A estas alturas de la vida dudar de Naughty Dog es como dudar de que la tierra es redonda, que nuestra madre fallará cuando nos lance su zapatilla o que un político corrupto devolverá todo el dinero que guarda celosamente en Suiza. En mayo de 2016 el estudio ponía punto y final a la saga de Nathan Drake con Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, un juego que rozaba la categoría de obra maestra y suponía un broche de oro a uno de los personajes más queridos y carismáticos que ha dado el catálogo de exclusivos de PlayStation.

Pero ya lo advertía el estudio californiano, Uncharted 4 era el fin del protagonismo de Drake, pero no el final de la saga, y como prueba nos llegó el anuncio de Uncharted: El Legado Perdido, una nueva historia que nos invita a viajar a nuevas ruinas, a la búsqueda de nuevos tesoros y con nuevas protagonistas. Muchos pensaron que el juego sería un simple spin-off, una expansión a medio camino entre el DLC y el juego completo, de hecho muchos lo seguirán pensando, pero desde aquí os lo digo muy claro para que no haya dudas. Uncharted: El Legado Perdido es un juego completo, con una duración más que aceptable y con toda la calidad con la que Naughty nos tiene tan bien acostumbrados.

¿Os embarcáis con nosotros en la búsqueda del Colmillo Dorado de Ganesh? No será un camino fácil, pero os aseguro que será emocionante.

Dos guerreras y un misterio hindú

Cuesta despedirse de Nathan Drake y su gran carisma, pero en el universo Uncharted no faltan personajes interesantes y Naughty Dog ha sabido coger a dos que por separado son buenos pero juntos forman una combinación letal: Chloe Frazer y Nadine Ross, dos secundarias en juegos anteriores que El Legado Perdido sitúa en el centro del escenario y bajo todos los focos. No es exagerado decir que la historia gira en torno a estas dos luchadoras, y que la búsqueda del tesoro hindú es una mera excusa porque todo el peso recae sobre ellas, sobre la construcción de esa relación que va pasando por varias fases: desconfianza, confesiones, traición, empatía… dos personalidades distintas, ambas fuertes y de difícil control, dos orígenes distintos, objetivos comunes… está claro que el estudio ha dedicado un gran esfuerzo en la construcción de los dos personajes y su relación, tal vez para suplir el gran carisma de Nathan, o quizás para demostrar que son capaces de continuar la saga sin él manteniendo el nivel, y el resultado es una de las mejores mezclas que han dado los videojuegos en los últimos años.

Pero hablemos del Tesoro, del Legado que recibe Chloe de su padre, un objeto que le pone en la pista de la búsqueda del Colmillo de Oro de Ganesh, una de las grandes joyas del Imperio Hoysala creado por su último rey como símbolo de poder. Viajaremos hasta los Ghats Occidentales, una zona montañosa y selvática de la India que encierra algunos de los templos y esculturas más hermosas que hemos visto en la saga. Chloe continúa el viejo sueño de su progenitor de encontrar el tesoro perdido en la mítica ciudad de Halebidu, antaño asediada por el imperio Persa, y para ello requiere la ayuda de una experta militar como es Nadine Ross, la “mala” de Uncharted 4 que perdió Shoreline tras los acontecimientos de la última entrega y que necesita dinero para recuperar su posición, siendo ahora una mercenaria que va por libre. Os podéis imaginar que Nadine no guardará un grato recuerdo de los hermanos Drake, y la relación de Chloe con ellos no será precisamente de su agrado.

Pero lo cierto es que ambas se necesitan, Chloe - el personaje que controlamos - es una experta cazatesoros y posee grandes conocimientos en la cultura india y la leyenda de Ganesha y Shiva heredados de su padre, mientras que Nadine aporta una gran experiencia militar que será muy necesaria, pues Chloe ha conseguido robar un artefacto a un grupo de soldados y mercenarios dirigido por un antiguo doctor, Asav, un líder despiadado que engaña con sus gafas y su aspecto de intelectual porque no tiene un gramo de compasión y que se aliará con la insurgencia para provocar una guerra en la región que favorezca sus intereses.

No cabe duda que el título reivindica el papel de la mujer en el mundo, no solo por presentar dos mujeres fuertes y capaces de salir de cualquier situación la cabeza, el encanto y, por qué no, la fuerza física. Veremos algunos diálogos entre Chloe y Nadine hablando de lo difícil que es sobrevivir en sus respectivos campos siendo mujer, y veremos a lo largo de la aventura que no necesitan la ayuda de ningún hombre para avanzar. La saga Uncharted siempre había tenido protagonista masculino pero unas secundarias con mucha personalidad, en su primer papel protagonista Chloe y Nadine no defraudan, y siguen la estela dejada por Lara Croft o por Aloy, la protagonista de Horizon Zero Dawn, por no irnos tan lejos en el tiempo. Lejos quedan esas imágenes de damisela en apuros que necesita ser salvada por un varón valiente y fuerte. Ojalá más compañías tomaran buena nota.

Más allá de eso, la historia de Uncharted: El Legado Perdido sigue los cánones habituales de la saga, ir siguiendo pistas que nos llevarán a otras pistas, tratar de llegar antes que el malo de turno que se abrirá paso sin sutilezas y aprovechará nuestros descubrimientos… nada que no hayamos visto antes, y aunque es cierto que las dos protagonistas ofrecen un soplo de aire fresco no podemos decir que Naughty Dog nos ofrezca una historia revolucionaria. El guion en sí es algo genérico y la brillantez la encontramos en la relación de las protagonistas y en algún que otro giro y sorpresa, pero esperábamos algo más, aunque el final te deja un excelente sabor de boca (y hasta hay escena post-créditos, ojo).

El experimento del mundo abierto

Como viene sucediendo en todos los Uncharted, la Campaña es el modo principal y su duración, si bien es menor que la de Uncharted 4, sí nos llevará fácilmente unas 8 horas, más si queremos encontrar todos los Tesoros y Coleccionables, que sumados superan el centenar.

Una de las cosas que más nos llamó la atención fue cuando el estudio habló de una experiencia de mundo abierto, una enorme extensión de terreno en los Ghats - la más amplia de la saga, dicen en Naughty con orgullo - que se nos presenta tras superar la primera misión en la ciudad, misión que ya vimos en el gameplay debut presentando el juego y que hace las veces de tutorial, introducción de los personajes y de la historia. ¿Recordáis la parte de Madagascar en la pasada entrega? La segunda misión viene a ser parecido en cuanto a recorrer libremente un amplio espacio con un 4x4 equipado con un gancho, pero lo que aquí se ofrece es libertad absoluta para cumplir un objetivo, teniendo que completar varias misiones en el orden que queramos y con una serie de coleccionables que podremos buscar o no, pero que de recolectarlos todos nos hará conseguir cierto objeto que supondrá una ventaja considerable para el resto de la aventura. No os podemos decir más.

He de decir que la forma de llevar el mundo abierto a la jugabilidad clásica ha sido impecable, los coleccionables se consiguen de formas muy distintas, la mayoría superando puzles variados aunque nada complejos (un poco más de dificultad no habría estado de más), que a veces requieren pensar y otras simple habilidad y rapidez, otros estarán escondidos tras una pared quebradiza que pedirá a gritos una granada (o algo de C4), y otros estarán protegidos en una base plagada de enemigos que, como de costumbre, podremos eliminar con sigilo, a tiro limpio o con una mezcla improvisada de ambas.

Nos ha gustado tanto esta sección que luego se echa de menos, pues a partir de ahí volvemos a las misiones lineales, con el camino prefijado y la acción scriptada que sí, nos deja con la boca abierta y ofrece algunas escenas para el recuerdo, pero no borra de nuestra memoria la libertad anterior. Esperemos que este globo sonda sea positivo y que el estudio lo explote más en próximas entregas.

En cuanto al resto de modalidades, además del habitual Modo Foto donde ahora podremos editar las expresiones faciales de Chloe (porque se puede estar colgado a una mano a 100 metros sobre un acantilado y no por ello dejar de poner morritos para la foto), de las habituales galerías de arte y personajes para deleitarnos con los diseños, y de los modificadores (modo espejo, cámara lenta, jugar con distintas tonalidades, sonido 8 bits y demás) podremos disfrutar del Modo Multijugador que ya pudimos jugar en Uncharted 4, incluyendo por supuesto todas sus actualizaciones y DLCs lanzados hasta la fecha.

El multijugador competitivo incluye 14 mapas, 6 tipos de juegos y cientos de artículos desbloqueables, por otra parte el cooperativo de supervivencia puede ser disfrutado por hasta tres jugadores con 50 oleadas, enfrentamiento con jefes y la posiblidad de jugar en solitario sin necesidad de suscripción a PS Plus.  Como novedad para Uncharted: El Legado Perdido se ha incluido un nuevo modo Arena de Supervivencia, también con hasta tres jugadores, 10 competiciones cambiantes donde los enemigos podrán hacer uso de modificadores que pondrán las cosas difíciles. Por si fuera poco Asav, el malo del juego, se une a la plantilla de personajes seleccionables para todos los modos multijugador, así como los distintos atuendos que lucen Chloe o Nadine en esta nueva aventura. Por cierto, también podréis disfrutar de estas novedades si tenéis Uncharted 4, pues el estudio actualizará el online en ambos juegos, como ya os contamos aquí.

Al tratarse del mismo multijugador que hemos probado tantas veces en Uncharted 4, salvo los añadidos ya mencionados, la experiencia es igual de satisfactoria, intensos combates con la misma jugabilidad de la campaña (coberturas, armas, ganchos, golpeo desde las alturas y demás) y estos modos online no cabe duda que alargan considerablemente la vida del juego, es que la campaña a algunos se les puede hacer algo corta, pero ya quisieran otros juegos ofrecer el mismo contenido y por 39,99 euros, no lo olvidemos.

La belleza de la India

El apartado técnico y jugable de Uncharted: El Legado Perdido viene marcado por tres hechos difereciales: el primero, controlamos a otro personaje en vez de a Nathan Drake; segundo, el juego en su comienzo estaba pensado como una expansión de historia de Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón y, tercero, nuevamente es un juego muy completo gracias a la cantidad de detalles y mimo.

Atendiendo al primer supuesto, lo que notamos a la hora de ponernos detrás del mando y jugar con Chloe es que estamos ante algo distinto a las cuatro entregas anteriores, nos ponemos en la piel de un personaje femenino, más ligero, a la hora de rodar por el escenario, a la hora de movernos o simplemente del movimiento del cuerpo sobre el escenario. Tiene otra pequeña virtud, pues es normal que el tino de los enemigos se reduzca conforme a Nathan si tenemos en cuenta que estamos controlando a un personaje más fino.

Sin embargo, en algunas mecánicas la diferencia no es tan detectable, a la hora de escalar no encontramos diferencia alguna con respecto a las mecánicas que teníamos con Nathan Drake, sobre todo teniendo en cuenta que hace los mismos movimientos de escalada y de lanzamiento de cuerda y gancho. Las animaciones de los personajes vuelven a tocar la excelencia con las dos manos.

En el segundo punto, decíamos que estaba pensado como una expansión de Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, pero ¿es esto algo malo? Ni mucho menos, considerando que la cuarta entrega numerada alcanzó un punto de inflexión tanto a nivel visual, como a nivel jugable en la actual generación de consolas, no se puede considerar malo. Simplemente es algo muy para tener en cuenta que Uncharted: El Legado Perdido es demasiado conservador con respecto al apartado visual y jugable.

A nivel visual, a pesar de ser igual que su predecesor, es una delicia, sobre todo si sois capaces de haceros con una PS4 Pro y un buen televisor. El apartado visual es genial en todo, en los escenarios, en esta ocasión más selváticos que recuerdan a los del primer Uncharted, en las explosiones, el agua, las físicas a la hora de movernos con el coche y un sinfín de efectos que solo Naughty Dog es capaz de lograr.

El clima es otro punto que juega a favor del apartado gráfico. Si bien durante la mayor parte del transcurso del juego nos encontramos con un clima favorable, es decir, un día bien soleado, o en el interior de algún sitio, llegado a cierto punto tendremos que atravesar por segunda vez una zona viendo como le afecta una tormenta en toda regla, aumentando la cantidad de barro, mojando el pelo de la protagonista, acariciando las hojas con las gotas, etc. También es muy a tener en cuenta la iluminación, soberbia, sobre todo cuando tratamos con rayos de sol atravesando una rendija o mirando la puesta de sol.

Por último, la cantidad de pequeños detalles es abrumadora. Nuevamente hay que recurrir a la excusa de estamos controlando a un personaje femenino para encontrar los primeros de ellos. A la hora de ponernos a controlar a Chloe, todos recordamos su aspecto, sabemos que tiene una coleta y el flequillo algo suelto, la física juega un papel muy importante a la hora de poner realismo sobre el movimiento del pelo de la protagonista, tanto a la hora de movernos, como escalar o colgarnos con la cuerda. También vemos cómo la física juega de la misma manera con el cuerpo de Chloe, pareciendo más frágil pero también con más movimiento que el de un hombre.

En el entorno la cantidad de detalles es asombrosa, desde que el sol o una linterna deslumbre a las protagonistas hasta la capacidad de ensuciarse o rasgarse una u otra zona de la ropa dependiendo de cómo rodemos, por donde nos metamos o cómo juguemos. La flora y la fauna son otro mundo aparte de lo que nos ofrecen otros juegos, nos es muy fácil ver cómo están vivos, cómo da la impresión de que eso vive estemos ahí o no, ya sean encuentros con animales o el mecer de los arbustos al pasar cerca con el coche.

Y en los puzzles e interiores, cómo olvidarnos de ellos. La física del agua es fundamental a la hora de tratar con Uncharted: El Legado Perdido, nos hayamos frente a una antigua civilización, cuya fuerza motriz era la subida y bajada del agua, que parece más real que nunca. Las explosiones y, por ente, las partículas que arrastran se mueven de manera natural, nuevamente basado en los detalles y mimo que Naughty Dog ofrece.

El apartado jugable, como ya hemos dicho es muy parecido al de Uncharted 4 pero tenemos una serie de novedades que vale la pena destacar. Las primeras ya las hemos nombrado, controlar a Chloe se siente diferente de controlar a Drake en muchas ocasiones, pero tenemos que tener en cuenta que Chloe es una experta ladrona y los desarrolladores han sido listos y han incluido una mecánica de apertura de cerraduras, la propuesta es muy simple: girar el joystick hasta alcanzar un punto y mantenerlo. En este sentido son mucho más sencillas que otros juegos que incluyen algo similar como pueden ser los de Bethesda, pero es en el combate donde debemos ser inteligentes y decidir en qué momento queremos abrir un cajón.

La otra principal novedad es la desaparición de las notas en la libreta como coleccionable y la aparición de un teléfono móvil, el que pertenece a Chloe, concretamente un bonito Sony Xperia Z5 en color plata, con el que podremos tomar fotografías de diferentes entornos y en momentos puntuales y sirve como coleccionable del juego y por tanto tiene su recompensa al final del mismo con puntos para la pantalla de Bonificación. Lo que sí echamos de menos es una mayor variedad de cajones para abrir. La lista de coleccionables la completan los tesoros, de los cuales hay un total de 68, y las conversaciones opcionales con Nadine.

En el apartado jugable también hay que tener muy en cuenta el combate, tanto cuerpo a cuerpo como con armas de fuego. Comenzamos con el combate cuerpo a cuerpo, donde encontramos una mejora significativa gracias a la relación de Nadine y Chloe, puesto que, si bien ya hemos dicho que Chloe es más rápida, más ágil, más versátil; ella sola no puede hacerlo todo y tenemos combinaciones de golpeo entre las dos protagonistas femeninas, siendo no solo más atractivo visualmente, sino más divertido también. En este aspecto, si atendemos al sigilo, los movimientos que realiza son los mismos que los de Nathan Drake.

Y es que, aunque hay un par de zonas en las que nos obligan a combatir con armas de fuego, la mayor parte del juego la podemos superar con sigilo si así lo deseamos. Si decidimos coger el camino del sigilo tendremos una especie de bonificación a la hora de jugar así, pues si somos lo bastante hábiles conseguiremos alcanzar un cajón cerrado y armas especiales en su interior, casi siempre con silenciador para continuar con nuestra gesta.

Si el camino que decidimos seguir es el del caos y la destrucción, también tenemos novedades. Las principales que encontramos se encuentran en el surtido de armas, si bien las pistolas normales son las mismas que en Uncharted 4, en esta entrega el surtido de armas largas cambia, no en todas las clases pues aquellas con miras especiales o las escopetas son las mismas, sí que hay novedades en rifles. Nuevamente podemos acusar de conservador a Uncharted: El Legado Perdido en este aspecto, nada dista de los combates con armas más allá de la agilidad y ser un blanco más difícil. El sistema de coberturas se siente igual y a la hora de disparar más de lo mismo.

Es este apartado jugable cabe destacar un último aspecto, el de los puzzles. Los puzzles son creativos y divertidos, no especialmente difíciles pues la mayoría son bastante simples, pero alguno de ellos sí que lo tendremos que repetir hasta dar con la fórmula o fijarnos bien en un patrón.

El apartado sonoro está a la altura de Uncharted 4, es más su compositor es Henry Jackman (el mismo que compuso las melodías de la cuarta entrega, además de películas como Los Vengadores, X-Men o Kingsman), y, en ciertas ocasiones, también nos puede dar la sensación de que se trata de manera muy conservadora. Las melodías típicas de Uncharted 4 se encuentran ahí, intactas, esperando en el menú o en ocasiones amigables.

Pero no sería justo por nuestra parte centrarnos específicamente en eso, a música y las melodías nuevas están ahí, muchas veces están de fondo, de manera muy sutil y no las oímos. Suele concordar de manera magistral con las imágenes pues se utilizan instrumentos y escalas que recuerdan mucho a las típicas indias, es decir, acomodando la música a la historia para introducirnos en ella de una manera más profunda y creíble.

Conclusiones

Aunque Naughty Dog no suele decepcionar teníamos nuestras reservas con el juego, el mundo abierto, sin los Drake, precio reducido... pero Chloe y Nadine nos han conquistado y el estudio nos ha regalado una de las mejores parejas de los últimos años.

La historia es simple pero la cultura hindú y sus bellezas escondidas cautiva. Cierto que al estudio le faltó innovar, arriesgar un poco más con las mecánicas jugables - la ocasión era propicia - pero nos ha querido ofrecer algo que sabemos que funciona y que nos encanta.

Uncharted: El Legado Perdido es un juego redondo, buena duración, apartado técnico que de nuevo demuestra la maestría de Naughty y el online de siempre, un producto completo, intenso, divertido y por un precio inferior al habitual. ¿Se puede pedir más?

Sí, una cosa. Queremos más de Chloe Frazer, queremos más de Nadine Ross. Ahora que nos las habéis presentado de verdad queremos más. Y ojalá haya Uncharted para rato.

Dónde comprarlo

[aawp box='B071DP5DQ7']