Koei Tecmo cuenta entre sus filas con un buen puñado de títulos de estrategia y musous que ya cuentan con unas numeraciones que sorprenden, que siguen resistiendo año tras año, generación tras generación, ofreciendo algunas pocas novedades a sus fans, pero las suficientes como para que estos piquen una y otra vez... ¿alguien dijo FIFA?

Es el caso de este Romance of The Three Kingdoms XIV, del desarrollador Kou Shibusawa, que ha lanzado esta última entrega en PS4 y PC a través de Steam para volver a regalarnos una trama intensa que se remonta al intenso periodo de Los Tres Reinos en la Antigua China.

En Allgamersin ya lo hemos jugado y te contamos si vale la pena o si el juego se pierde en mil batallas.

Viaje al pasado, guerra y estrategia

Como decía, el juego nos sitúa en el período de Los Tres Reinos en la Antigua China, proponiéndonos la posibilidad de conquistar China y unificar sus Tres Reinos a través de siete escenarios en los que nos encontramos momentos muy míticos.

Por ejemplo la batalla de Guandu, que fue una lucha a muerte por el dominio entre Yuan Shao y Cao Cao, la campaña del norte de Zhuge Liang con Chu Shi Biao o la Rebelión de los Turbantes Amarillos, que significó el comienzo de la guerra.

Todas estas historias en formas de eventos se cuentan con escenas estáticas como viene siendo habitual, con mucho texto y un ritmo a menudo lento y con poca gracia, aunque todo aquel interesado en la historia de China y ese periodo que va desde la dinastía Han (169 AC) hasta su reunificación en el año 280 encontrarán su indudable atractivo.

El juego también mezcla planteamientos históricos con otros alternativos, los habituales "¿qué habría pasado si...?" que metidos en faena a uno siempre le gusta plantear.

Miles de posibilidades para sacar al estratega que llevas dentro

Romance of The Three Kingdoms XIV no viene precisamente parco en opciones, y tendremos por delante un amplio abanico de estrategias por desplegar para establecer nuestro dominio.

En primer lugar la forma de luchar, pues sus más de 1000 oficiales ofrecen cada uno sus propios rasgos y personalidad, y eso ya hace que las aproximaciones a la hora de dirigir los ejércitos varíen.

También tendremos que cuidar la diplomacia, preocuparnos de nuestras tropas y territorios, de su desarrollo... cuidar la política, los suministros... aquí no se trata solo de conquistar y batallar.

Recuperando lo visto en las entregas IX y XI, todas las acciones tienen lugar en un único y extenso mapa, y cuando digo extenso hablo de 340 regiones y 46 grandes ciudades, así que imaginar la cantidad de horas que os puede llevar este juego.

Para que triunfemos en nuestra labor tendremos que cuidar las líneas de suministros, vital para debilitar a los enemigos, y elegir un buen general para cada región. Como decía, cada un tendrá su personalidad diferenciada y por tanto serán buenos en algunos aspectos y malos en otros, y nos tocará estudiar bien cuál es el más adecuado según la actividad de la región.

Política y diplomacia serán claves

Además de la ya mencionada elección de los comandantes para cada región, podemos optar por varias aproximaciones a la hora de tratar la diplomacia y las relaciones con nuestros ciudadanos.

Podremos encontrar hasta cuatro opciones diferentes:

  • Hogar desatendido: Invitamos al general a desatender su zona para iniciarse en nuevas aventuras.
  • Pacificación: Fomentamos que los que viven lejos del núcleo rural se subleven contra su señor y se pongan de nuestro lado.
  • Veneno oculto: Desatendemos el desarrollo local para que vayan apareciendo bandidos que traicionen a las tropas.
  • Destrucción dual: Creamos alarma entre los ciudadanos manipulando las noticias que llegan del frente.

Batallas a gran escala

Otro punto interesante es el de las escalas, pues si la fuerza de nuestro gobernante alcanza un rango de Duque o mayor podemos ejecutar el comando Campaña que permite desplegar a la vez una gran cantidad de unidades desde distintas bases. Incluso en la segunda mitad del juego la escala se amplía y ya se ataca a nivel provincial.

No faltarán los Duelos entre los oficiales que tengan caracter "duelista", aunque también puede surgir para aquellos que tengan un carácter heróico o viguroso.

Los duelos no son ninguna broma, si derrotan a nuestro oficial la moral de nuestra unidad se reducirá considerablemente y cuando llegue a cero podemos despedirnos de ella. Lógicamente lo mismo sucede al contrario, así que tener un duelista fuerte puede hacernos ganar muchas batallas.

Como suele suceder en este tipo de juegos, los colores servirán para tener claro qué territorios tenemos conquistados y cuáles se resisten. Si contamos con una buena formación y un número adecuado de tropas podremos conquistar regiones o unidades terrestres, y cuando tengamos un conjunto de ellas podremos hacernos con el control de la Prefectura.

La Prefectura nos permitirá gobernar la región, recibir sus ingresos y también que nuestras tropas reciban refuerzos de ellas.

Las batallas podrán ser por tierra y por mar, pudiendo aumentar el nivel de nuestros barcos y decidir potenciar los de asalto, los techados con mejor ataque a distancia... a mayores victorias, más barcos disponibles.

Otro aspecto a cuidar serán las formaciones, tendremos 13 tipos diferentes y elegir la formación adecuada en cada batalla será importante para obtener ventaja. Ciertos oficiales nos darán ventajas adicionales, como catapultas o torres de asedio.

No todo va a ser planificar fríamente y ya estar seguros de lo que va a pasar, el juego cuenta con un sistema de IA mejorado que de vez en cuando nos sorprende, por lo que no permite que nos relajemos demasiado y que esto de la conquista no sea un paseo por el campo.

Si todo esto fuera poco, el juego también cuenta con dos curiosas colaboraciones, eventos de Atelier Ryza y del anime Gineiden, que nunca están de más.

Apartado técnico

Es el apartado más flojo, aunque en un juego de estrategia los gráficos no son precisamente algo vital y casi se agradece más que a nivel de menús, tamaño de fuentes y claridad de opciones esté bien trabajado... y lo está.

El hecho de tener un único mapa ayuda a que no haya tiempos de carga y de un vistazo tengamos todo a mano, pudiendo hacer zooms para ver el detalle sin relantizaciones.

A pesar de que este tipo de juegos se maneja mejor con un PC, la versión analizada en una PS4 Pro ha demostrado la buena adaptación a consola, con un buen puñado de accesos directos y una maya hexagonal para que no tengamos problemas en situar el puntero con los sticks del Dualshock.

Respecto al sonido contamos con una banda sonora correcta, con temas de corte oriental que saben ambientar pero sin ningún tema memorable, y también pasan desapercibidos los  efectos de sonido, cumplen sin más.

Otro punto a tener en cuenta es el idioma. El juego presenta textos en inglés, por lo que si no domináis el idioma puede que os perdáis un poco en la historia y en los menús. Es una pena que el título no llegue traducido, pero se puede entender teniendo en cuenta que se trata de un juego muy de nicho que probablemente no tenga grandes ventas.

Conclusiones

Romance of the Three Kingdoms XIV es una buena opción para los fans de la estrategia, más todavía si les gusta su ambientación en la antigua China de las grandes dinastías.

El juego presume de un número mareante de opciones, más de 1000 generales distintos, diplomacia, suministros, batallas navales... nos ofrece cientos de horas de entretenimiento, y eso es algo de agradecer para los que quieran tener juego para varios meses.

Es un juego denso, está en inglés, no innova demasiado, a nivel gráfico es muy estándar y no gustará a todos, pero los fans de la saga y del género seguro que lo disfrutan.

Dónde comprarlo

[aawp box='B082JP6V3V']