Este análisis ha sido realizado con una copia facilitada por Koch Media. Juego disponible en NINTENDO SWITCH, PC, PLAYSTATION 4 (versión analizada) y XBOX ONE.

Introducción

Hace 10.000 años, tras pacificar una Tierra azotada por constantes guerras civiles entre clanes, aquel conocido como El Emperador se propuso la ingente tarea de unificar también la galaxia, iniciando una gloriosa era de conquistas y expansión conocida como la Gran Cruzada.

Sin embargo, el incipiente Imperio de la Humanidad tenía unos vecinos a la vuelta de la esquina: los marcianos del Culto Mechanicus.

Independizados de Terra siglos atrás, los Tecnosacerdotes de Marte habían desarrollado toda una religión en torno al Dios Máquina y eran los últimos custodios de secretos en parte perdidos, proveniente de un tiempo remoto conocido como Era Oscura de la Tecnología.

Warhammer 40,000: Mechanicus 01

El Emperador sabía que necesitaba el apoyo del planeta rojo y no tardó en forjar una alianza que ha permanecido inquebrantable hasta hoy. Así, el Adeptus Mechanicus es el ala del Imperio encargada de preservar la ciencia, pero también de redescubrirla y potenciarla.

En Warhammer 40,000: Mechanicus encarnamos a Faustinius, un Magos al mando de una gran nave que surca las estrellas en busca de conocimiento. No tardaremos en descubrir un extraño planeta donde los Necrones, unos enigmáticos alienígenas con aspecto robótico, están despertando de sus tumbas ancestrales...

Warhammer 40,000: Mechanicus 02

Tres partes, un objetivo

Entrando en un terreno más coloquial, como os decía los Necrones se están activando, lo que marca el tiempo que tendremos para estudiar y saquear sus tumbas, erradicando por el camino a esos sucios xenos inhumanos.

Llegará un punto en que el número de enemigos impida cualquier acción en el planeta, momento en que saldremos pitando con la nave y nuestra aventura habrá terminado. Este límite de tiempo viene marcado por un porcentaje que se va incrementando con cada misión.

Pero antes expliquemos en qué consiste Warhammer 40,000: Mechanicus, que básicamente es un juego de estrategia por turnos.

Warhammer 40,000: Mechanicus 03

Por un lado está la nave espacial a modo de cuartel general. Ya sabéis: elección de nuevas misiones (de entre seis ramas distintas), consulta de la evolución de las anteriores, mejora de las tropas, inventario de objetos y cachivaches...

Por otro lado tenemos el esquema de las tumbas, por donde desplazamos a nuestros Tecnosacerdotes. En esta parte, anterior a los combates, Warhammer 40,000: Mechanicus nos invita a tomar constantes decisiones según nos adentramos en las distintas estancias. Lo que elijamos comportará ventajas o bien jugará en nuestra contra, incluso incrementando el "contador Necrón" y por tanto acelerando el final de nuestra campaña.

Warhammer 40,000: Mechanicus 04

Por último tenemos la chicha propiamente dicha, es decir los combates por turnos a modo de tablero, donde toda nuestra preparación y planificación previa será puesta a prueba.

¡Cómo molan los Tecnosacerdotes!

Debo confesaros que, de todo el lore de Warhammer 40k, en lo personal prefería muchas otras facciones antes que el Adeptus Mechanicus. Tal vez fuera porque, al menos cuando yo jugaba, apenas había miniaturas de los Tecnosacerdotes ni de sus tropas, los cibernéticos skitarii. Sabías que existían, pero como una especie de telón de fondo.

Sin embargo Warhammer 40,000: Mechanicus me ha hecho cambiar de idea y creo que, como aficionado a esta franquicia que soy desde hace más de veinte años, eso es lo mejor que puedo decir del título.

Warhammer 40,000: Mechanicus 05

¡Qué pasada ser un Tecnosacerdote! En Warhammer 40,000: Mechanicus puedes llegar a controlar a seis, cada uno con su propio nombre y aspecto, siendo los verdaderos protagonistas; su evolución está muy bien representada, pasando de ser unos mindundis a unas bestias conforme tienen a su disposición más tecnología.

A medida que subimos de nivel contamos no sólo con habilidades a escoger de entre varias "profesiones", sino con ranuras adicionales de equipo que vamos encontrando en nuestras incursiones. Al final seremos un cuerpo rodeado de brazos mecánicos, servos y arneses, algo tan siniestro como irresistible.

A esto se añaden nueve tipos de tropas entre skitarii varios, autómatas modificados y enormes robots que, aunque no son configurables, tienen tres niveles de progresión con las consiguientes habilidades.

Completa la personalización la elección de los cánticos al Omnissiah o Dios Máquina, de los que podemos tener hasta tres: se trata de importantes ventajas de un sólo uso en cada misión -que por cierto puede consistir en uno o más combates, entre los cuales no recuperamos salud-. De estos cánticos iremos desbloqueando versiones más potentes a medida que cumplamos diversas condiciones.

Combates en el milenio 41

Una crítica que se le puede hacer a Warhammer 40,000: Mechanicus es que casi todos los combates consisten o bien en erradicar a los Necrones o bien en alcanzar una serie de paneles repartidos por el escenario (muchas veces ambas cosas). Unos pocos nos invitan también a alcanzar un punto de huida.

Aunque se intentan incluir una serie de mecánicas distintas conforme avanzamos, sería engañoso negar que llegado un cierto punto sobreviene la sensación de haberlo visto todo. Dicho esto, la variedad de enemigos es bastante generosa y en las últimas misiones contaremos con un abanico considerable, tanto de aliados como de antagonistas, lo que redunda en una estrategia mucho más profunda.

Warhammer 40,000: Mechanicus 06

Además es importante aclarar dos cosas: en primer lugar, el que algo se repita no significa que deje de ser muy entretenido, que una cosa no quita la otra; y esto es porque el sistema de juego está muy bien concebido. En segundo lugar, la versión consolera incluye la expansión Heretek, que consiste en toda una rama de misiones adicionales para frenar un motín en nuestra propia nave, con nuevos enemigos y equipo.

Por lo demás, me resulta muy tedioso empezar a contaros que hay unos puntos de conocimiento para realizar acciones, que podemos movernos una serie de casillas, que pasar junto a un enemigo le permite realizar un ataque de oportunidad, que hay distintos tipos de daño, etc., etc., en definitiva todo un conjunto de reglas que como ya he dicho funcionan muy bien pero tendréis que descubrir por vosotros mismos.

Warhammer 40,000: Mechanicus 07

Aspecto técnico

En cuanto a los gráficos, Warhammer 40,000: Mechanicus no da mucho de sí ni por supuesto pretende hacerlo, lo cual me parece correcto porque esta experiencia es en realidad un juego de tablero, con las limitaciones que esto comporta. Eso sí la tasa de imágenes de 30fps no se justifica y delata un port directo de PC, sin calentarse la cabeza; suerte que el framerate en este caso importa menos por la falta de acción.

La vista es desde arriba, aunque podemos hacer zoom para verlo todo mejor. Si nos acercamos completamente, la cámara pasa a una posición semilateral donde apreciamos más detalles, lo que sube el listón gráfico aunque no es lo más práctico.

Warhammer 40,000: Mechanicus 08

Con respecto al sonido, quiero mencionar aquí el formidable trabajo de ambientación tras Warhammer 40,000: Mechanicus. Aunque las voces de Faustinius y su cohorte están representadas por una ininteligible jerga en lenguaje binario, los textos están llenos de rizqueza y transmiten toda la fuerza de Warhammer 40k, además en español.

Los efectos de sonido suelen destacar en este tipo de producciones, cosa que también ocurre en Warhammer 40,000: Mechanicus. Con respecto a la música, ésta entra en forma de melodías al inciar o terminar las misiones, sin demasiadas florituras, pero también hay una serie de temas de tinte gótico bastante chulos que además se pueden escuchar desde el menú principal.

Warhammer 40,000: Mechanicus 09

Conclusión

No soy un experto en juegos de estrategia por turnos, aunque siempre me han parecido mucho más estratégicos que aquellos en tiempo real, donde básicamente debes "hacer clic" a toda prisa y en un orden determinado mientras construyes chorradas.

Aquí lo que haga falta se construye antes, se planifica bien, y luego está la estrategia pura y dura de los combates, necesariamente pausados. Y sin embargo ¡qué subidón cuando abates por fin a ese Necrón tan duro de pelar!

Warhammer 40,000: Mechanicus 10

Es difícil que Warhammer 40,000: Mechanicus alcance notas muy altas porque no da más de sí, y sin embargo podría decirse que todo lo que da se disfruta de principio a fin. Por lo tanto, si te gusta el universo de Warhammer 40k o los títulos de estrategia en general, ni te lo pienses a la hora de hacerte con el juego y descargar la ira del Omnissiah sobre esos autómatas desalmados. El Emperador protege.

Dónde comprarlo

[aawp box='B087RQ78JW']

[aawp box='B087XLL2X1']

[aawp box='B0875WSZTV']

[aawp box='B087RQHN7H']