Hoy queremos recuperar nuestros artículos "Cara a Cara", dos opiniones enfrentadas dan su versión sobre un tema, y el resto usa los comentarios para decantarse por uno u otro bando. Siempre desde el respeto, ¿eh?

El tema que toca hoy son los trofeos, y tenemos a dos auténticos expertos caza trofeos que van a ofrecer su visión sobre el tema, vosotros podéis estar más de acuerdo con uno, con otro, o tal vez con los dos... ¿Quieres compartir tu experiencia con los trofeos? Déjanos un comentario en la entrada.

Sonny-Station

¿A quién no le gusta recibir un premio? ¡Y no digamos ya si es en forma de una flamante copa, como ésas de los campeones! Antaño no había nada similar a los actuales trofeos de PSN y lo más parecido eran las tablas de puntuaciones, pero si te picabas...

Os contaré una anécdota. En unos recreativos de la Puerta del Sol de Madrid había un arcade de La Guerra de las Galaxias, concretamente el Star Wars Trilogy de Sega. Fue hace más de lo que quisiera admitir porque el tiempo pasa volando. Yo era el amo y señor de esa máquina: mis iniciales copaban todos los primeros puestos del ranking. Un día, paseándome con aire chulesco en torno al arcade mientras jugueteaba con una moneda de veinte duros, de pronto lo vi: ¿¿¿quién era ese tío??? Cada una de sus iniciales me cayeron como un directo en la mandíbula. No las recuerdo, sólo sé que no era yo. Me costó muchas partidas y largo tiempo de vicio desplazar a todos los demás de la lista de puntuaciones, ¡ésa era mi máquina! Pero ahí aparecía él, ¡y encima el primero!

Entonces la Fuerza me inundó. No es coña amigos. Me senté en la poltrona e hice la partida perfecta, rodeado de gente incrédula. Ni yo mismo me lo podía creer. Finalizado el juego, mientras los hi-scores iban pasando ante mis ojos, contuve el aliento hasta que por fin pude ver mis iniciales, otra vez en el primer puesto y por un margen considerable. Francamente, era imposible superar esa nueva puntuación y tengo la seguridad de que, mientras la ROM de esa máquina siga funcionando, ahí estará reflejada mi pequeña gran proeza.

Eso es un trofeo de platino amigos, eso, y lo demás son tonterías.

Una vez contada la pertinente batallita, volvamos a la actualidad, o casi. Los trofeos como tales, si no recuerdo mal, llegaron merced de Xbox 360, donde se llamaban logros. Sony no tardó en copiar a Microsoft, y así nacieron los trofeos en la flamante aunque intrincadamente compleja PlayStation 3. Al principio de su andadura, al menos para mí, eran unos curiosos avisos que saltaban a medida que iba jugando.

Los trofeos me importaron un bledo durante largo tiempo, pero no dejaba de sorprenderme encontrar a verdaderos cazadores de estas copas virtuales. Recuerdo concretamente a un personaje, que en el momento de escribir estas líneas rondará los 60 años, cuya voracidad “troferil” no conocía límites. Este ajado señor, divorciado y pensionista, confinado en su cubículo, jugaba compulsivamente en busca de oros y platinos, y directamente desechaba cualquier título o DLC que no le otorgara estos suculentos premios. Era como si el juego en sí mismo no existiera. “Los trofeos son lo único que queda en el tiempo”, decía mi antiguo colega, que un buen día me borró de sus contactos sencillamente porque no podía seguirle en su afanosa y desenfrenada búsqueda.

Aquella frase me dio cierta pena, como si, tras una larga vida, lo único reseñable de aquel sujeto fuera su colección de copas virtuales. Sin embargo, aunque para mí siempre primará ante todo la experiencia jugable, sí empecé a darme cuenta de que, a lo largo de varias generaciones de consolas y juegos que se acaban perdiendo en el olvido, los trofeos son un testimonio de tus vicios, de esos títulos que te has pasado, de tu trayectoria “videojueguil”.

Empecé a tomarme los trofeos como creo humildemente que todo el mundo debería hacer: si un videojuego te gusta mucho, conseguir el platino puede ser una buena excusa para rejugarlo con un reto añadido. Siempre pica conseguir la codiciada copa, y el proceso de obtenerla puede incluso hacerte revivir el juego de una manera distinta.

Esta forma de enfocar los trofeos me parece más inteligente, siempre hablando desde mi punto de vista. Quienes lo hacen por el afán de lucirse, ya sea para ellos mismos o de cara a la galería, en cierto modo se engañan. Y esto es por un sencillo motivo: hay una diferencia abismal entre unos platinos y otros. Algunos son casi un insulto al orgullo del jugador hardcore y se consiguen como quien dice por completar el juego de turno, mientras que otros son trofeos de culto, obtenidos por apenas un puñado de jugones. Pienso que meterlos todos en el mismo saco es un error. No es lo mismo un platino que tiene el 10% de la comunidad que uno en manos del 0,2%, y creo que Sony debería hacer algo en este sentido: o establecer unos estándares más altos para algunos platinos demasiado fáciles -recurso éste que por cierto usan ciertos desarrolladores para vender más sus productos-, o bien crear un nuevo tipo de trofeo para esas copas excepcionalmente raras. Eso por no hablar del sistema de puntuación basado en los trofeos conseguidos, donde un platino (180 puntos) equivale a dos oros (90 puntos cada uno), cuando esta equivalencia es como poco arbitraria.

Claro, luego llega un tío con decenas de platinos en su perfil y te preguntas si son del tipo Rayman Legends (tienes que jugar literalmente durante meses) o más bien del tipo Game of Thrones (salta sin más al pasarte el juego). Por eso digo que los trofeos, como credenciales de lo buen jugador que eres, no dejan de ser engañosos. Quien busca específicamente juegos con platinos facilones y pone por delante ese menester a la experiencia puramente jugable, perdiéndose incluso grandes títulos por el camino, para mí no es un verdadero aficionado al mundillo. Y mejor no hablo de esos sistemas que circulan por la red para hackear trofeos y que aparezcan en tu perfil sin que hayas conseguido realmente ni uno. ¿Qué sentido tiene?

Todo ello hace, en definitiva, que ni el número y ni siquiera el tipo de trofeos sean un reflejo, ni mucho menos, de lo buen jugador que eres. Es cierto que si un perfil no tiene ni un oro, por ejemplo, probablemente no se haya pasado ni un solo juego, siendo a todas luces un jugador casual. Pero no creo que un perfil con muchos platinos implique un jugador mejor o más experimentado; puede esconder detrás a un cazatrofeos que de jugar, del auténtico y sano vicio, sabe muy poco.

Por todo cuanto digo, yo veo los trofeos como un testimonio de largas horas de vicio, pero lo que nunca haré, al contrario, es invertir largas horas para conseguir más trofeos.

ChrisHenares

Los logros/trofeos a pesar de haberse iniciado en el mítico videojuego World of Warcraft, muchos no sabíamos de qué iban exactamente e incluso nos parecía algo molesto que en plena secuencia de la historia saltase un logro que te tapaba una pequeña porción de la pantalla, sacándote así de la inmersión del videojuego. Estas eran al menos las impresiones que escuchaba de mis compañeros, leía en foros y veía en general en las primeras semanas de juego con Xbox 360. Sin embargo luego empiezas a tener amigos, empiezas a explorar el menú de Xbox 360, y ¡sorpresa! Resulta que puedes comparar tus logros con los de tus amigos en tiempo real y saber quien de los dos va más avanzado en la historia.

 

¿Y qué saco yo con ver los perfiles de mis amigos y ver sus logros/trofeos? Os preguntaréis, pero... ¿y qué ganábamos de pequeños cuando comparábamos equipo, nivel e inventario en videojuegos largos como Chrono Trigger, Final Fantasy VII o nuestros coches mejorados en sagas como Gran Turismo? ¿De qué servía seguir explorando el mundo de Diablo si ya nos habíamos pasado la historia? ¿De qué servía ir con tu consola o con tu Memory Card a casa de tu compañero para ver “quien tenía mejores tiempos en esta carrera”? Mucho no servía de nada, pero ahora gracias a la excusa de los trofeos, al hacerlo, tenemos certificación en nuestro perfil personal de que hemos hecho tales proezas. No sé ustedes, pero yo me siento orgulloso si he dedicado tantísimas horas y tantísimo esfuerzo en conseguir lo máximo posible, incluyendo sus trofeos/logros.

Todo esto de compartir perfiles gracias al online desde nuestra casa, a los marcadores, y a los logros/trofeos, lo tenemos al alcance de un botón sin necesidad de que nuestro amigo esté conectado o esté presente, lo cual para este redactor que se crió en los años 90's resulta no un avance tecnológico sino directamente algo cercano a la magia, que nunca creí posible y que era más bien algo que se veía en las películas de ciencia ficción.

Además hay que decir que si se tratase de un sistema incómodo para los usuarios donde tendríamos que ver todos los logros/trofeos “sueltos” de los videojuegos sin seguir ningún orden concreto y teniendo que comparar “a mano” nuestros perfiles con los de nuestros amigos, posiblemente esto de los logros/trofeos se habría quedado en nada, pero en mi opinión Microsoft fue visionaria y los responsables de crear los menús principales y sociales de Xbox 360 fueron una de las claves de que esto se mantuviese para futuras generaciones. Con un rápido vistazo podemos ver el título del videojuego y la cantidad de puntos/trofeos que tengo yo y que tiene mi compañero, en una lista de nuestros juegos sin necesidad de entrar “uno a uno”. La comodidad de ver “quién tiene más avanzado un videojuego” estaba ahí, sin necesidad de moverte de casa o tener la Memory Card prestada de un compañero.

En Playstation copiaron el sistema de Logros de Xbox 360, en mi opinión y la de muchos, de manera cuasi-perfecta ¿por qué? Os preguntaréis, pues muy sencillo: El trofeo de Platino ligado a una barra de porcentaje, que hace que en la lista de comparación de perfiles aparezca un icono con dicho trofeo de Platino en grande, viendo así rápidamente quien de los dos tenemos el videojuego más avanzado.

Con el tiempo, hemos sido testigos de cómo han evolucionado los trofeos en todos los videojuegos, algunos, como apuntaba mi compañero, casi un insulto para jugadores hardcores por ser tan fáciles que en 15 minutos podemos tener un trofeo de platino nuevo, otros, sin embargo, tan difíciles que sólo 80 personas en el mundo lo tienen a pesar de haber pasado varios años de su lanzamiento, por ser increíblemente largo, por ser vergonzosamente difícil en su juego individual, y otros por incluir trofeos multijugador en los cuales debemos demostrar que somos pertenecientes a “lo mejor del mundo” (Si si, he dicho del mundo) como ocurre con ciertos trofeos en Killzone 2 y Rayman Origins.

Algunos ejemplos de dificultad elevada me gustaría añadir:

Guitar Hero Live
Trofeo: Rasguea y Gana
Descripción: Rasguea 1.000.000 de veces en GHTV

Personas en el mundo con dicho trofeo conseguido: 528

Requerimiento: Estuve unos ocho días consecutivos jugando canciones durante 12 horas diarias y estuve a punto de ir a urgencias por un dolor en la muñeca que no cesaba. Pero hice de tripas corazón ante tal panorama de explicarle al doctor o doctora que me había lesionado por un trofeo. ¡Qué risas nos habríamos echado!

Killzone 2
Trofeo: Gran cruz del valor
Descripción: Conseguir el rango honorífico semanal 4

Personas en el mundo con dicho trofeo conseguido: 20.073

Requerimiento: Uno de los trofeos por el cual mucha gente abandona este videojuego. Tu puntuación en el multijugador debe pertenecer durante 4 semanas consecutivas al 1% mejor del mundo. Haciendo el juego cada vez más difícil. Si antes el 1% debido a tanta población jugando eran 50.000 personas, podías conseguirlo relativamente fácil siendo bueno, pero ahora sólo juegan 100 personas al multijugador, debes estar entre los 10 mejores del mundo durante 4 semanas consecutivas. No apto para cardíacos.

Dead Space 2
Trofeo: Misión imposible
Descripción: Completa el juego en dificultad Imposible

Personas en el mundo con dicho trofeo conseguido: 16.325

Requerimiento: No era solo pasarse el videojuego en dificultad Extrema, la nueva dificultad Imposible tiene un requerimiento que hacía muchos años que no veíamos en los videojuegos: Pasarse el juego sólo pudiendo guardar en tres ocasiones durante toda la pasada. Un trofeo que ha puesto en jaque a más de uno.

Super Meat Boy
Trofeo: Super Meat Boy! (Platino)
Descripción: Desbloquea todos los trofeos del juego.
Personas en el mundo con dicho trofeo conseguido: 197

Requerimiento: Super Meat Boy es un videojuego muy difícil de plataformas donde sólo tenemos que correr y saltar. Parece sencillo, ¿A que si? Pero para conseguir el trofeo Platino hay que pasarse todos los niveles del juego sin morir, por lo cual, ahí tenemos el por qué de que tan pocas personas en el mundo que tienen dicho trofeo. Como Cloudberry Kingdom, este videojuego está considerado de los más difíciles que hay.

Para mi, la inclusión de los trofeos/logros es una revolución en los videojuegos porque potencia la rejugabilidad de un título que no tiene por qué ser tan largo, por qué ser tan difícil ni por qué ser tan rejugable. Qué equivocados estaban aquellos que definían la consola Wii de Nintendo como “la revolución de los videojuegos más importante de la historia” en 2006 cuando la auténtica revolución fueron los logros en Xbox 360 y dos años más tarde los trofeos en Playstation 3 (en mi opinión).

Claro que hay videojuegos cuyo trofeo de platino son 15 minutos y es un regalo que ni disfrutas ni terminas de jugar del todo, y luego casos extraños como Teslagrad o Albedo: Eyes From Outer Space que ni siquiera debemos pasarnos la historia del juego para tener el trofeo platino también los hay, pero son minoría y realmente los videojuegos “normales” suelen ser los que nos suponen un reto como jugadores, y en el caso de videojuegos con historia, en general, suelen exigir que nos pasemos el juego varias veces y de distintas formas posibles, explorando así todos los secretos, posibilidades y finales de la historia.

Por suerte, nuestro sufrimiento o nuestra diversión en nuestra odisea por el trofeo de platino se quedará registrado en nuestra cuenta de por vida para que otros jugadores del resto del mundo puedan ver lo que hemos conseguido. En efecto, debo decir, que conseguir algunos trofeos de platino me han supuesto un grado de satisfacción casi tan grande y tan parecido como conseguir ser el número 1 en marcadores mundiales de algunos videojuegos.