Hablar de WRC en videoconsolas es hacerlo de todo un veterano en cuanto a juegos de rallys se refiere. Todo comenzó en 2001 cuando apareció el primer juego con la licencia oficial del Campeonato Mundial de Rallys. Las marcas, las escuderías y los pilotos se han ido incluyendo en todos los títulos, desde el primero.

Por aquellos días fueron los chicos de Evolution los que se encargaron de las primeras entregas. Años después programarían el fantástico e injustamente criticado Driveclub. Después de esas primeras entregas fue Milestone quien recogió el testigo, compañía con muchos videojuegos de conducción en su haber.

Y después de otras cuatro entregas finalmente es Kylotonn quien nos ha traído los tres últimos juegos de la franquicia, incluido esta última incursión en el mundo de la velocidad y los rallys. ¿Estará el juego a la altura de la competencia? Vamos a verlo.

Exaltación (la primera hora de juego)

Así se puede resumir lo que ha sido analizar este WRC 7. Cuando arrancas el juego todo funciona. Empiezas con una prueba de pilotaje en la que el juego te evalúa y sugiere una configuración inicial determinada a nuestras peripecias al volante.

Tras esto se abre el menú de opciones y comienza el videojuego en sí. Hasta aquí todo correcto. A partir de aquí nos encontramos con el modo Un Jugador y el modo Multijugador. Así mismo también nos encontramos con La tarjeta de piloto que nos informará de nuestros logros y situación actual y finalmente, en las opciones, podremos ajustar parámetros del juego, de vídeo, audio, controles y datos.

Una vez comienzo con el modo Un Jugador pruebo la Carrera Rápida. Se puede escoger entre correr una etapa o competir en un rally completo, cosa que hago y aprovecho para calibrar el volante. Los primeros minutos los dedico a encontrar el punto perfecto del volante respecto a lo que está pasando en pista.

Una vez configurado correctamente empiezo a disfrutar del asfalto, los caminos, el entorno, los decorados, las montañas, los juegos de luces y todo lo que de entrada, a nivel gráfico, me ofrece el título, acompañado en todo momento de mi copiloto invisible el cual no para de lanzar órdenes, todas acertadas y en el tono de voz ideal para que en ningún momento se haga pesado. Un gran acierto por parte de Kylotonn.

Caída (gráficos limitados y simulación casi nula)

Es cuando llevo más de una hora con el título, probando opciones y saliéndome de los márgenes de la carretera más veces de las deseadas, cuando empiezo a ver cómo toda la magia, que hasta entonces el título había creado a mi alrededor, no era más que un espejismo, una ilusión.

Los gráficos de entrada parecen solventes, hay efectos hermosos, los coches están bien diseñados, la sensación de velocidad es la correcta, los escenarios están bien programados y son reconocibles cuando los comparamos con los reales y de entrada, todo parece funcionar.

Hasta que te das cuenta que los escenarios, cuando el coche está parado, no son HD en todos los casos. Se nota más en las piedras que en el resto de cosas, pero todo aquello que a gran velocidad daba el pego, no funciona cuando estamos detenidos.

Y todavía es peor cuando decidimos ver la repetición de una carrera. Carga poligonal lenta, efectos visuales ausentes y la carga poligonal del vehículo de competición que conducimos es semejante a la de los juegos de hace muchos años atrás. De esto me dí cuenta de esto cuando en la repetición, la cámara enfoca la mitad del vehículo y la mitad de la carretera a la vez. Es ahí cuando el sueño se rompe por completo y comenzamos a ver que todo aquello que parecía bien hecho, no es más que una fantasía. Es ahí cuando el apartado gráfico se resiente más.

En cuanto al control diré que el coche no acaba de agarrarse bien a la pista, ya sea de asfalto, tierra, esté nevada, seca o mojada. Siempre acabarás culeando cuando el vehículo no debería hacerlo. El peso del vehículo es demasiado ligero. Esto se agrava cuando te sales del circuito marcado, ya que acabas dando vueltas de campana y volando con unas físicas nada realistas. Un coche no se comporta de esa manera tan artifical.

Opciones

Como ya he dicho antes, dentro del modo Un Jugador puedes jugar una partida rápida, ya sea recorriendo una sola etapa o un rally completo. También tenemos la Carrera, en la que empezaremos como pilotos desde lo más bajo e iremos escalando posiciones, cosa que nos hará recibir ofertas de otras escuderías y podremos tener mejores vehículos. Quizás este sea uno de los dos modos de juego más divertidos de WRC 7, ya que nos permitirá participar en los 13 rallys oficiales con un total de 52 etapas. El juego tampoco se queda corto en cuanto al número de vehículos, un total de 55 con sus pilotos reales, ventajas de tener la licencia oficial de la WRC.

Además de la Carrera, existe la posibilidad de participar en la Etapas Épicas, que son etapas de muy larga duración en las que nuestra resistencia será puesta a prueba.

También podremos Organizar un Campeonato desde cero, escogiendo cada una de las etapas y rallys que queremos recorrer. Y finalmente el juego nos ofrece un intento de Prueba de Conducción que se reduce a realizar tramos en un tiempo concreto. No es nada retador.

El multijugador no mejora mucho. Por un lado tendremos el modo Online en el que competiremos contra los demás rivales en directo, pero veremos sus vehículos como si fuesen fantasmas, así que no podremos colisionar contra ellos.

Tendremos, así mismo, la posibilidad de realizar una partida rápida, buscar un punto de encuentro o crear uno, escogiendo las características de dicha prueba.

Un gran acierto es incluir un modo Offline para dos jugadores en el que podremos competir contra nuestros amigos al lado nuestro, ya que la carrera se desarrollará a pantalla partida en vertical. Todo un acierto y una de las opciones más divertidas de todo el título.

Finalmente han incluido un modo Offline llamado Hot Seat, silla caliente, en el cual la idea es que varios jugadores puedan competir, uno después del otro, con un solo mando y con el único objetivo de mejorar la marca realizada por los anteriores jugadores.

A parte de todo esto también se incluyen desafíos configurados con unas determinadas condiciones que tendremos que superar. Para ello dispondremos de unos cuantos días. Irán cambiando a lo largo de la semana.

Puntos de vista y controles

El juego ofrece hasta cinco puntos de vista diferentes cuando estamos en competición. El exterior lejano quizás sea el mejor para empezar. Luego tiene el exterior cercano al vehículo, en el que perderemos visibilidad.

Luego está el punto de vista interior desde el casco del piloto. Es curioso porque desde esta opción de visualización descubres que el movimiento de las manos girando el volante no es nada realista, se mueve a trompicones.

Finalmente están los puntos de vista desde el asfalto y desde el asfalto con capó. Recomiendo este último si quieres sentirte como en las viejas recreativas de antaño.

Sobre los controles decir que me costó encontrar el punto ideal utilizando el volante, pero una vez hallado se deja controlar muy bien. Otra grata sorpresa es que con el DualShock 4 también se puede jugar muy bien, así que no es imprescindible tener volante.

Sonido y conclusiones

Es una lástima que, contando con la experiencia de dos títulos anteriores, los chicos de Kylotonn no hayan podido ir más lejos de donde han llegado. Es verdad que han conseguido lo que hasta ahora no había logrado prácticamente nadie; que es que las indicaciones de nuestro copiloto no sean pesadas, que no se hagan insoportables. Todo lo contrario. Aquí son magníficas y muy acertadas y el sonido de los motores es excelente, pero no el resto del juego.

Es que verdad que el título ha mejorado respecto a la anterior entrega, pero se queda corto en cuanto a opciones, a gráficos, a simulación (casi nula) y a diversión. En cuanto sonido han acertado y el doblaje al castellano es excelente. Pero hay que tener en cuenta que la competencia ha puesto el listón muy alto con Dirt Rally y Dirt 4, tanto que estos títulos hacen enrojecer todavía más a este WRC 7.

Puedes conseguirlo en la PlayStation Store por 59.99€.