéticos que recuerdan mucho a las aventuras clásicas, y que salvo un par de movimientos nuevos la mayoría son bastante habituales para cualquier fan de la saga.

Las sensaciones en general son buenas, me he quedado con saber más de esa misteriosa civilización amenazada por hordas de robots, me ha gustado el enfrentamiento con el jefe final, la sensación de exploración y descubrimiento, que parezca un nuevo Sonic pero siga sintiéndose como un clásico (olvidaros de Zelda: Breath of the Wild, no se parece en nada), y en definitiva, darle un toque fresco a una saga que ya lo venía pidiendo a gritos.

Si la historia es buena, tiene una buena duración y consigue no aburrir, creo que estamos ante un Sonic que puede ser de los mejores en los últimos años. Lo descubriremos seguro a finales de 2022, cuando el juego llegue a PlayStation 5, PlayStation 4, Nintendo Switch, Xbox Series X|S, Xbox One y PC.