Hace ya muchos años que, en el mundo del fitness, se incorporaron una serie de juegos interactivos a las bicis elípticas y otros aparatos, buscando incentivar al sufrido gimnasta en su búsqueda del cuerpo perfecto. Y creedme amigos: empezar un análisis de Sprint Vector hablando de fitness es lo más adecuado.

Desde entonces hemos visto acercamientos caseros a esta tendencia, cuyo exponente más famoso tal vez sea Wii Fit. En el caso de PlayStation VR, circula por ahí Virzoom Arcade, una curiosidad en forma de videojuego interactivo pensado precisamente para conectar las gafas a una bicicleta elíptica.

Sin embargo, nada podía prepararnos para la sorpresa que ha supuesto Sprint Vector, cuyo único requisito es tener un par de PlayStation Move, eso sí, con la correas bien ajustadas a las muñecas.

Sprint Vector 1

Sprint Vector es, efectivamente, un título que nos exige movernos para jugar, y no, no me refiero a mover tranquilamente los brazos. Estamos hablando de todo un ejercicio, así que eso es lo primero que deberías tener en cuenta: si no quieres sudar, literalmente, esto no es para ti.

Resulta curioso que, habiendo relativamente pocos dispositivos de realidad virtual, un estudio se lance a crear un juego que reduce aún más el círculo, porque, insisto, esto no es para todo el mundo. Pero lo más chocante es que, incluso con esa perspectiva, Sprint Vector es un título muy cuidado en todos los aspectos.

El juego consiste en encarnar a un roller futurista en una competición por todo lo alto, a lo largo de doce circuitos bastante llamativos y diferentes entre sí. Aquí no hay que dar varias vueltas, sino que vamos pasando por distintos checkpoints hasta llegar a la meta, es decir hablamos de recorridos bastante largos.

El desarrollo de la acción podría ser una mezcla de Mario Kart, Gladiadores Americanos y Humor Amarillo, ahí, con dos narices. ¡Y todo esto lo haremos sudando la gota gorda señores! Porque el juego, lejos de ser sencillo y poner a rivales torpes sobre el terreno, nos pedirá un esfuerzo considerable si pretendemos terminar entre los primeros.

Sprint Vector 2

De este modo, mientras patinamos por la pista, tenemos que dar grandes saltos entre plataformas, planear girando en el aire, escalar a pulso, subir y bajar cuestas, conseguir y usar potenciadores, apartar los obstáculos a golpe de disparo, y en general avanzar por un recorrido sembrado de pruebas ya de por sí complicadas mientras el resto de rollers corren que se las pelan.

Todo esto lo hacemos nosotros, por si no había quedado claro. Patinamos moviendo los brazos arriba y abajo alternativamente, escalamos con los Move agarrándonos a los salientes, damos saltos impulsándonos con las manos hacia abajo, y todo ello de una forma exigente. Para girar por el circuito vamos a tener que hacerlo nosotros mismos, por lo que se hace totalmente imprescindible jugar de pie o, en todo caso, en una silla giratoria. Existe la posibilidad de hacer giros secuenciales de 45º con los Move, pero, además de visualmente horribe el una simulación tan realista, no acaba de ser intuitivo.

Llegados a este punto debo hacer una reflexión: ¿por qué no se ha incluido una opción de control para gente sedentaria con el Dualshock 4? El juego es lo bastante divertido como para que, incluso sentados y con un mando tradicional, tengamos que poner a prueba nuestros reflejos y habilidad. ¡De hecho es muy adictivo! Personalmente, no siendo lo que se dice una persona deportista, es una opción que habría agradecido mucho, pero dudo que la acaben incluyendo.

Sprint Vector 5

Sin embargo, es justo reconocer que, en medio de toda esta actividad frenética, obviamente el nivel de inmersión que logra Sprint Vector es asombroso, vamos, que estamos ahí en medio del circuito dándolo todo.

Para ayudarnos en este auténtico ejercicio real (que no virtual), contaremos con cuatro tutoriales, desde el básico al más avanzado. Si bien en los mismos, a poco que practiquemos, ya iremos cogiéndole el puntillo, la dura realidad es que cuando salgamos a la palestra vamos a descubrir que nos queda mucho por aprender, mientras nuestros rivales nos dejan a la altura del betún.

Junto a los doce circuitos del campeonato, hay otros nueve circuitos totalmente diferentes a modo de reto. En éstos podemos hacer la típica contrarreloj, avanzar a toda velocidad en modo turbo pero sin checkpoints, o bien ir recogiendo unas monedas que recargan nuestro contador de tiempo antes de que se agote. En Sprint Vector vamos desbloqueando nuevos circuitos y retos de forma sencilla, sólo por completar los anteriores.

Para superar todas estar pruebas y labrarnos un nombre entre los rollers espaciales, tenemos a nuestra disposición ocho personajes distintos, todos ellos muy bien realizados. Se agradece mucho que, dependiendo del sujeto elegido, veremos perfectamente recreadas sus manos. Es posible desbloquear algunos nuevos colores (que no trajes) a medida que completamos circuitos, y tiene gracia que algunos corresponden a países, incluída España.

Sprint Vector 3

Y por supuesto no olvidemos el modo online, que da para muchas horas de juego y será el preferido de algunos jugones. Partidas de hasta ocho jugadores donde, por lo que he visto, ¡la gente literalmente vuela!

Todo ello suma un contenido mucho más que digno, y hablamos aquí de un juego completo, algo que desgraciadamente hay que seguir puntualizando cuando nos referimos a un título de realidad virtual.

Entrando en el apartado gráfico, el resultado es muy bueno. Algunas animaciones, como las de los personajes o las de los objetos cuando explotan en medio del circuito, recuerdan un poco a la película original de King Kong y los efectos antiguos de cine, ya que no se mueven de forma fluida sino secuencial. Esto sin duda es un recurso para poner sobre la mesa ocho rollers a la vez en unos recorridos llenos de detalles y muy vistosos; además no molesta en absoluto, ya que aquí lo importante es desplazarse fluidamente por el circuito.

Sprint Vector 4

Los personajes en sí mismos merecen una mención especial, ya que están hechos con mucho cuidado, desbordando todos ellos bastante carisma. Sus animaciones, aunque secuenciales como he dicho, están muy cuidadas. Los escenarios no se quedan cortos: enormes, con varios caminos alternativos para completar el recorrido, algunas zonas secretas y, sobre todo, muy claros y definidos.

Y el sonido, para acabar, está a la altura del producto en general: voces de los presentadores omnipresentes y de buena calidad, efectos acordes y música propia de un gran concurso de televisión. Eso sí, la localización es nula, por lo que, a pesar de las constantes ayudas visuales, tened en cuenta que Sprint Vector viene en inglés y sin subtítulos.

CONCLUSION

Analizar este título es a la vez sencillo y complicado. Sencillo porque, como juego de PlayStaton VR, Sprint Vector está entre lo mejor que he probado: es adictivo, visualmente atractivo, largo y original. Complicado porque, sencillamente, uno no sabe muy bien cómo sentirse cuando le empiezan a doler los brazos por jugar a un videojuego.

Después de mucho pensarlo, he considerado que la alta exigencia de Sprint Vector debe ser tenida en cuenta en este análisis, y no para bien. Un factor positivo como es un alto nivel de inmersión se ve lastrado por una necesidad de ejercicio físico real y bastante intenso, algo que se podría haber solucionado incluyendo una opción de control con el Dualshock 4, o al menos rebajando el nivel de dificultad.

Ahora bien, si no te importa acabar sudando de lo lindo con unas gafas aparatosas en la cabeza, y ya puestos quieres hacer deporte mientras te diviertes, tranquilamente suma un punto a la nota final.