A quien madruga Dios le ayuda. Este dicho tan popular podría servirle muy bien a Konami con PES 2019, su simulador de fútbol por excelencia, un juego que por fin, y ya era hora, dejó de dar volantazos el año pasado, encontró el camino correcto y en esta edición sólo tenía que hacer una cosa: mantenerse firme y acelerar.

Porque no nos engañemos, la saga FIFA le saca mucha ventaja, pero ya con PES 2018 EA Sports pudo ver al juego de Konami por el espejo retrovisor y llegando a una velocidad importante.

Nos ponemos a los mandos de este PES 2019, un juego llamado a recuperar el trono del balompié y que llega a las tiendas más pronto de lo habitual, el 30 de agosto. ¿Estará a la altura de la saga que representa? Que ruede el balón…

Los cuatro pilares de PES 2019

Como decía, ha sido muy importante que por fin Konami haya dado con una jugabilidad que funciona, con unos jugadores que responden con agilidad y precisión a nuestras órdenes, un camino que ya se venía acercando en PES 2017 y se asentó en la pasada entrega. Por fin Konami se ha podido enfocar en mejorar lo que ya de por si era bueno, y esas mejoras son evidentes.

Para empezar PES 2019 ha sido el primero de la saga en estar totalmente enfocado a la actual generación de consolas, así que nada de adaptarlo a PS3 y Xbox 360, lo que se traducirá en menos ventas para Konami pero un producto de más calidad para PS4 y Xbox One.

Otro pilar es ese lanzamiento temprano que antes comentaba. Parecerá una tontería, pero con la temporada ya empezada el fan de fútbol está ansioso por reproducir las jugadas de su equipo favorito en un videojuego, y lanzar el título en agosto, un mes antes que la competencia, puede hacer que más de uno no pueda esperar y se pase a PES, le dé una oportunidad después de un tiempo de abandono y desilusión. Konami se merece esa oportunidad.

Y aunque no lo parezca, desde Japón se defienden que PES 2019 es el juego con mayor número de licencias nuevas de su historia, precisamente un elemento que mayor decepción ha causado en sus fans. Tras 10 años con el gran atractivo de la licencia de la UEFA Champions League y Europa League, esta edición ya no contará con la gran competición por excelencia.

El estudio japonés ha ido peleando con lo que tiene por arañar todas las licencias posibles, sumando nuevas ligas como la Jupiler Pro League belga, la liga escocesa, la danesa, la suiza, la liga argentina, la liga NOS de Portugal o la Premier League Rusa, ésta en exclusiva, además de mantener otras como la Ligue1 francesa o la Eredivise de Holanda y contar con licencias importantes de Sudamérica como el Campeonato Brasileño, la Superliga Quilmes argentina, el Campeonato Scotiabank chileno o la Liga Águila de Colombia.

También logrando acuerdos con equipos de forma individual en ligas no licenciadas, como LaLiga Santander con el FC Barcelona (su Camp Nou sólo lo veremos en PES perfectamente recreado), Liverpool, Shalke 04, Inter de Milán, AS Mónaco, AC Milán o Celtic de Glasgow. El juego cuenta con 42 estadios, y entre los europeos tenemos el ya citado Camp Nou, Veltins-Arena, Anfield, Emirates, Guiseppe Meazza, Stadio Olimpico, St. Jakob-Park, el Ülker Stadyumu del Fenerbahçe, el José Alvalade y el Johan Cruyff Arena.

Tristemente también pierde licencias y estadios, como el caso de LaLiga con el Valencia y el Atlético de Madrid con un Wanda Metropolitano tan bien recreado el año anterior. Pero por fortuna en PlayStation 4 podemos actualizar las plantillas a través de los Option Files que irán apareciendo en los próximos días, por lo que en pocos minutos tendremos todo en orden, una suerte que los fans de Xbox no tienen y que, para mí, le resta un poco de “dramatismo” al tema licencias.

Y termino con el cuarto pilar, la jugabilidad, el más importante, y en el que se han añadido una serie de novedades que lo acercan aún más a lo que debe ser un simulador de fútbol que pretende representar con fidelidad y sin artificios lo que representa el deporte rey en una videoconsola. Luego hablaré de ello en profundidad.

Modos de juego

Vistos los cuatro pilares con los que se presenta PES 2019, empezamos hablando de sus modos de juego. Este año contamos con pocas novedades en cuanto a opciones nuevas, pero sí algunos cambios interesantes en los modos existentes.

Empezando por el popular myClub, que tendrá temporadas reales de la Liga Master y aunque, como el resto de menús, sigue pidiendo a gritos una interfaz más moderna, al menos va añadiendo pequeños detalles como nuevas escenas para conseguir a un jugador, despidiéndose de esas extrañas pelotas de oro o plata que no dejaban de girar.

Además el nuevo sistema de recompensas ya no incluye únicamente jugadores para añadir a nuestro equipo, también una serie de objetos con los que mejorar estadísticas, aumentar la química de nuestra plantilla o incluso elementos estéticos.

El Modo Carrera, o Liga Master, también tendrá nuevas cinemáticas y un mercado de traspasos algo más realista, con cantidades más ajustadas a la realidad y sin traspasos raros como que Neymar fiche por el Rayo Vallecano, así como una mayor variedad de filtros, como poder buscar estrellas emergentes o añadir más variables a la negociación.

También se ha incluido la posibilidad de disputar la Internacional Champions Cup en pretemporada, una competición de la que se ha conseguido licencia y que reúne a los mejores equipos en los meses de julio y agosto.

Otro incentivo para nuestras plantillas es conseguir incorporar a leyendas míticas como Lothar Matthäus, Bebeto, Roberto Carlos, Ruud Gullit, Iván Zamorano, Marcelo Salas, Ronaldinho Gaúcho, Luis Figo, Alexandro Del Piero, Paolo Maldini, Johan Cruyff, Michael Owen o David Beckham en distintas etapas de su vida, como “Spice Boy en el Manchested United” o todo tatuado en Los Ángeles Galaxy. Por supuesto todas las leyendas están perfectamente recreadas, tanto su cara como sus movimientos característicos.

Tendremos los habituales partidos amistosos, de selección al azar, el clásico cooperativo 3v3 donde podemos jugar con la CPU si no somos suficientes, el modo versus que registra nuestros datos frente a otros usuarios, torneos oficiales (AFC Champions League y la International Cup licenciadas) y personalizados y un buen catálogo de opciones online para demostrar nuestras habilidades en internet.

Sin olvidarnos del modo "Ser una Leyenda" donde tenemos que llevar a un futbolista desde abajo hasta el estrellato, que tampoco presenta muchas novedades pero no deja de ser curioso.

Respecto a los modos en línea, además de las conexiones de myClub encontramos Campeonatos en línea, Divisiones donde disputar temporadas de 10 partidos, Partidos rápidos, Vestíbulos para organizar partidas con amigos personalizadas y el clásico 11v11 en el Vestíbulo de Juego.

Por desgracia los servidores online no estaban activos en el momento de realizar este análisis y no podemos valorarlos, pero si en las próximas semanas vemos un comportamiento fuera de lo esperado actualizaremos la nota en consecuencia.

PES 2019: Fútbol en estado puro

Siempre digo lo mismo cuando analizo un juego de fútbol, pero es que para mí es lo más importante, mucho más que unos gráficos fotorrealistas o todas las licencias del mundo, incluso si el entrenador está representado con tal detalle que hayan reproducido la marca del chándal que suele llevar en la vida real.

Lo que me importa con cualquier juego deportivo es la jugabilidad, es sentir a los mandos que estamos disfrutando del deporte que representa y que refleja su esencia, que transmite fútbol en cada detalle, en cada reacción, en cada pase y cada tiro.

Asentando las bases que hicieron grande a PES 2018, como la calidad de los porteros con reacciones antológicas, o el buen manejo de los jugadores recibiendo el balón y moviéndolo por el campo, PES 2019 se ha centrado en mejorar aquello que necesitaba trabajo, especialmente los choques cuerpo a cuerpo y peleas por la posición.

Resulta increíble ver como los balones divididos son ahora más imprevisibles, y situaciones en las que sabías que iban a acabar en pies del rival ahora son tuyas porque el Pogba, Busquets o Rodrigo de turno estira la pierna in-extremis para adelantarse, ganar la posición y meter el cuerpo, imposibilitando que el rival se la lleve.

Para conseguir esto el juego se apoya en un importante catálogo de nuevas animaciones, que van desde nuevos controles con el muslo o la espuela, barridos desesperados para rebañar un balón, manotazos más o menos involuntarios en la cara, braceos, cargas de hombros… pequeños detalles como dos jugadores saltando y que uno de ellos caiga desequilibrado por el otro son los que hacen grande este juego.

Y hablando de animaciones, se ha seguido ampliando el PlayerID para que cada más jugadores famosos tengan representadas animaciones a medida y veamos los famosos amagos y el poderoso disparo con efecto de Coutinho, los pases sin mirar de Roberto Firmino que serán incluso diferentes a los que pueda dar Neymar o Leo Messi.

También encontramos nuevas animaciones en la celebración de los goles, como la de irse a la grada con los aficionados, y una notable mejora en las expresiones faciales, para que veamos al jugador expresar tensión al hacer una segada o dolor al recibirla. Y por supuesto el nuevo sistema de cansancio, que será mucho más visible y tendrá un mayor impacto en el juego, pues por primera vez será algo a tener en cuenta, tanto en velocidad como precisión en pase y tiro, nos obligará a controlar mucho la energía de nuestros jugadores si no queremos que haya lesiones e incluso hará que nos replanteemos cambiar de estrategia para que nuestro agotamiento no tenga consecuencias nefastas.

Por suerte contaremos con otra novedad que es heredada de FIFA, las sustituciones dinámicos sin tener que detener el juego, donde se nos sugiere un cambio pero que luego podemos mover el cursor y elegir al jugador que queramos de banquillo, un sistema que me parece más interesante que el que usa la competencia donde sólo hay una sugerencia fija.

Otra novedad anunciada en PES 2019 es el impacto al primer toque, que es consecuencia directa de las más y mejores animaciones y el trabajo de físicas, y que hace que la relación entre jugador y balón sea más estrecha y realista, para que aguantar un balón o regatear no sólo dependa de las estadísticas, también de la posición en el campo, el bote del balón, la colocación del rival…

El balón se comporta de una forma aún más realista que en PES 2018, donde su comportamiento era excelente, desplazándose con precisión y con trayectorias muy correctas en pases cortos y largos, y con esa pequeña sobrefuerza en determinados tiros que por otra parte me encanta, porque provoca algunos golazos espectaculares y paradas antológicas.

El ritmo es quizás un poquito más pausado que en la edición anterior, lo que nos obliga a realizar un juego algo más combinativo, además el cansancio obliga a que no todo sea un correcalles. Los centros laterales no serán tan fáciles de rematar como el año pasado y eso nos animará a variar un poco más la forma de llegar a portería.

Como punto negativo a la defensa a veces se le nota un punto de indecisión si jugamos con la IA de la CPU a niveles normales, pues en ciertas situaciones en la frontal y jugadas de contraataque a veces se muestran algo más contemplativos de lo que deberían, igual que algunos porteros que se quedan sin salir donde la situación pediría una salida desesperada y otras veces salen de una forma rara.

Son, sin embargo, momentos bastante puntuales que no estropean la experiencia, y la IA ha mejorado algo respecto a PES 2018, especialmente en desmarques con algo más de sentido. Además este año tengo una mayor sensación de identidad en los equipos, resulta maravilloso escoger al Liverpool y ver como todo el equipo en bloque hace una presión intensa para recuperar arriba y salir a la contra como cohetes, o como el Barcelona trata con cariño la pelota para meter un balón en profundidad a Luis Suarez.

PES 2019 respira fútbol, huele a fútbol y eso es porque es fútbol. Estaréis jugando dos meses y os seguirá sorprendiendo con controles, anticipaciones y jugadas de gol. La franquicia recuperó la magia el año pasado, y este año ha conseguido que brille.

Un juego que “luce” como nunca

Haber centrado el desarrollo en la presente generación ha permitido a Konami dar un paso hacia adelante en materia gráfica gracias en gran parte al sistema Enlight, un nuevo motor de iluminación que ofrece un aspecto casi fotorrealista, especialmente en ciertas condiciones de luz y estadios, como con el Veltins-Arena del Shalke 04. Un trabajo magnífico y un detalle que me ha gustado mucho, la luz es dinámica en ciertos partidos, y la iluminación cambia sutilmente. Imagino que el HDR, ahora soportado, también ayuda a que la luz y los colores luzcan mejor, aunque sinceramente apenas he notado diferencia, no es algo tan evidente como  con un Tomb Raider o un Horizon Zero Dawn.

Además por fin contamos con un césped en alta resolución que ya no palidece con determinadas repeticiones o planos, especialmente si lo jugamos en una PlayStation 4 Pro a resolución 4K. Todavía hay margen de mejora porque no se desgasta dinámicamente como pasa con los FIFA, pero es un avance.

También se ha avanzado algo en los efectos climáticos añadiendo la nieve, que además de ser visual afecta en el bote de la pelota, los resbalones y la dificultad al regatear. De nuevo hay trabajo por hacer y margen de mejora, pero al menos se van incorporando cosas poco a poco cuando los limitados recursos del equipo puede obtener un resultado final decente.

El apartado sonoro sigue en la línea de las últimas entregas, el juego cuenta con algunos temas licenciados para los menús, que han aumentado respecto al año pasado y entre los que nos podemos encontrar artistas tan conocidos como The Killers (The Man), George Fitzgerald (Two Moons Under) o Jay Prince con Father Father, y unos comentarios en castellano que añaden algunas frases pero que siguen necesitando un cambio muy profundo.

Carlos Martínez y Julio Maldonado 'Maldini' siguen repitiendo muchas frases, no siempre lo que dicen tiene sentido con lo que sucede y la calidad de sus voces no es todo lo buena que debería. Los cánticos de las aficiones y los efectos de sonido mantienen la misma línea que en PES 2018 y no he notado ningún cambio en este sentido, aunque el nivel sigue siendo bueno.

Conclusiones

Ya lo tenemos aquí. PES 2019 se adelanta para que desde ya mismo estemos disfrutando del mejor fútbol virtual en nuestras PlayStation 4, demostrando que Konami encontró la senda del triunfo y sin desviarse de ella ha colocado el balón, ha mirado la barrera y ha clavado la falta por debajo, directa a portería.

Porque la estrategia del estudio japonés se ha centrado en tres cosas, jugabilidad, jugabilidad y jugabilidad. Si no te importa jugar un MD White contra London FC y le perdonas que algunos menús sean más propios de PS2, encontrarás un juego de fútbol en mayúsculas que no dejará de sorprenderte con el paso de los partidos.

Es cierto que tiene algunas lagunas en la IA, especialmente los porteros, pero Konami ya trabaja en distintos parches para ir ajustando estos detalles, además de los Data Packs que traerán nuevas caras, equipaciones, equipos licenciados e incluso estadios para ampliar una oferta algo exigua.

Además de los miles de pequeños detalles, un lavado de cara gráfico apoyado en una gran iluminación hacen que el simulador pueda mirar a los ojos a FIFA y avive un debate muerto desde hace años. ¿Cuál es mejor?

Habrá que probar FIFA 19 en profundidad para saberlo, para ver este año quién mira por el retrovisor a quién. Sea como sea con PES 2019 disfrutaréis de puro fútbol, y lo disfrutaréis ya mismo.

Pro Evolution Soccer 2019 ya está a la venta desde el 28 de agosto en América y llegará el 30 de agosto al resto del mundo para PlayStation 4, Xbox One y PC. Lo hemos analizado en PlayStation 4 Pro con una copia proporcionada por Konami.

Dónde comprarlo

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