Este análisis ha sido realizado gracias a una copia digital facilitada por Koch Media, título actualmente disponible en PlayStation 5 (versión analizada gracias a la retrocompatibilidad), PlayStation 4, PC y móviles (iOS, Android).
Si algo debemos agradecer a la generación de consolas actual, es el hecho de que, de una u otra forma, todos los títulos estrenados fuera de Europa pueden ser disfrutados. Ya sea a través de la compra en otras regiones o la propia importación, el hecho de prescindir de los bloqueos regionales nos permite muchas posibilidades y no perdernos de pequeñas joyas.
Desgraciadamente, las cosas no eran tan sencillas a finales de los años 90, fecha en la que SaGa Frontier llegaba a los mercados americanos y japoneses, pero se quedaba fuera de Europa. Por aquella época, sólo unos pocos afortunados podían saltarse las restricciones de bloqueo por región y pudieron disfrutar de este JRPG.
El juego pasó algo desapercibido para el gran público de América, pero en tierras japonesas consiguió hacerse con una base de seguidores muy fieles, quienes poco a poco irían sentando las bases de un pequeño nicho de fanáticos en Europa.
Y pese a que se estrenó en dos mercados, la versión original contaba con contenido eliminado (no entraré en detalles sobre los motivos), así que uno que otro glitch o mecánicas algo ambiguas que impedían el tener claro cómo desbloquear algunas cosas lastraron un poco la experiencia de los jugadores.
Afortunadamente todo eso ha quedado en el pasado y el día de hoy podemos hablar de SaGa Frontier Remastered, el regreso de un clásico que ha llegado para quedarse.
A tu ritmo todo es mejor
SaGa Frontier Remastered es un JRPG que si bien entra dentro de aquellos a los que denominamos "Los clásicos del género", también se desmarca un poco de lo más típico del mismo. Siendo lo primero que llama mi atención el hecho de prescindir de la típica estructura de subida de nivel y las clases para sus personajes.
Cada personaje es "único" y la forma en la que sus estadísticas mejoran también lo es. Por ejemplo, para los humanos el usar ciertas habilidades les ayudan a obtener "bufos" y aprender artes (una especie de ataques especiales) que reemplazan a los típicos niveles, mientras que los bestias pueden absorber habilidades enemigas para ir estructurándose en base a esto. Por último tenemos a los Mechas, seres de hierro que tienen acceso a diversas formas y modificaciones para ir adecuándose a lo que cada escenario requiera.
Y junto a estos personajes únicos contamos con las historias. En total tenemos ocho de ellas, una más que en la versión original, todas ellas con diversos finales y sus propias decisiones, las cuales te llevarán a cruzar camino con otros protagonistas o ir por nuevas rutas. Eso sí, pese a esto se puede decir que la narrativa es algo caótica, algo que personalmente me encanta, pero puede resultar confuso para quienes no se encuentren familiarizados con algo tan tradicional.
Por ejemplo, dependiendo de con quién estemos jugando, hay una buena cantidad de mundos a visitar y personajes a reclutar, pero las claves para acceder a ellos suelen estar en los diálogos, en seguirlos e intentar recordar ciertos detalles que de buenas a primeras requieren exploración e investigación.
Sí, leer es importante, así que si no te tomas tu tiempo para comprender a tu interlocutor o consultas las bitácoras de la historia, es posible que te encuentres dando muchas vueltas por horas (algo que se acentúa con el hecho de que el juego no te suele dar indicaciones claras de buenas a primeras).
El mundo es tuyo
Como habréis podido notar, para bien o para mal el principal atractivo del juego es la libertad. Libertad para jugar en el orden que quieras, libertad para modificar los atributos y habilidades de tus personajes a gusto, y la libertad para moverte a través de todos los escenarios que tiene el juego. Eso sí, es posible que tanta libertad y tan pocas "ayudas" entren en conflicto con lo más moderno dentro del género, así que en principio es un juego del que gozarán más todos aquellos con ciertos años a sus espaldas en lo que al mundo del JRPG respecta.
En cuanto al sistema de combate como tal, este es sencillo pero a la vez desafiante. La dificultad no es exagerada y por lo general no te hace falta invertir en horas de farmeo para seguir adelante. Puedes hacerlo, es verdad, pero es algo absolutamente opcional y puedes completar el juego sin necesidad de recurrir a ello.
Es posible reclutar a más de cuatro personajes, así que el hecho de crear diversos equipos para compensar las debilidades es algo que está a la orden del día, especialmente si tenemos en cuenta que bajo diversas circunstancias, es posible realizar letales ataques en equipo.
Finalmente y en lo que respecta a Fuse, el octavo personaje, para acceder a su historia sólo nos hará falta completar el juego una primera vez con cualquiera de los otros personajes. Y si bien no pienso entrar en detalle, he de decir que su historia, así como todo lo que implica, se sienten coherentes respecto a la trama del juego y completamente justificados (por algo es parte del contenido que se descartó en el estreno original).
Si tenemos en cuenta que cada historia de SaGa Frontier Remastered cuenta con diversos finales (extendidos respecto a sus versiones originales) y diversas decisiones que cambian pequeñas cosas, nos encontramos con un título MUY rejugable en el que tomarse las cosas con mucha calma es crucial (aunque si quieres acelerar el proceso, cuentas con un "modo turbo"). Por cierto, si sois de aquellos que prefieren una experiencia más “pura” (con todo lo que ello implica), al iniciar partida existe la posibilidad de escoger la versión original del juego.
Es bonito con ganas
Gráficamente SaGa Frontier Remastered es un juego que sobresale gracias a lo bonito y variado que resulta. Cada uno de los sitios visitados cuenta con entornos característicos y las animaciones están muy bien logradas, sobre todo a la hora de combatir. Los diseños de esta aventura corren de parte de Tomomi Kobayashi, y se notan muy inspirados en la estética anime que reinaba a finales de los 90.
En este remaster no se suman demasiadas actualizaciones gráficas, pero los cambios hechos tampoco restan. Incluso podría aventurarme a decir que es el mejor remaster que Square Enix ha realizado hasta la fecha. Y si bien no es un aspecto negativo, al menos para mi, he de resaltar que se necesita cierto nivel de inglés para disfrutar de la aventura.
En lo que al rendimiento respecta, nos encontramos con un juego que cumple de sobra y no debería darte mayores problemas jugando en PlayStation 4 o PlayStation 5 (gracias a la retrocompatibilidad). Uno que en su apartado sonoro llega al 2021 con una banda sonora clásica y que tiene algunos temas nuevos (especialmente en lo que a Fuse respecta). Una que ha envejecido bien y que, personalmente, deja muchos temas para el recuerdo.
Sé que será inevitable compararla con la de otros títulos como Final Fantasy, pero lo cierto es que el trabajo de Kenji Ito es impecable.
No te dejes guiar por comparativas
A día de hoy y con tantas sagas de JRPG que sí llegaron a Occidente, resulta un poco complicado no comparar SaGa Frontier Remastered con títulos como Final Fantasy o Chrono Trigger, pero no deberías dejar que la nostalgia nuble tu juicio.
Estamos ante un juego con los méritos suficientes como para ser considerado una joya dentro del género, uno que llega por primera vez a Europa de forma oficial y cuyos extras hacen que merezca la pena incluso para quienes lo jugaron en su versión original.
SaGa Frontier Remastered es un juego único y que se aleja un poco de lo visto dentro del género a la par que consigue que las 8 historias que vivimos sean un viaje mágico y disfrutable. No es perfecto, eso está claro, pero considero injusto el descartarlo por culpa de absurdas comparativas.
SaGa Frontier Remastered está disponible en PlayStation 4, Nintendo Switch, PC (Steam) y dispositivos móviles.
