Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Nacon. Juego disponible en PC, Xbox Series X|S, Xbox One, PlayStation 5 (versión analizada) y PlayStation 4.

Todo amante del rol ha oído hablar en algún momento de Vampire: The Masquerade, más conocido como Vampiro: La Mascarada en España. Es una de las sagas más famosas dentro de los juegos de rol, que comenzó siendo un juego de mesa y a día de hoy cuenta con innumerables versiones y videojuegos. Hoy hablamos de una de estas últimas, el más reciente lanzamiento, Vampire: The Masquerade – Swansong.

Desarrollado por Big Bad Wolf Studio y editado por Nacon, estamos ante un juego narrativo que hará las delicias de los fans de esta saga al ponerlos en la piel de tres vampiros influyentes y dejarlos crear su propio camino tomando decisiones. Pero tranquilo/a, que si simplemente eres fan del género narrativo y no sabes nada sobre estos vampiros, también podrás sumergirte de lleno en la trama.

Vampiros para fans y para recién llegados a este universo

Tenemos que empezar por el principio. Puede que hayas jugado anteriormente a algún juego de la saga Vampire: The Masquerade, pero aun así seguramente Swansong te sorprenda. Esto es precisamente porque presenta un género poco común en la saga: estamos ante un videojuego narrativo de rol para un jugador.

Esto significa que nos esperan muchas conversaciones, documentos por leer, deducciones que hacer y muchos puzles. No hay combate, no es un mundo abierto. Si este género no es para ti, posiblemente debas evitar esta entrega. Pero si lo que lees te está gustando, aunque no sepas nada de este mundo, te animo a que le des una oportunidad.

Diferenciándose de otros juegos de la saga, Swansong se puede disfrutar perfectamente sin conocer nada de este universo. Para ello, siempre puedes acudir a internet y enterarte de todo lo referente al juego en su página web. Pero también tendrás acceso durante todo el juego a un Códice con la información importante que necesitas saber sobre la historia de los vampiros, los clanes, nomenclaturas de Vampiro: La Mascarada que se utilizan durante todo el juego, personajes que te encontrarás y mucho más. Estarás un buen rato poniéndote al día, pero al acabar sentirás que estás listo para enterarte de todo el juego sin problemas.

Quizá no tengas esta sensación cuando comiences el juego, puesto que lo básico como las mecánicas o los personajes aparecerán de repente, tutorial tras tutorial, conversación tras conversación, y puede hacerte sentir un poco abrumado. Pero tras un par de horas de juego, a base de jugar, hacer uso de las mecánicas y hablar con los personajes, te sentirás como pez en el agua. A partir de aquí todo irá rodado, aunque sí es cierto que los momentos iniciales agobian un poco.

Tres vampiros, un problema muy gordo

Ahora que estamos un poco más situados y con ganas de saber más, toca hablar sobre la historia del juego. En Swansong tomaremos el control de tres personajes de la Camarilla: Emem Louis (clan Toreador), Leysha (clan Malkavian) y Galeb Bazory (clan Ventrue). Corre el año 2019, la ciudad de Boston es nuestro escenario y las normas de La Mascarada siguen siendo permanecer ocultos al resto del mundo humano.

De la historia en sí poco más se puede contar sin entrar en spoilers. Nada más empezar nos encontramos con un Código Rojo, es decir, una alerta por peligro. Será entonces cuando la Príncipe nos llame para investigar qué ha pasado, dando comienzo a cada camino en solitario de los tres personajes, puesto que cada uno visitará unos lugares de manera independiente con una misión definida.

El principio de este juego es duro en todos los sentidos, incluyendo la historia. La clave está en no abandonar al principio y tomárselo con calma. La historia tarda un poco en arrancar, pero cuando lo hace no te arrepientes de haberle dado una oportunidad.

Narrativa con mecánicas de puro rol

A partir de este momento comienza la verdadera esencia de Swansong. Estemos con el personaje que sea en la localización que sea, el funcionamiento básico es el mismo: investigar nuestro entorno, conseguir información bien de documentos o de conversaciones, y finalmente cumplir con el objetivo que nos han encomendado.

Todo esto acompañado por mecánicas de rol que casan perfectamente con el género del juego.

Tras hacer las presentaciones, tomaremos nuestras primeras decisiones importantes: dar a cada personaje un perfil. Tendremos cuatro a elegir y cada uno proporcionará unas habilidades iniciales aumentadas dependiendo de cómo queramos actuar con cada personaje, destacando atributos que nos vendrán bien para conversaciones, para investigar o para obtener conocimientos.

Por supuesto, elegir un perfil u otro no impide mejorar habilidades de cualquiera de los tres grupos con la experiencia que ganemos, tan solo influye en las habilidades que ya tendremos mejoradas al empezar con el personaje. Si ningún perfil nos convence, la cuarta de las opciones es elegir manualmente las habilidades que queremos. Como veis, personalización máxima. Además, aparte de todo esto, cada personaje cuenta con una habilidad especial característica de su clan que nos ayudará en nuestro camino, las cuales también podremos ir mejorando.

Estas habilidades nos servirán para desbloquear múltiples acciones en nuestra exploración, pero también para desbloquearnos opciones de diálogo. Por ejemplo, si nuestra habilidad de Persuasión es de nivel 1 y el del otro personaje es de nivel 3, esa opción de diálogo no nos revelará nada. Podemos potenciar nuestra habilidad hasta cierto punto, y en caso de empatar en el nivel, se nos indicará un porcentaje de la posibilidad de éxito que tiene esa opción ya que se resolverá al azar quién de los dos personajes sale victorioso.

Cada personaje tendrá dos indicadores: el de Fuerza de Voluntad y el de Ansia. Con determinadas acciones, el primero se va vaciando, mientras que el segundo se llena. Estas acciones pueden ser tanto de exploración (usar la habilidad Auspex sobre un objeto para ver eventos pasados, forzar una cerradura) como de conversación (persuadir a alguien o incluso alterar su memoria).

Si la Fuerza de Voluntad se agota, no podremos hacer más acciones que requieran de este gasto. Pero si el Ansia se llena estamos ante un problema mayor. Sobrepasar el límite de Ansia significa que el personaje pierde el control de sus acciones y necesitará alimentarse de cualquiera que esté cerca. Y esto puede ponernos en serios problemas.

Por suerte, podemos aprovecharnos de un NPC (o de ratas, pero puede que el mundo no nos vea con los mismos ojos si hacemos de esta práctica un hábito) para tomar un traguito de sangre rebaja el nivel de Ansia. Pero no contéis con esta opción siempre, puesto que las presas disponibles escasean. Esta es una forma de que pensemos bien en qué queremos gastar nuestros puntos, ya que hay muchos sitios donde usarlos y muy pocas formas de recuperarlos.

Cómo avanzar e investigar está en nuestra mano

La parte buena de este juego es que te permite jugar como quieras. Las acciones que requieren de Fuerza de Voluntad o de Ansia, como abrir cerraduras, pueden realizarse también mediante la exploración. Todas las cerraduras pueden abrirse consiguiendo su llave, pero requerirá que miremos bien los documentos que tenemos, que hablemos con los personajes o que resolvamos algún puzle. La forma de avanzar y el tiempo que dediquemos a cada zona está en nuestra mano. Al final de cada capítulo, un resumen nos dirá qué hemos conseguido, en qué hemos fallado y qué podríamos haber conseguido de haber completado todos los puzles, además de la experiencia conseguida en base a nuestros logros para mejorar las habilidades.

Hablando de los puzles, en Swansong no escasean. La mitad de los documentos con información importante para la trama están escondidos dentro de un cajón bien cerrado, en una habitación con la llave echada o en una caja fuerte. No siempre podemos confiar en nuestros puntos de Fuerza de Voluntad o Ansia para abrir estos accesos, ya que también se requieren ciertos niveles altos de habilidades y es imposible tener todo, así que nos toca agudizar nuestros sentidos de deducción y resolución de problemas si queremos obtener el máximo de información posible.

Claro que podemos completar los capítulos saltándonos todo esto, pero la experiencia de juego será entonces mucho menor ya que la historia principal del juego va a estar incompleta. Aunque he estado muy entretenida con algunos puzles, pensando un buen rato más de una vez, también tengo que decir que algunos de estos prometen una gran recompensa por su elevada dificultad que luego no se cumple. La sensación de que has perdido el tiempo está ahí de vez en cuando.

Como hemos mencionado, Swansong no cuenta con acción de combate. Por el contrario, lo más parecido que tenemos son las confrontaciones. Esta mecánica de juego sale directamente del otro juego del estudio desarrollador, The Council (juego que, en conjunto, recuerda mucho a este título), y consiste en conversaciones importantes con ciertos personajes. Cuando comience una confrontación tendremos un número de fases y un número de fallos determinados, ambos factores variarán entre una confrontación y otra. De esta manera, tendremos que elegir las respuestas correctas en cada fase para que se dé por ganada. Y si conseguimos llegar al final sin sobrepasar el número máximo permitido de fallos, la confrontación se dará por ganada y el otro personaje nos dará información importante.

En definitiva, todo esto puede sonar como demasiada información que asimilar o un funcionamiento complejo. Pero como he dicho al principio, solo con superar el primer capítulo estaremos más que acostumbrados a todo y una vez conseguido esto solo nos queda disfrutar del resto del juego. En definitiva, la jugabilidad es bastante agradecida y al depender totalmente de nuestras decisiones no podemos ponerle ni un "pero" a nada, ya que todo lo que consigamos (o no) has sido por nuestra habilidad/culpa.

Ambición en unos gráficos que no siempre cumplen

Vampire: The Masquerade – Swansong destaca desde un inicio por su apartado gráfico llamativo y detallado. Y podemos decir que cumple lo prometido… al menos en parte. Los escenarios están muy logrados, con un alto nivel de detalle y un juego de luces y sombras que deja estampas muy bonitas.

Pero en lo relacionado con los personajes, el nivel baja. Mientras que, en algunos momentos, los modelos de personajes se integran a nivel técnico perfectamente con el entorno, en ciertas partes como los diálogos se nota una bajada de calidad. Esto se traduce en movimientos robóticos o expresiones faciales un poco exageradas. Incluso en bastantes cambios de escenas podemos ver personajes en pose de T durante un segundo o físicas de ropas que se ajustan en el momento. Es una pena que pequeños detalles como estos estropeen la inmersión que genera la buena trama del juego.

La música se integra muy bien con las situaciones y te acompaña de fondo en cada momento que te quedes pensando qué camino escoger, qué diálogo es mejor o cómo se resuelve ese dichoso puzle que te está poniendo a prueba. Mención especial al doblaje en inglés, de muy buena calidad, que acompaña a los subtítulos en español (y muchos otros idiomas) que agradecemos enormemente cada vez que abrimos un documento de 20 líneas y 3 páginas.

Aunque en un juego de este tipo he echado en falta un historial de líneas de diálogo que poder consultar durante nuestra partida, ya que muchas veces necesitaremos releer la información que acabamos de descubrir de ese personaje clave.

El ganador indiscutible: la rejugabilidad

El mayor fuerte de Vampire: The Masquerade – Swansong es su rejugabilidad. Lo sé, este tipo de juegos destaca siempre en este apartado. Pero con este juego en concreto parece más importante que nunca. Con todo el tema de las habilidades, que es imposible dominar todas en una sola partida, a cada paso que des no dejarás de pensar "tendría que haber escogido mejorar esa habilidad" ya que te encontrarás con interacciones que no podrás superar, y esto se traduce en caminos que no recorrerás. Te lo aseguro, a la segunda vez que ese pensamiento te invada ya estarás pensando en cómo vas a jugar tu segunda partida. Y estoy convencida de que esa segunda partida te llevará a una tercera, ya que las posibilidades son muy amplias.

De hecho, y sin querer entrar en demasiados detalles de la trama, ni siquiera diría que el juego tiene varios finales, sino que puede que lo acabes sin llegar a desvelar el misterio que se plantea al empezar a jugar. Y ya te aseguro que, en este caso al menos, una partida más está más que asegurada, porque ni siquiera podría decirse que te has pasado el juego. Y teniendo en cuenta que una sola partida con un nivel de exploración decente ronda las 20 horas, estamos hablando de un juego que da mucho. Aunque, en caso de que queramos cambiar nuestro camino a partir de cierto punto, también contamos con un selector de capítulo.

Conclusión

Si tuviese que recomendar Vampire: The Masquerade – Swansong a alguien me basaría principalmente en que ese alguien vaya a disfrutar de un juego tan narrativo con elementos de rol y temática vampira antes de en que sea conocedor de la saga. Solo tienes que tener la paciencia de querer descubrir este universo y el resto saldrá solo, aunque al principio pueda parecer imposible. Cierto es que la bienvenida a los novatos de este universo podría haber sido un poco más amable y fácil, pero el juego en ningún momento da más de lo que podemos aceptar.

La historia cuenta con el gran aliciente de la rejugabilidad, hasta el nivel de que querrás jugarlo más de una vez para conocer todos los detalles, todos esos cabos que han quedado sueltos en una primera partida o todos los caminos que cada uno de los tres personajes puede recorrer dependiendo de las decisiones que tomemos. La historia en sí no es muy ambiciosa, pero lo que cuenta es lo suficiente amplio como para querer saberlo todo.

Sin ninguna duda, la peor parte del juego reside en su rendimiento. Aunque no nos podemos quejar de los gráficos, las animaciones de los personajes son otro tema e incluso he llegado a experimentar algún bug que, aunque no es molesto, te llama la atención y te distrae. Swansong va fluido, al menos en PS5, pero se nota que necesita aún un repaso a algunos detalles para ser perfecto.

Reseña
Nota final
7.5
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analisis-vampire-the-masquerade-swansongVampire: The Masquerade - Swansong permite a conocedores y recién llegados a la saga ponerse en la piel de tres vampiros en una situación crítica dentro de la Camarilla. Si buscas un juego narrativo estás en el lugar correcto, pero lo que más destaca y se disfruta son sus mecánicas de rol. Aunque el principio se hace un poco cuesta arriba y el rendimiento no es el mejor, tenemos ante nosotros un juego muy disfrutable y rejugable.