Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por 11 bit studios, título disponible en PlayStation 5, Xbox Series X|S, y PC a partir del 13 de junio.
Los videojuegos cargados de ciencia ficción siempre llaman mi atención, tenemos grandes exponentes de dicha atmósfera, pero si además plantean cuestiones morales que debemos afrontar, ya han captado mis sentidos, es el caso de The Alters, en cuyo análisis os contaré todo lo que he vivido a los mandos.
La gente de 11 bit studios, tras This War of Mine o Frostpunk, nos trae la odisea de Jan Dolski, que, tras quedar atrapado en un planeta inhóspito, deberá crear versiones de si mismo para sobrevivir, y para volver a casa.
Esta premisa es realmente interesante, pero, ¿Cómo funciona en la práctica? Os adelante que estamos ante un juego que invierte en la narrativa, la gestión de recursos y de base, así como en diferentes elementos a tener muy en cuenta.
Un planeta hostil
El Proyecto Dolly se trata de una expedición en busca de Rapidium, un compuesto nuevo del que no hay mucha información debido a que aún no ha sido descubierto de forma sustancial, por ello, una nueva hornada de exploradores y exploradoras decide embarcarse a un planeta desconocido.
Nuestro protagonista despierta en su cápsula de salvamento para darse cuenta de una imagen desgarradora, el resto de la tripulación a perecido en el intento, y debe encargarse de todo él solo.
Pero al llegar a la base rodante consigue contactar con la Tierra, donde le dan luz verde para usar el rapidium a su antojo, es decir, para crear más versiones de él mismo que le ayuden en la misión, ya que es imposible que pueda cumplirla por su cuenta.
Aquí es donde entra el entramado de decisiones, las cuales cuentan desde el inicio, tanto en el orden de creación de los alters, como las conversaciones con ellos, así como de las diferentes caminos que tomemos.
Cada uno de estos alters es una ramificación de la vida de Jan, que desarrolla una toma de decisión diferente a un punto de su vida, por ello, su actitud, sus motivaciones, así como su oficio difieren del original.
El juego plantea temas interesantes dentro de un camino lineal hasta la supervivencia, donde debemos investigar, recolectar recursos, así como gestionar al personal y la base si queremos llegar a buen puerto, pero pude haber diferentes finales, así como subhistorias.
Las historias de Jan
En el ordenador cuántico de la base podemos crear las diferentes versiones de Jan Dolski, en él veremos su historia de vida, así como las ramificaciones que pueden dar lugar a nuevos cuerpo alternativos.
Con ellos podemos interactuar de diferentes maneras, ya sea en conversaciones importantes que determinan ciertas historias, donde muestran diferentes emociones, así como varios grados de ansiedad, motivación, grado de rebelión, entre otras cuestiones.
Los eventos externos también influyen en el curso de actitud y preocupaciones, ya sea por los peligros que atraviesa Jan, al tardar en construir ciertas estructuras, o por eventos que escapan a nuestro control.
Todo lo que plantea The Alters es interesante, intrigante, e invita a la rejugabilidad al delegar libremente en el jugador o jugadora el orden de creación de las versiones alternativas, ciertas decisiones, así como la gestión de la base.
¿Qué hubiera pasado si en nuestra vida hubiéramos tomado otras decisiones? Aquí se nos plantea un espejo delante de nosotros y nosotras donde poder ver y reflexionar sobre ello, es un título que te hace pensar, que te ayuda a indagar, y en el cual conversar con versiones alternativas que tienen su propia personalidad.
Recolecta y sobrevive
El tiempo en The Alters es crucial, ya que un sol creciente se acerca poco a poco al planeta y nos encontramos en una carrera contrarreloj para sobrevivir, cuanto más avancemos en un punto, más ventaja tendremos.
Pero no es el único peligro que debemos afrontar aquí, la recolección de recursos, y su buena distribución es crucial para sobrevivir, ya sean metales, minerales, comida, rapidium, o materiales orgánicos entre otros.
Para adquirir estos elementos debemos realizar expediciones dentro del rango de 24 horas, el cual tenemos que distribuir para crear objetos en el taller, realizar labores de mantenimiento de la base, crear nuevos módulos, conversar con los alters, entre otras actividades, pero si queremos algo concreto, lo mejor es salir a buscarlo.
El tiempo fuera de la base corre, pero está lleno de peligros, ya sean anomalías, barrancos que debemos solventar, bloques de piedra que bloquean el camino, radiación, la cual se activa a partir de cierta hora, con lo cual debemos volver rápido, así como saber dónde plantar estructuras de minería que debemos conectar con la base a través de torres.
The Alters plantea zonas acotadas con caminos alternativos, que se irán descubriendo a medida que avancemos por cada mapa dentro de su formato episódico, el cual ofrece diferentes biomas, e introduce nuevos obstáculos en el camino para mantener la frescura, puesto que puede caer en la repetitividad y la monotonía, pero siempre hay algo que hacer, o nuevos puntos por explorar.
Nuestro traje nos protege de ciertos elementos, y debemos distribuir bien la energía del mismo para realizar ciertas acciones, como escalar paredes de gran altura, así que es importante medir cada acción, abrir nuevos caminos, e, incluso encontrar objetos de nuestro equipaje que regalar a los alters para mejorar su estado de ánimo.
La base rodante
Nuestra base es nuestro templo, en el cual nos resguardamos de la radiación, donde conversar con los alters, que nos permite crear nuevos módulos con nuevas funcionalidades en un espacio finito de distribución, el cual aumentará a medida que realizamos nuevas investigaciones.
En la base podemos crear nuevos espacios de almacenaje, habitaciones para los alters, un gimnasio, el taller, un invernadero, sala recreativa, enfermería, laboratorio, y un largo etcétera de módulos, cada uno con su propia función, y algunos de ellos muy necesarios para avanzar, donde poder asignar a un alter especializado.
Además, podemos asignar diferentes tareas a los alters, para realizar tareas de mantenimiento, crear comida en la cocina, crear objetos en el taller, salir a recolectar recursos de los puntos de minería, o para investigar en el caso del científico, entre otras tareas.
El apartado de gestión está a medio camino entre la sencillez, y la complejidad, lo cual lo convierte en un juego muy divertido, y fácil de entender, que va creando nuevas capas de complejidad a medida que hagamos nuevas investigaciones, como la mejora de los puntos de minería, crear mejoras para el traje, o nuevos objetos para el taller.
Dentro de la base transcurre parte de la narrativa gracias a las conversaciones con personajes de la Tierra, las diferentes situaciones con los alters, el uso de los diferentes módulos, además de ofrecer un remanso de descanso dentro de la exploración.
Son muchos los engranajes a tener en cuenta dentro de The Alters, pero el juego nos da las herramientas suficientes, y las guías pertinentes, para entender bien en qué consiste, y cómo es posible avanzar, además de darnos pistas para optimizar nuestros recursos, y sobre cómo utilizarlos con cabeza.
Apartado gráfico y sonoro
A nivel visual The Alters es todo un portento, donde es posible elegir entre modo de calidad o rendimiento en PlayStation 5, aunque creo que es la primera vez que recomiendo el modo calidad al encontrar algunos fallos gráficos en el segundo modo.
Tanto los efectos visuales, como de partículas, así como de la iluminación y las sombras son de sobresaliente, que, junto con un acabado gráfico general notable, crean una atmósfera de ciencia ficción que hará las delicias de las personas amantes del género.
A nivel sonoro ofrece todo un elenco de canciones que apoyan, e incrementan la ambientación que pretende crear con piezas sonoras agradables al oído, y que saben encontrar el momento perfecto de aparición.
En cuanto a las opciones de accesibilidad nos permite modificar diferentes puntos dentro de la economía y el “combate”, el cual es algo casi anecdótico, y en el cual no recae el peso, pero permite modificar todo a nuestro gusto para una experiencia personalizada.
Conclusiones
Tenía grandes expectativas puestas en The Alters debido a su premisa, y a lo que planteaba, y las ha cumplido con creces, además de ofrecer más de lo que esperaba, así que puedo recomendarlo directamente.
La exploración y gestión de recursos están implementadas en su justa medida para no aburrir, y nos da todo lo necesario para entender cada punto sin tener que comernos la cabeza, sin llegar a ser sencillo, se trata de una parte muy disfrutable.
Pero, sin duda alguna, la parte más interesante es la de los propios alters, donde veremos vidas alternativas del protagonista, diferentes versiones que han tomado otras decisiones que han ramificado su vida hasta cotas insospechadas, y que hacen que Jan se plantee dudas en gran parte de su vida.
La interacción con los alters está llena de misterios, grandes momentos, así como otros cargados de humor, de drama, y la toma de conciencia de unos seres creados en una “probeta” que deben buscar su lugar dentro de esta nueva realidad.
Cuenta con una versión física de la mano de Tesura Games, la cual podemos encontrar en su versión Standar, o Signature, la cual trae una serie de jugosos contenidos, todos referidos a elementos que podemos ver dentro del juego, así que es una oportunidad de oro para hacerse con una.
Un gran juego que suscribe la calidad de 11 bit studios a la hora de contar historias, de plantear debates y reflexiones, de cuadros donde mirar para intentar dilucidar hasta donde es capaz de llegar el ser humano para sobrevivir, para avanzar, o para buscar sus propios intereses, un obra maestra de la narrativa, que sabe conjugar el resto de elementos para darnos una experiencia muy divertida, y reflexiva.
