Hoy se conmemora la llegada del ser humano a la luna. El 20 de julio 1969 el ser humano dio “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”. Con estas palabras ha pasado a los anales de la historia Neil A. Armstrong, el primer astronauta en pisar la superficie lunar.

Esto es lo que dice, al menos, la historia oficial de nuestra civilización. Pero la realidad gamer es bien distinta. Nuestra realidad supera en mucho la Historia Oficial. Hace décadas que nuestras legiones están conquistando el espacio infinito.

Dejo aquí algunas pruebas gráficas que podemos reproducir en nuestros PC’s y consolas, porque gracias a los videojuegos ser astronauta es mucho más fácil...

Surviving Mars

Lo primero que hicimos una vez abandonamos La Luna fue conquistar un nuevo planeta, y el escogido fue Marte. En Surviving Mars tenemos las pruebas de la colonización y posterior terraformación de la superficie marciana. Construimos colonias, recolectamos los recursos necesarios en un videojuego de construcción de ciudades en el Planeta Rojo.

Pero eso no fue suficiente. A partir de ese mismo instante nuestras ansias de conquista fueron más allá de los límites impuestos por nuestra imaginación. Así fue como nos expandimos por todo el largo y ancho del universo.

FTL: Faster Than Light

Dentro de una nave no muy bien preparada para tal misión, el ser humano comenzó la conquista del universo, no sin tener que superar infinidad de dificultades. Fue nuestro primer encuentro con vida proveniente de otros planetas, aunque no fue como siempre nos habíamos imaginado. Hostilidad. Fuimos atacados, nuestra nave fue gravemente dañada y los sueños de nuestra civilización corrieron un grave peligro de desaparecer.

En este videojuego indie presentado como un simulador espacial con mucha influencia de los juegos de mesa, es uno de los mejores exponentes de lo que significa explorar el universo. Muy recomendable. Ahora, eso si, con una dificultad digna de cualquier Souls.

Elite Dangerous

Pero superamos todas esas dificultades, incluso pudimos construir naves espaciales que podían rivalizar con las fuerzas alienígenas enemigas en potencia de fuego. Fue el momento de la Primera Gran Expansión, conocida como la PGE. Nuestros ojos contemplaron, por vez primera, millones de planetas, algunos hermosos, otros terroríficos.

Pero había un problema; nuestras naves no estaban todavía preparadas para atravesar las diferentes atmósferas, con lo cual, la Conquista de los Mundos tuvo que retrasarse hasta que llegaron las nuevas generaciones de componentes que nos permitieron, esta vez sí, atravesar esas barreras invisibles.

No Man’s Sky, Halo y Mass Effect

La gran explosión llegó, precisamente, con los avances tecnológicos. Pudimos aterrizar en la superficie de millares de planetas, descubrir vida animal, vegetal e incluso mineral; comenzar a estudiar nuevos idiomas y, sobre todo, explotar nuestro cerebro con formas, colores y construcciones nunca contempladas antes por el ojo humano.

Esta fue la base de lo que llegó unas décadas después. El contacto con otras razas produjo el intercambio y las alianzas que, después de pasar por serias dificultades en el anillo Halo, construyeron una gran alizanda espacial. No todos quisieron participar de ello, pero las aventuras que vivimos en la saga Mass Effect valieron la pena.

Todo esto son pruebas gráficas de nuestras conquistas; de nuestros triunfos y nuestros fracasos; de los límites donde el ser humano ha llegado, al menos, en el amplísimo universo del videojuego.

No sabemos si parte de todas estas fantasías formarán parte de la Historia Oficial algún día, pero son realidades virtuales que sí forman parte activa de nuestra Realidad Gamer. ¿Será realmente el universo la última frontera?.