El día de hoy analizamos SkateBird, el título de skate de Glass Bottom Games que llega justo a tiempo para disfrutar del resurgimiento del género del skate y que, incluso en un género de nicho como el anteriormente mencionado, es una propuesta fuera de lo común.

Un juego de skate, sí, pero este cuenta con la particularidad de estar protagonizado con simpáticas aves que ven el mundo exterior como un gran parque a explorar y en el que dar rienda suelta a su talento. ¿Volarán alto estas aves extremas? ¿Besarán el asfalto? sea cual sea la respuesta, vamos a descubrirlo.

Venciendo al capitalismo con un monopatín

Un pequeño pajarillo ha crecido viendo cómo es que su gran amigo, antaño un joven con mucha vida y pasión por el skate, ha abandonado el deporte del monopatín para siempre. Sintiéndose solo, recuerda cómo es que tras su retiro su amigo grandote casi nunca está en casa para jugar con él y sólo se dedica a su horrendo trabajo.

Dispuesto a no dejarse vencer por el aburrimiento y buscando una forma de ayudar a su gran amigo, nuestro plumífero amigo decide convertirse en un skater en toda regla. Cuanto más patine, más fama ganará entre otros pájaros, y según vaya haciendo nuevos amigos, nuevas pistas se abrirán a su paso.

Un mundo desconocido

En lo que a jugabilidad respecta, SkateBird se presenta como un título algo más accesible de lo que se ha visto en su género, pero cargado de opciones y cierta dificultad para hacer que el juego no se convierta en una experiencia monótona. Hay que tener en cuenta que todos los trucos se encuentran adaptados a lo que es un pájaro, así que se introducen nuevas posibilidades como el aprovechar el aleteo para ganar más impulso o usar el graznido para alargar los combos. Gracias a esto se logra que algo que ya hemos visto en múltiples ocasiones se sienta llamativo y no aburra en ningún momento.

Otro punto a tener en cuenta es que, si bien el juego tiene un modo historia, a lo largo de nuestro camino es posible encontrar misiones opcionales. En estas misiones llegarán pájaros de todas partes para contarnos los secretos del skate o desafiarnos a realizar ciertas piruetas o completar objetivos en un tiempo límite.

No es obligatorio completarlas todas, pero resulta curioso ver cómo es que los pájaros que conocemos cuentan con su propia personalidad, su humor y su argot adaptado al mundo del skate. Desgraciadamente hay ocasiones en las que el objetivo de las misiones no termina de quedar del todo claro.

El estilo lo es todo

Completar objetivos opciones nos da acceso a un abanico aún mayor de trajes y opciones para personalizar a nuestro personaje. Algo de lo que el juego va sobrado, pues el número de opciones cosméticas es amplio y todo se desbloquea jugando y mejorando en tu técnica.

Respecto a los mapas del juego, es de lo más satisfactorio ver la creatividad del estudio para lograr que objetos de lo más cotidiano como una cama o un escritorio pueden convertirse en lugares en los que hacer fantásticas piruetas.

Ahora bien, por desgracia la experiencia de juego (que es bastante entretenida) se ve opacada por una cámara que nos juega más de una mala pasada, aunque tras la última actualización el fijarla es algo que ayuda a evitar los dolores de cabeza que esta da.

SkateBird

 

Mil y una piruetas

En lo que a apartado gráfico respecta, SkateBird cumple lo justo y necesario. Los gráficos no se ven mal, y de hecho aplaudo en que se hayan ideado tantas pistas de patinaje en base a objetos y estructuras de lo más mundana, pero queda claro que no es ningún portento.

El apartado técnico del juego es bastante bueno y, quitando el problema de la cámara, la experiencia es bastante satisfactoria, pues no he detectado caídas de frames, errores o cierres inesperados que echen a perder mis sesiones de juego.

El juego funciona bien en los dos modos que ofrece Nintendo Switch, aunque he de confesar que la traducción al español no parece muy allá (aunque cumple y se tiene grandes dosis de humor).

SkateBird

Finalmente y sobre el apartado sonoro, he de decir que la banda sonora del juego es bastante buena, siendo compuesta sobre todo por temas acústicos y con un aire independiente que le sientan de maravilla. Si os gusta, la tenéis disponible en Spotify.

Patinando por un sueño

SkateBird es un título entretenido que se presenta como una propuesta única y refrescante dentro del género, pero que por desgracia sufre de algunos males que evitan pueda brillar como me gustaría.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que es un juego pequeñito, así que sus aciertos tienen aún más valor del que creemos. La experiencia es divertida, los diálogos de los personajes también, y si te decides a darle una oportunidad, ese pequeño amigo emplumado que tiene por protagonista y su pandilla te pueden sorprender gratamente.

SkateBird

SkateBird ya está a la venta en Nintendo Switch (versión analizada), Xbox One, Xbox Series X|S y PC (Steam e Itch.io), Xbox Gamepass y Amazon Luna.