Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Aeternum Game Studios, título actualmente disponible en PC, PlayStation 4, PlayStation 5 (versión analizada), Xbox One, Xbox Series X|S, y Nintendo Switch.

Nos adentramos de nuevo en el mundo de Aeterna para acabar con miles de enemigos, sortear pinchos, amenazas, mejorar nuestro poder, y, en definitiva, para comprobar el buen estado de salud del que hace gala el Rey de la Oscuridad, en el análisis de Summum Aeterna os mostraré todo el despliegue de posibilidades que ofrece este nuevo título de Aeternum Game Studios.

Esta precuela de Aeterna Noctis se pasa al género del Roguelite para traer una experiencia con varios niveles de exigencia, pero que resulta satisfactoria una vez dominamos varias cuestiones interesantes que plantea, y no deja de lado algunos de los aspectos que hacen especial al primer título de la compañía.

Volvemos a los mandos del Rey de la Oscuridad para indagar más sobre su eterna lucha, para conocer a varios personajes interesantes, y para hacer uso de un buen puñado de habilidades y armas con las que dominar los terrenos procedurales.

Construyendo la historia

Al tratarse de una precuela no es necesario haber jugado a Aeterna Noctis, pero si es recomendable para entender algunas referencias, y, sobre todo, para ir con una buena base de la eterna lucha de la Luz contra la Oscuridad, aunque son igual de disfrutables los dos títulos por separado.

En esta ocasión “volvemos” a encarnar al Rey de la Oscuridad, el cual se pasea por diferentes reinos para comprobar que todo este en regla, pero pronto se dará cuenta que en cada uno de ellos se atisban problemas que debe resolver, y ahí es donde interpretamos nuestro papel, el de soberano de la Oscuridad que imparte la justicia necesaria para mantener el equilibrio, e imponer su reinado.

Los diferentes territorios y escenarios están bien diferenciados entre sí, ya sean niveles de clara ambientación nórdica, otros basados en tierras venecianas, o un oscuro castillo gobernado por un famoso vampiro, que nos da una alegría en forma de homenaje a una saga muy querida como es Castlevania.

Las conversaciones con nuestros enemigos siempre son las más interesantes

Accederemos a cada mundo a través de un sistema de semillas bien trabajado, variado, y que sorprende en cada partida, porque, al ser un roguelite, todo se genera de manera procedural, y deberemos repetir el ciclo de avance y muerte en varias ocasiones para atravesar todos los reinos. Para este cometido, dispone de 3 tipos de armas diferentes, las cuales a su vez se ramifican en más de 30 gracias a sus diferentes versiones con habilidades únicas, y la posibilidad de engarzar más de 60 tipos de gemas.

La narrativa se presenta fragmentada, pero no es el punto central del juego, aunque es interesante ir recorriendo cada uno de los niveles para encontrarnos con los jefes de cada zona, que son quienes aportan una buena conversación inicial, además de otros tantos personajes con quienes nos toparemos en el camino, o en la ciudad principal.

La germinación de los mundos

Para adentrarnos en los escenarios de Summum Aeterna, debemos partir desde Ciudad Famélica, la cual hace la vez de base principal, donde obtener mejoras y subir de nivel, a través de las semillas que nos son otorgadas mediante recompensas, al terminar los escenarios, o en diferentes cofres repartidos por cada zona. Estas semillas nos muestran sus “genes” de forma previa para preparar el terreno, estas características especiales pueden ser atributos positivos, como mayor porcentaje de obtención de dogmas, la moneda del juego, o negativos, como un porcentaje mayor de la vida de los enemigos, o trampas más dañinas.

Cada semilla tiene sus propias características, positivas y negativas

Esta premisa inicial es interesante, pero a cada paso dentro del juego se intensifica, y pueden llegar a convertirse en variables tan entretenidas que hacen de cada semilla una partida totalmente nueva y desafiante, sobre todo en un estado avanzado de la partida principal. Disponemos de la posibilidad de modificar los genes de las semillas, y fusionar varias para aumentar su rareza, lo cual suma interés, y ese toque de incertidumbre con el que tanto juega el título.

A su vez, estas semillas cuentan con diferentes niveles de rareza, desde comunes, hasta raras, y legendarias, entre otras. Pero ahí no se para todo, también existen semillas espectrales, y semillas del caos, que disponen de otras características diferentes, y que se pueden combinar entre sí, por lo que estamos ante todo un festival de la aleatoriedad, lo cual asegura muchas horas de contenidos, y muchos escenarios que descubrir.

Summum Aeterna nos aguarda muchas sorpresas según avanzamos cada vez más, quedarse en la capa inicial no le hace justicia, y, aunque la curva de dificultad inicial es algo elevada, una vez comprendes sus mecánicas, el funcionamiento de las semillas, y mejoras las características principales del Rey de la Oscuridad, las cuales se conservan de un intento a otro, todo mejora, incluida nuestra forma de jugar.

Al finalizar una semilla, se nos muestran todas las recompensas y monedas obtenidas

Para terminar cada semilla debemos atravesar varios escenarios, y diferentes tipos de mundo, para acabar en una ultima sección que mejor dejo como sorpresa, que no es bueno desvelar todos los secretos de este título, y de ningún otro.

El combate y sus entresijos

Disponemos de tres tipos de armas entre las que elegir al principio de cada mundo, pero se nos da la opción de cambiar de arma mediante tiendas que aparecen de forma aleatorio en los escenarios, o algunas de ellas se nos muestran a modo de regalo, cada una de ellas tiene un manejo único, habilidades propias y características, y se sienten diferentes entre sí.

La espada es rápida pero efectiva, la guadaña realiza una gran cantidad de daño, y las pistolas nos permiten mantener las distancias, muy necesarias en algunas ocasiones. Cada enemigo cuenta con su propio patrón de ataques, los cuales aprenderemos sobre la marcha, y conocerlos nos ayudan a entender cómo vencer en cada escenario.

El combate es muy satisfactorio y lleno de posibilidades

Nuestro protagonista puede realizar ataques básicos con las armas, hacer uso de las habilidades especiales de cada una mediante un botón, así como la posibilidad de realizar esquivas, doble salto, y un ataque de impulso hacia el suelo, si las armas alcanzan su nivel summum disponen de un ataque especial extra muy poderoso, por lo que es interesante conseguir ascender cada tipo de arma para experimentar sus efectos, y su pleno poder.

Para disminuir la frustración, y como forma de ayudar al jugador o jugadora, varias de las mejoras que obtendremos para el Rey de la Oscuridad son permanentes, ya sea las obtenidas en su árbol de habilidades, las mejoras base de los diferentes tipos de arma, diferentes partes de la armadura que incrementan su poder si encontramos varias de cada set, o el hecho de introducirnos en semillas más “asequibles”.

Esta constante de ensayo y error tiene un componente adictivo adscrito al propio género, pero la parte interesante de Summum Aeterna es la gran cantidad de variables en juego, que permiten un gran nivel de personalización, tanto del personaje, como de la partida. En cada semilla aumentaremos de nivel al acabar con los enemigos, al abrir cofres, o mediante otras opciones, pero al morir, volveremos a cero en la siguiente semilla.

En el transcurso de cada semilla nos toparemos con algunas tiendas y objetos varios

Este aumento de nivel nos da mayor cantidad de puntos de vida, e incrementa varias de las estadísticas del personaje. Donde descubriremos los verdaderos desafíos en combate es contra los jefes finales de cada tipo de semilla, que nos harán sudar la gota gorda, pero que muestran claros patrones de ataque que debemos aprender si queremos salir con la victoria bajo el brazo.

El conjunto de las variables lo convierten en todo un desafío, pero que sabe premiar al jugador o jugadora con buenas recompensas en base al esfuerzo, y me he visto en ocasiones entrando en semilla tras semilla gracias a que he obtenido un buen manejo de las habilidades del personaje principal, he comprendido la utilidad de cada arma, y, he aprendido como funcionan los mundos que generan las semillas.

El combate es dinámico y variado, puesto que cada arma se puede mejorar tanto en niveles, como en rareza, además de disponer de ranuras para gemas que suman características a las mismas, ya sean poderes elementales de fuego, electricidad, o veneno, entre otras, así como el incremento de las propias características del arma, como el daño, o la rapidez de ataque. Lo bueno de todo esto es que en cada partida iremos variando de armas y gemas para dar con el punto clave, pero no hay un arma perfecta, solo es nuestra habilidad con ella la cuestión importante.

Disponemos de minimapa para situarnos dentro de cada semilla, pero se va descubriendo según avancemos en cada sala

En mi caso, he superado muchas semillas con las pistolas, gracias a descubrir el tipo de pistola con la cual me siento más cómodo, y a encontrar una combinación de gemas idónea para mi estilo de juego, y eso ya es un gran logro para este título, la posibilidad de hacer sentir cómoda a cada persona gracias al gran abanico de posibilidades del que dispone.

Apartado gráfico y sonoro

Aquí es donde tengo sentimientos encontrados, puesto que toda la parte jugable de Summum Aeterna me resulta satisfactoria, y consigue dar momentos de verdadero desafío, otros tantos donde los enemigos y el entorno me llevan a querer aprender más sobre las habilidades del Rey de la Oscuridad y sus posibles combinaciones, pero en el apartado gráfico hay puntos que rompen parte de mi experiencia.

Ante todo, decir que el diseño artístico, tanto del personaje principal, como de los enemigos, entornos, y NPCs amigables, es una delicia visual, que pone de manifiesto el buen hacer del estudio en este apartado. Pero yendo a ese sentimiento encontrado, varias de las animaciones de alguno de los enemigos, y de los jefes, me han resultado algo toscas, menos pulidas que en su predecesor, y poco naturales en cuanto a diseño y ejecución.

La ruleta de la muerte, otro añadido más para el desafío que plantea el título

Me he encontrado con varios movimientos repentinos, algunos demasiado mecánicos y sin coherencia, que no casa bien con las animaciones del propio enemigo, pero no entorpecen la experiencia de juego, o la intención del género en el que se sitúa, ya que otros tantos si están bien implementados y se muestran con coherencia acorde al diseño mostrado.

También, me he topado con enemigos que atraviesan las paredes y el escenario, un hecho que les da demasiada ventaja si sus ataques atraviesan esas mismas paredes, negando la posibilidad de una esquiva y contraataque, se puede llegar a entender por el género que estamos tratando, pero en varias ocasiones no tiene una justificación clara más allá que la de sumar dificultad a su propuesta.

A nivel sonoro no hay ningún pero, tanto el sonido ambiental, de las diferentes animaciones, así como la banda sonora, tienen un gran nivel de calidad, aunque se ha prescindido de voces en la representación de los personajes, no se han echado en falta debido al ritmo alto de las partidas.

Los combates contra bosses son un gran reto a superar, pero la recompensa por vencer es elevada

En cuanto a las opciones de accesibilidad, es posible activar y desactivar la vibración, y el temblor de la cámara, así como activar opciones de autoapuntado, y autogiro del cuerpo al atacar para que el personaje se oriente hacia el enemigo de forma automática. No dispone de descripción de audio, opciones de alto contraste, ni la posibilidad de modificar el tamaño de letra de los textos.

Conclusiones

La alta capacidad que muestra Summum Aeterna para sorprender ha sido toda una grata revelación, si en mis primeros pasos pensaba que sería un hueso duro de roer y que podría llegar a cansar a más de uno y de una, me ha acabado convenciendo de todo lo contrario, ya que es un lanzamiento divertido de jugar, y de aprender.

De aprender sobre todas las variables, tanto de las diferentes armas y sus posibles gemas, de las diferentes habilidades del personaje principal, sobre el por qué es importante incrementar ciertos stats, y sobre el interesante sistema de semillas que plantea, con su gran cantidad de atributos, tanto positivos como negativos.

El diseño artístico está a un nivel muy elevado, espera... ¿Hay cartas del tarot?

Las conversaciones con los diferentes personajes hacen de este título un gran añadido a todo el universo de Aeterna, aunque su desarrollo está más centrado en la acción, y en los diferentes niveles de esfuerzo y recompensa, nos encontraremos con varias líneas de diálogo llenas de humor, guiños a otras franquicias tanto dentro como fuera de los videojuegos, así como las conversaciones con la Muerte, a cada cual más entretenida y única.

Es importante mencionar que cuenta con su propia tabla de clasificaciones multijugador, que premia a aquellas personas que terminan la semilla de mayor nivel, y en el menor tiempo posible, diferenciando entre semillas estándar e influenciadas, siendo una buena forma de incentivar la rejugabilidad, que ya es muy elevada de por sí.

En definitiva, Summum Aeterna nos asegura una gran cantidad de horas de juego, muchas variables a personalizar, combates épicos contra jefes finales, y acción a raudales donde dominar cada arma, cada escenario, y cada habilidad no será una obligación, simplemente otro incentivo más para adentrarnos en cada semilla, y para disfrutar cada mundo, si te gusta el género, no dudes en hacerte con él.

Reseña
Nota final
8.5
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analisis-summum-aeterna-donde-la-diversion-roguelite-esta-aseguradaEl Rey de la Oscuridad nos envuelve con un título de acción Roguelite consistente, que sabe darnos una gran cantidad de horas de juego donde no nos aburriremos en ningún momento. El choque visual entre el diseño de arte y algunas de sus animaciones puede entorpecer algunas partes del desarrollo de la acción, y la curva de dificultad inicial puede echar para atrás en los primeros compases, pero superadas esas barreras, es un título muy disfrutable en todas sus variantes y posibilidades.