Aun recuerdo el día que, por primera vez, tuve noticias de Final Fantasy Agito XIII para móviles, el que al poco tiempo pasó a ser Final Fantasy Type-0 para PSP. Se anunció como parte de la Favula Nova Cristals, un compendio de juegos que compartirían mitología, al que también pertenece Final Fantasy XIII. El título prometía bastante, ya que parecía recuperar muchos de los elementos clásicos olvidados de la serie, pero la fuga del éxito de PSP en occidente, hizo que se quedase en japón y que no fuese hasta este 2015 cuando por fin hemos visto el juego por estos lares en forma de remasterización para la actual generación.

grupo

Lo primero que sorprende de Final Fantasy Type-0 es su manera de empezar y como la historia se presenta de golpe ante nosotros casi sin avisar, dando lugar a un argumento mucho más oscuro y adulto que al que nos tiene acostumbrados la saga. Empezamos combatiendo en mitad de una guerra manejando a la clase 0, un grupo de jóvenes soldados que tienen como misión seguir las órdenes de sus superiores para ganar la guerra que será uno de los ejes centrales de la trama.

A diferencia de otros títulos, a pesar de la importante carga argumental, salvo con alguna excepción, aquí se pasa por alto la historia personal de los personajes recayendo todo el peso en el grupo que estos forman y en el ambiente desolador que les rodea. En este aspecto dista de otros Final Fantasy, ya que se olvida de los típicos dramas personales y del desarrollo de estos. Eso no quita que la historia se mantenga a la altura en todo momento, y que, capítulo tras capítulo, vaya a más dando lugar a un final que ya está a la altura de los más grandes.

Como viene siendo habitual en el género, el juego se centra en las batallas. En este caso, el sistema de combate se ecuentra totalmente enfocado a la acción asemejándose a lo que todos hemos visto en otros títulos de Square-Enix como Kingdom Hearts. Las peleas son aleatorias, transportándonos a pequeños escenarios donde nos podremos mover con libertad teniendo a nuestra disposición tres botones para realizar acciones ofensivas (ataque normal, magia y habilidades especiales), y un botón para esquivar golpes. Esto da lugar a momentos dinámicos y frenéticos que rompen con el pausado sistema por turnos clásico, pero que da un soplo de aire fresco a la saga.

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Durante los enfrentamientos controlaremos a tres personajes que podemos ir intercalando, y a la vez tendremos a nuestra disposición al resto de integrantes de la clase 0 (normalmente son 14, salvo en momentos que la historia lo requiera) que iremos introduciendo en el grupo conforme vayamos perdiendo a los personajes utilizados. Por esto mismo es vital que entrenemos a toda la tropa por igual, ya que, queramos o no, vamos a tener que utilizar a todos los peronajes disponibles en el momento. Esto puede resultar algo tedioso, pero el hecho de que cada uno de los miembros del grupo sea totalmente distinto del otro le da puntos al juego en cuanto a diversión y hace que las batallas para subir de nivel se pasen en un abrir y cerrar de ojos.

La progresión de los personajes es algo que requiere de bastante atención, ya que como he señalado antes, tenemos que entrenarlos a todos y hay que subir habilidades, cambiar equipo y equipar objetos. Hacer eso de manera correcta nos hará la aventura más liviana, ya que las cotas de dificultad a veces son bastante elevadas.

Otro punto a destacar, es la presencia de una de las insignias de la saga dentro de los combates; las invocaciones, aunque solo estarán disponibles durante las misiones principales, quedándonos sin su ayuda durante las secundarias o en los momentos de exploración. También nos toparemos con otras señas de identidad como son los chocobos o los moguris.

La historia del juego da para un buen puñado de horas, pudiendo así sobrepasar sin problemas las 30 en una primera partida. Además tenemos a nuestra disposición un extenso mapamundi que explorar y un buen puñado de misiones secundaras, muchas de ellas requieren ser realizadas en una segunda vuelta, lo que añade bastante rejugabilidad al juego. A esto hay que añadir, que en una segunda partida encontraremos extras, así como escenas nuevas o tareas secundarias, que no estaban disponibles durante la primera vuelta.

mapamundi

Hasta aquí, poco malo que decir, sobre todo si consideramos que no pertenece a un título numerado de la saga principal que salió en una portátil. Y es aquí donde encontramos ciertos puntos negativos.

Todos sabemos de donde viene el juego, así que a la hora de analizarlo deberíamos tener en cuenta su origen, y es que el hecho de que sea un juego de PSP, una consola que en cuanto a potencia gráfica casi se asemeja a PS2, hace que no estemos ante un título a la altura de las capacidades de esta nueva generación. No obstante, se le nota el lavado de cara, sobre todo en la academia, la plaza principal luce de maravilla. La ilumnación también a mejorado bastante, en ese aspecto, poco tiene que ver con lo visto en la portátil, y los modelos de los personajes principales se han rehecho por completo, aunque esto supone un contraste con los demás que se han dejado prácticamente como se veían en su juego de origen.

Las limitaciones de PSP también se notan en las ciudades y poblados, que son todos muy similares y de un tamaño ínfimo, lo que quita algo de variedad a los escenarios, pero que debido al contexto que rodea al juego le podemos pasar la mano, ya que este, tampoco es que invite demasiado a perdernos en sus calles.

No quiero dejar sin mencionar a la fantástica banda sonora que nos acompaña durante nuestro viaje. Compuesta por Takeharu Ishimoto, quien también hizo un estupendo trabajo en Final Fantasy VII: Crisis Core o Kingdom Hearts: Birth by Sleep, casa en todo momento con los acontecimientos que el juego nos presenta y nos muestra melodías que perfectamente pueden estar a la altura de las más grandes de la saga.

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Estamos pues ante un título largo, exigente, rejugable, con una alta carga argumental, que recupera algunos de los elementos ya olvidados que hicieron brillar a la saga, con un pulido sistema de batalla centrado en la acción y 14 personajes totalmente diferenciados entre sí a la hora de pasar a la acción. Esto, se ve empañado por tratarse de un juego pensado para jugarlo en una consola portátil, lo que a veces merma un poco el desarrollo de la historia, pero que para nada resultará tedioso en ningún momento. Quizás, la actual generación se le queda muy grande, y perfectamente podría haber salido en PS3 e incluso en vita. Pero dejando a un lado el aspecto visual, que además cuenta con un diseño artístico envidiable, estamos ante una obra totalmente recomendable a los fans de Final Fantasy que, eso sí, sepan pasar por alto sus defectos.