Dragon Quest XI S: Definitive Edition, de esta gran aventura RPG, deja de ser exclusiva de Nintendo Switch. Hasta ahora, en PS4, PS5 (mediante retrocompatibilidad) y PC, solo podíamos disfrutar de la primera versión del juego. Ahora, desde el 4 de diciembre, la edición "S" llega a esas plataformas, y también, por primera vez para la saga, a Xbox (One y Series X/S, disponible en Game Pass).

Y esta llegada viene con un detalle importante, y una gran curiosidad. Por un lado, si tenías Dragon Quest XI para PS4, por ejemplo, no podrás comprar un DLC para tener todas las novedades de esta nueva edición. Tendrás que comprar el juego de nuevo, por separado.

Por otro lado, y aquí viene lo llamativo, Dragon Quest XI S llega a distintas plataformas en forma de un port de Nintendo Switch. Una decisión extraña. El título, en la consola de Nintendo, se movía a una resolución dinámica, alrededor de los 720P, y un rendimiento más o menos estable de 30FPS. ¿Tenemos que vivir esto en Xbox Series X, por ejemplo? A continuación, todos los detalles, y las razones por las que jugarlo.

Dragon Quest XI S, una maravilla a 60FPS

Como os decía, el título se mueve a una resolución dinámica en torno a los 720P y 30FPS estables. Y esta edición definitiva llega en forma de port, en vez de utilizar la versión original, disponible en PS4 y PC, y ampliarla con el nuevo contenido.

La comparativa, en este sentido, es muy clara. ¿Hay una diferencia muy notable entre la versión original y la S? A nivel de características, esta edición definitiva es impresionante, con una elevada cantidad de contenidos nuevos que nos darán decenas de horas de entretenimiento.

Ahora bien, en cuanto a calidad gráfica, la diferencia sí, se nota. Aunque la realidad es que no se aprecia tanto como podríamos pensar. Para empezar, porque Square Enix se ha encargado de hacer que dicha versión llegue a las resoluciones solicitadas por las consolas (en mi caso, con Series S, 1080P).

A continuación os dejo un vídeo en el que se compara Dragon Quest XI para PS4, y la edición definitiva que ahora llega. Sí, han alcanzado la resolución del original, y el resultado nos permitirá jugar sin pensar demasiado en que es un port. Sin embargo, hay diferencias claras, en las texturas, la distancia de dibujado, y la iluminación, bastante peor (e incluso algo molesta en algunas ocasiones, en escenas que transcurren por la noche).

Pero la realidad es que podremos jugar y disfrutar de este título sin ningún problema, la belleza y la calidad están presentes, y no palidecen al jugar en las consolas más potentes. Además, podemos olvidarnos de los 30 FPS a los que estaba capado en Switch. Dragon Quest XI S rinde a 60FPS estables en todo momento.

Su contenido lo convierte en un imprescindible

Vale, el juego original estaba presente en PS4 y PC. Ahora, llega esta edición definitiva, que voy a tener que comprar a parte, y que se ve ligeramente peor en algunos detalles. ¿Merece la pena que lo juegue, o voy a por el original?

Y la respuesta os puede sorprender. Debéis ir, sin ninguna duda, a por Dragon Quest XI S: Definitive Edition. La cantidad de contenido que añade es totalmente impresionante. Hablamos de un título que ya nos daba decenas de horas, y en el que ahora podremos pasar 100 horas descubriendo nuevas historias de cada uno de los personajes que encontremos en nuestro camino.

Asimismo, podremos jugar en 3D, o cambiar a un modo retro 2D genial recreado, y que apela directamente a la nostalgia. Aquí viene un pequeño fallo (y el único que he encontrado, en realidad), y es que no podemos realizar el cambio directamente. El juego nos hará volver a un punto anterior en nuestra historia, por algún motivo que no llego a comprender.

Mi recomendación es jugar todo a 3D (y rejugarlo en el futuro a 2D). ¿Por qué? Porque en algún momento el juego nos lleva, si lo deseamos, al mundo de Horense. Un mundo de 16 bits del que no os quiero contar mucho, debéis descubrirlo por vosotros mismos. Solo os diré que aquí tendremos otra buena cantidad de horas para seguir maravillándonos.

Además, esta edición definitiva cuenta con detalles tan importantes como el doblaje en japonés (no presente en la versión original), modo foto (bueno, pero mejorable), y una mayor velocidad en los combates (evitando que se nos hagan tan pesados, si no queremos jugarlos). Por último, también podremos escoger entre escuchar la banda sonora sinfónica (realizada por completo de nuevo), o la original sintetizada.

¿Merece la pena?

Como primera incursión a la saga Dragon Quest, creo que es un juego perfecto. Tanto en 3D, como en su recreación a 2D. La realidad es que los distintos momentos y escenas son espectaculares en 3D, y es como recomiendo jugarlo la primera vez. Verlo después en 16 bits es una auténtica maravilla, por la diferencia que se aprecia, y la posibilidad de ver cada escenario de una forma distinta.

Ahora bien, si ya has jugado a la versión original, adelante, tienes que jugarlo. En cuanto a calidad gráfica, la diferencia no es grave, y pronto la propia calidad del título, así como todos sus contenidos nuevos, te harán disfrutarlo realmente.

Dragon Quest XI S merece la pena. Cada personaje, unido a sus nuevas historias, a su doblaje en japonés. Esto, además de la nueva zona de Horense, y una banda sonora que es especial, hacen que sea un juego casi imprescindible, si eres un fan de la saga, si nunca has jugado a uno de sus títulos, o incluso si nunca te ha llamado la atención los RPG como este.

Además, hay una demo disponible en todas las plataformas (PS4/PS5, Xbox One, Series X/S, y PC), por lo que siempre podéis probarla y decidir entonces. Para los usuarios de Xbox, por otro lado, se trata de la llegada de la saga a sus consolas, y lo hace directamente en Game Pass, convirtiéndose en una parada casi obligada para cualquiera de sus suscriptores.