Cuando somos pequeños siempre jugamos con nuestros juguetes como un Dios. Controlamos cada movimiento, cada situación, cada circunstancia de nuestro pequeño mundo ficticio regido por nuestras propias leyes y mandatos. Esto es, en esencia, lo que nos presenta REUS, juego del genero “God Game” desarrollado por Abbey Games donde básicamente controlas la vida de un planeta a gran escala.
Attack on Titan en modo granjero
La primicia de REUS es, a simple vista, muy sencilla. Eres una especie de Espíritu/Dios que vive en el centro de un pequeño planeta sin vida, y tienes a tu control cuatro increíbles gigantes que controlan a los elementos con funciones especificas y unicas:
El Gigante del Océano, capaz de crear océanos que humedecen el planeta, y transforman a los Aridos (las zonas cercanas al baldío) en Baldíos húmedos que nos permitirá crear zonas habitables y proporcionará lluvia a las zonas circundantes. El Gigante del Bosque puede crear zonas forestales en los baldíos húmedos y proporciona alimento a las aldeas. El Gigante del Pantano por su parte crea zonas pantanosas habitables, así como plantas que proporcionan tecnología. Finalmente el Gigante de Montaña, que puede crear Baldíos secos y desiertos, además de yacimientos que proporcionan minerales.
Una vez que tomamos el control de nuestros Gigantes, luego de un tutorial no muy detallado y lento, podemos empezar a crear nuestro propio mundo. El juego se divide en Eras, y deberás ir desbloqueado requisitos para poder avanzar a la siguiente. Nosotros comenzaremos en la primera era con un tiempo limite de creación muy corto de 30 minutos, en el cual tendremos libertad total de crear un mundo prospero para ir desbloqueando nuevos desarrollos y pasar a la siguiente era. Si lo logras, desbloquearas nuevas eras y el tiempo limite irá aumentando hasta 120 minutos máximo.
Cada aldea creada tendrá un nivel de Prosperidad, este nivel se verá afectado en mayor o menor medida dependiendo de la cantidad de recursos que puedan recolectar dentro de sus fronteras y los proyectos de construcción que hayan completado. Cuando la aldea alcance un cierto nivel de prosperidad, enviará un embajador para que trabaje junto a los Gigantes. La unión Gigante-Embajador da como resultado el desbloqueo de nuevas y mejores habilidades para nuestros gigantes, así que es una de nuestras prioridades al jugar. Sin embargo, no todo es felicidad y prosperidad, si una aldea alcanza niveles de Prosperidad muy altos puede empezar a volverse codiciosa.
Cuando una aldea alcanza niveles de codicia muy elevados, empezarán a atacar a otras aldeas e incluso pueden llegar a atacar a los Gigantes si ya no se sienten abrumados por su poder y ya no sienten necesidad de ellos para sobrevivir. Cuando esto sucede, es tu deber como ser Todopodero detener estas rebeliones aplicando todo tu poder en dichas aldeas y destruirlas con una selección de calamidades como terremotos o monzones.
¿Donde está la opción de turbo cuando la necesito?
REUS es un juego indie muy reciente para PlayStation 4, pero durante casi hace casi tres años fue exclusivo para PC, y por lo tanto los controles fueron hechos pensando en un teclado y ratón como mando principal, así que este port para consolas domésticas puede llegar a ser algo confuso y frustrante a la hora de jugar. El juego no se siente bien al jugarlo con un mando, hay demasiado elementos en pantalla y cada uno a su vez tiene sub-elementos que a su vez contienen información, lo cual puede llegar a ser algo confuso, y si eres de los que juega desde cama con una TV algo alejada, te costará un poco detallar todo.
También están los Gigantes, que son excesivamente lentos hasta el punto de enfurecer. Si ponemos la situación, por ejemplo, de que una aldea empieza a atacar a otra y tus Gigantes están del otro lado del planeta, olvídalo, date por vencido, es poco probable que llegues a tiempo para detener la batalla, lo mismo aplica para el tiempo limite de algún proyecto de construcción.
En consecuencia, mantener varias aldeas en varias zonas separadas puede llegar a ser un caos, y más cuando estás comenzando a jugar, solo tiene 30 minutos disponibles, y necesitas completar la mayor cantidad de requisitos posibles para desbloquear la siguiente Era.
Mira que bonitos los dibujitos
A pesar de que el juego es algo viejo, como ya comenté antes, no hay duda que, a diferencia de los controles, el apartado gráfico es sublime. La cantidad de detalles es abrumadora, se nota que los desarrolladores se tomaron su tiempo en crear todo un mundo hasta el más mínimo detalle. Los Gigantes se ven hermosos, el Gigante del Bosque está hecho de madera y se nota, al igual que el del Pantano se puede notar su nivel de detalle a pesar de ser un musgo verde gigante.
Cada aldea que se construye también se lleva su mérito. Aunque jugando desde lejos no se note mucho, si acercas la cara podrás ver detalles en las construcciones, en la ropa de los aldeanos, en las plantas y rocas. Incluso podrás ver como cazan y cogen a las presas muertas. Ese nivel de detalles le da un toque muy enriquecedor al juego, de verdad sientes que es un mundo que está vivo y creciendo.
La llamada de la naturaleza
La banda sonora del juego puede llegar a ser muy simple, y a ratos aburrida, pero en general es muy agradable. Está llena de sonidos de la naturaleza cuando todo está tranquilo con melodías suaves, o temas de acción cuando se propicia una batalla entre aldeas o contra los gigantes.
Los efectos de sonidos están bien utilizados, puedes escuchar con bastante realismo los sonidos de la naturaleza, o cuando uno de los Gigantes crea alguna fuente de recursos pero en definitiva nada memorable, aunque para ser un indie están muy bien logrados.
Conclusiones
REUS definitivamente no es un juego para todo el mundo. Los elementos puzzle y de creación de mundos pueden llegar a ser muy aburridos y lentos para quienes no estamos acostumbrados a este tipo de juegos.
El juego no pareciera estar optimizado para jugarlo en una consola casera, la gran cantidad de opciones, controles, botones y comandos puede ser abrumador para ser jugado con el Dualshock 4.
Este tipo de juegos son perfectos para consolas portátiles como el PS Vita con su pantalla táctil, donde puedes jugar un rato mientras vas en el bus o el metro, o en PC donde puedes usar el puntero del ratón para agilizar los comandos, pero jugarlo en la PlayStation 4 no se siente nada cómodo.
