El mundo de la estrategia siempre tiene propuestas que buscan sorprendernos a nivel argumental o desafiarnos, y Iron Harvest es una de ellas. Tras lograr su objetivo de financiación en Kickstarter, pronto King Art Games - su estudio desarrollador - logró obtener un acuerdo para la publicación del juego.

Dicho acuerdo fue con nada más y nada menos que DeepSilver, quienes ya tienen experiencia con otros títulos de éxito en crowdfunding como: Kingdom Come: Deliverance, Wasteland 2 y Pathfinder: Kingmaker.

El mundo que no conocimos

La historia de Iron Harvest está ambientada en una línea temporal que se separa de la nuestra en la Primera Guerra Mundial. En esta línea, la Gran Guerra también se produce, y promete ser rápida y llena de historias sobre heroísmo y valentía, pero la triste realidad es que fue más violenta y destructiva que la nuestra.

Nuevas tecnologías y máquinas de destrucción mecanizadas sembraron el caos y la muerte a su paso. Ahora, con la "Guerra que debía acabar con todas las guerras" finalizada, el pueblo intenta reponerse y comenzar una nueva vida, pero todo parece indicar que un nuevo conflicto está apunto de estallar. Eso sí, hay una pequeña diferencia, esta vez el pueblo está preparado y dispuesto a luchar por su futuro.

Hechas las presentaciones, voy a centrarme en otro aspecto importante, la jugabilidad. Para ser honesto, he de advertir que la versión probada dista mucho de lo que se verá en el juego final, y es más que probable que se realicen cambios gracias al feedback de la comunidad.

En esta versión (El primer vistazo al apartado campaña en la Alpha 3), nuestro objetivo era rescatar a un familiar de las garras de una de las grandes potencias disponibles en el juego, y contábamos con una comandante y un pequeño número de tropas poco experimentadas.

Lo primero que destaca es que nuestra comandante era nada más y nada menos que Anna, una joven con un par de ovarios y mucha determinación que junto a su oso Wojtek son capaces de encaminar la partida. Eso sí, no son inmortales ni invencibles, por lo que lo más sabio es mantenerlos a una distancia segura de los enemigos más poderosos.

Las imágenes no pertenecen a mi gameplay, aunque sí son parte de lo disfrutado.

Pero eso no es todo, pues las unidades a nuestra disposición también se encuentran bien diferenciadas y cuentan con sus propios ataques especiales. Puedes sembrar el caos o ser un concienzudo estratega que intenta mantener los recursos al mínimo. Incluso puedes encontrar un balance entre ambos estilos de juego (mi caso) y pese a no ser demasiado brillante con la estrategia, valerte de otros recursos como el mapa o las bases enemigas para hacerte con la victoria.

Pero sin lugar a dudas, otro de sus elementos destacables es su mapa. Este se asemeja a un estilo sandbox, así que dentro de lo posible existe esa sensación de libertad y poder moverte y explorar sin mayor restricción que los enemigos. Y como he mencionado antes, existen muchas formas de solucionar los problemas que Iron Harvest te presente.

Por poner un ejemplo, en mi caso he logrado completar la misión gracias a conquistar dos campamentos enemigos y saqueando sus recursos médicos para curar a mi maltrecho grupo. Esto a su vez me ha permitido encabezar un último ataque contra la artillería enemiga que ha supuesto la muerte de casi todos mis efectivos pero la conquista de la misión gracias a una Anna con poco más del 10% de vida. No ha hecho falta enfrentarse a los mechas enemigos, pues su falta de velocidad y el buen uso de coberturas me ha permitido evitarlos.

Por su parte, un compañero de otro medio ha logrado completar la misión con casi sus tropas vivas gracias a la captura de unidades mecanizadas del enemigo. Otros dos no han tenido tanta suerte y han sucumbido a mitad del camino.

Un universo con mucho potencial

Sé que normalmente se suele dedicar un apartado al tema gráfico y sonoro. Pero al ser Iron Harvest un título que aún se encuentra en pre-alpha y no verá la luz sino hasta el próximo año, hacer esto me parece ser un poco injusto. Así que en su lugar me gustaría hablar sobre el potencial del universo que King Games ha creado.

Nos guste o no, la Gran Guerra fue un suceso que cambió el mundo para siempre. La gran parte de los imperios existentes desaparecieron, y Europa inició un camino que le llevaría a una Segunda Guerra mundial aún más cruenta y en la que la tecnología armamentística sería mucho más avanzada. Pero, en el mundo de Iron Harvest esta carrera armamentística inició mucho antes, y las máquinas de hierro dominan el campo de batalla de forma que jamás imaginamos. Las potencias que cayeron fueron otras, y algunas facciones reforzaron sus posiciones.

Ahora, con el equivalente a una Segunda Guerra Mundial sembrándose en las sombras ¿Qué será lo que la desencadene? ¿Cómo se moldeará el mundo tras este conflicto? Estas son preguntas que quizá sean respondidas en la versión final del juego, pero que dan una pista sobre lo profundo que puede llegar a ser el lore de Iron Harvest y de la gran cantidad de contenido que podría derivar del mismo.

Si bien este primer vistazo a la campaña consta de sólo una misión, me hace darme cuenta de que estoy ante un juego maduro que no tendrá miedo a la hora de narrar los horrores de una guerra y hacernos partícipes de ella.

 

Tal y como se confirmó en la Gamescom, Iron Harvest se estrenará en PC, PlayStation 4 y Xbox One el 1 de septiembre de 2020. Una fecha es un guiño al subtitulo del juego y siempre estuvo a simple vista.